K I N G #1

IX

IX. El Baile.

Los días continuaron pasando, con cada día que pasaba mi desesperación por dejar el castillo aumentaba, era una verdadera lástima que no pudiese hacer algo al respecto, tenía las manos atadas.

Obedecía al príncipe con cada orden que me daba, y si, continuaba echándole el líquido extraño a la comida del rey, Dios, me remordía la conciencia al saber que estaba matando lentamente a otro ser humano. No era una persona muy creyente en lo espiritual, pero si el infierno era verdadero, ya tenía mi lugar reservado.

Estaba casi segura de que mi nana comenzaba a sospechar que algo estaba ocurriendo conmigo, pues me había dicho repetidas veces que si quería podía dejar ya el palacio y regresar a casa, además de que me preguntaba cómo se comportaba el príncipe conmigo.

Continuaba diciéndole que todo estaba bien, pero en casi ya un mes me estaba quedando corta con las excusas que daba, pues ¿cuales son los odds de que de un día a otro pasase de detestar el castillo a no querer irme?

El cumpleaños del rey había llegado, lo que significaba que un gran baile en su honor sería realizado como cada año, y aunque el rey no se encontraba totalmente bien para celebrarlo tendría que hacerlo, pues de lo contrario la gente lo notaría y sabrían que algo está mal. El reino de Dinamarca no podía mostrar cualquier signo de debilidad, por mínimo que fuese.

El castillo se encontraba en movimiento con la meta de que todo quedase listo en cuanto antes, sinceramente me gustaba el desorden que se estaba creando pues significaba que no toda mi atención se resumiría en el príncipe. Si bien los pasados días habían pasado "tranquilos" no quería volver a toparme con su lado malo.

-¡Necesito ese arreglo en la mesa de la izquierda! -Escuché gritar a uno de los encargados de la decoración, afortunadamente mi único trabajo sería repartir vino durante el festejo.

Estaba casi segura que nada malo podría pasar.

Cuando se llegó casi la hora del baile me fundé en el uniforme que le habían designado a las mujeres que desarrollarían el mismo servicio que yo; se trataba de un vestido negro, un poco pegado a la piel lo suficiente para que te dejara hacer tu trabajo con comodidad, llegaba cuatro dedos debajo de la rodilla y contaba con manga larga, se suponía que teníamos que vernos elegantes, además de que la ocasión lo ameritaba, no podíamos usar el uniforme de todos los días.

El cabello tenía que estar recogido en una cola de caballo alta y se nos había sugerido usar un poco de maquillaje, sin exagerar, algo que no fuese tan llamativo. Después de deslizarme en unas zapatillas negras -no demasiado altas, algo que solo le diese un toque más sofisticado al uniforme y que no resultase tan cansado-, salí de mi habitación con pasos calmados hasta la cocina.

-Los invitados no tardan en comenzar a llegar. -Escuché a mi nana hablar en cuanto entré al lugar.

-¡Mira ese trasero! ¡Es más grande que el mío! ¿Como es que nunca antes lo había notado? -Sky apareció detrás de mi dándome una nalgada. Tenía la mano pesada.

-¡Me dolió! -Chillé girándome hacia ella.

Sky era una chica hermosa, de esas que llaman la atención al tener un rostro precioso y un cuerpo despampanante, además de ser una buena persona. Pero ciertamente hoy lucía más hermosa, y ni siquiera sabía cómo era eso posible.

Una de las razones por las cuales hoy seríamos "camareras" era porque nos consideraban "bonitas". Solo personas de "buen parecer" estarían realizando este trabajo. Encontraba esto totalmente ridículo, pero el rey quería dar buena impresión, como siempre.

-¡Y las tienes firmes! -Continuó a lo que yo rodeé los ojos.

-Estás exagerando. -Dije finalizando antes de volver a dirigir mi atención en mi nana.

-Deberían de ir a donde estarán sirviendo el vino, pronto serán requeridas. -Ordenó mi nana y sin más nos fuimos.

El lugar donde se sirve el vino y otro tipo de bebidas era un espacio designado especialmente para este tipo de ocaciones, era algo así como una segunda cocina.

Atravesamos las puertas dobles y nos adentramos en el lugar, varias personas se movían de un lado a otro a excepción del resto de las meseras y meseros que al igual que nosotras esperaban a que los invitados comenzaran a llegar. Algunas de las personas presentes nunca las había visto en mi vida, mientras que otras las reconocía de eventos pasados.

-Solo espero que no termine regándole la bebida a alguien en su ropa, probablemente una pieza de su vestuario costará más de lo que cuesta mi riñón, y no estoy dispuesta a deshacerme de uno. -Reí ante su comentario.

Para cuando los primeros invitados comenzaron a llegar, 15 de los meseros comenzaron a salir, después de aproximadamente veinte minutos un poco más de la mitad de los meseros ya se encontraban entrando y saliendo repartiendo bebidas, entre ellos Sky, a mi me habían pedido que esperara a que llegaran más invitados.

Mientras esperaba vertía el líquido en las copas que se encontraban en las bandejas doradas, para que así estuviesen listas para cuando vinieran por ellas.

Sky entro con una sombra de pánico en su rostro. -El príncipe ha pedido que tú le lleves el vino. -Habló haciendo énfasis en el "tú".

Asentí tomando una bandeja con copas de vino, le hice un gesto de disculpa al encargado de organizarnos y sin más salí en busca del príncipe. Cuando entré al salón me quedé sorprendida, como si fuese la primera vez que lo veo, anteriormente ya había ayudado en varias ocasiones en los bailes reales que se celebraban, pero nunca dejan de sorprenderme.

Las finas decoraciones, la orchestra en vivo tocando música suave, los hombres portando trajes finos y las mujeres vistiendo vestidos elegantes, te hacían creer que estabas en una película de ensueño, parecía casi irreal.

-El príncipe está por el ventanal. -Me informó una de las meseras a lo que yo asentí.

En mi transcurso hasta el príncipe me detuve unas cuantas veces ofreciendo bebidas, cuando localicé al príncipe no pude dejar pasar por alto lo bien que se veía en ese traje, menos de diez pasos me separaban de él, y el me notó cuando nuestras miradas se encontraron.

Y entonces unos hermosos ojos azules se interpusieron en mi camino.

Hola, hola. ¡Nuevo capítulo! Shskdb es todo lo que diré de este capítulo y del siguiente. Muchas gracias por leer, votar y comentar, su apoyo lo es todo para mí. Los amo. ⚡️
*¿Quién piensan que será el dueño de los ojos azules? ¿Alguien quiere adivinar?