LIX (5)

69.3K 5.6K 5K
                                    








Maratón 2/3






LIX. "Te Daré Todo".








Septiembre 14, 2017.

Esa era la fecha que marcaba el calendario, el día en el que decidí escuchar los consejos de Sky.

Ya no podía dejar pasar más tiempo viviendo en la misma enferma situación, simplemente ya no podía.

Por más insano que suene, la única manera de detener todo el caos era seduciendo al príncipe, era la única opción que tenía.

Ese día me la había pasado con la cabeza gacha y siendo sumamente cuidadosa para que así el príncipe no tuviera ningún motivo para molestarse conmigo y no terminar arruinando todo.

Esperé a que fuese tarde, pasando un poco de las diez de la noche cuando me fundé en un vestido suelto de verano, color azul cielo, que mi madre me había traído aquella vez que vino junto a mi padre.

Dejé mi cabello suelto y tomando valor salí de mi habitación.

Durante el trayecto hasta su recámara me sentí mal conmigo misma, pero Sky tenía razón, no había vergüenza alguna en tratar de sobrevivir.

O eso fue lo que me repetí todo el tiempo.

Golpeo la puerta sintiendo el temor recorrer cada centímetro de mi cuerpo, no hay una respuesta inmediata, pienso que probablemente ya se encuentra dormido y una sensación de alivio me invade, pero antes de que me marche la puerta se abre mostrando al heredero con el entrecejo fruncido vistiendo únicamente unos pantalones negros de dormir.

Sin que él diga algo me adentro en la habitación escuchando la puerta cerrarse, me giro para encararlo y él me mira detenidamente, reuniendo el valor que necesitaba llevo mis manos al dobladillo de mi vestido deshaciéndome de este para posteriormente dejarlo caer al suelo.

Observo cómo el heredero se mantiene en la misma posición, me acerco a él, y cuando estoy a unos escasos centímetros de su cuerpo hablo.

-Soy tuya. -Le digo en un susurro tembloroso. -No quiero que nadie más me toque de la manera en la que tú me tocas, tampoco quiero sentir a alguien de la misma manera en la que te siento. -Mis manos acarician lentamente su pecho hasta llegar a sus hombros donde me detengo. -No me acosté con Nash, no podría, porque yo solo te pertenezco a ti.

El príncipe se estremece ante mis palabras, beso su pecho sintiendo como coloca una de sus manos alrededor de mi cintura antes de que la otra alce mi mentón haciendo que vuelva a mirarlo a los ojos.

-Repítelo. -Ordena mirándome de una forma que nunca antes lo había hecho, sus ojos parecían consumirse en llamas. -Di que eres mía.

-Soy tuya, Sean.

Y en cuanto las palabras salen de mi boca, sus labios atrapan los míos con urgencia.

Paso mis manos alrededor de su cuello a la vez que el heredero comienza a avanzar hasta que mis piernas pegan con la cama, hace el intento de tumbarme sobre esta, sin embargo no lo permito, cambio nuestras posiciones haciendo que el príncipe se deje caer sentado sobre el colchón.

Me subo en su regazo quedando a horcajadas, vuelvo a unir nuestros labios mientras que el príncipe desabrocha mi sostén para después aventarlo a algún lado de la habitación.

K I N G  #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora