XXXVI. Rota.Nash continúa guiándome a través del laberinto.
Debo admitir que estoy nerviosa, y comienzo a dudar sobre si Nash realmente se sabe el camino o no, hemos estado caminando por un largo rato ya, y nada más no veo la salida, u otra cosa que no sea oscuridad.
-¿Ya casi llegamos? -Le pregunto para así poder calmar un poco mis nervios.
-Relájate un poco cariño y confía en mi. -Es lo que obtengo como respuesta.
Decido volver a guardar silencio y concentrarme en tratar de diferenciar las paredes a nuestro alrededor conforme avanzamos, sin embargo me resulta imposible.
Después de lo que siento ser una eternidad, llegamos a un punto donde una tenue luz comienza a hacerse de claridad, conforme seguimos avanzando todo se vuelve más claro, habíamos llegado al centro del laberinto.
Me quedo anonada ante tan peculiar belleza.
Hay una fuente en el centro que es de donde proviene la luz, hermosos tulipanes se encuentran esparcidos alrededor y sobre estos algunas luciérnagas se encuentran brillando dándole un toque mágico al lugar.
-Es hermoso. -Digo aún apreciando la imagen frente a mis ojos.
-Tú eres hermosa, cariño. -Sus simples palabras roban mi respiración.
Me giro hacia él concentrándome en sus intensos ojos azules, su mano aún sigue entrelazada con la mía y siento como la estrecha antes de soltarla.
Ambas manos se colocan sobre mi cintura, se inclina ligeramente haciendo que nuestras frentes queden juntas, su respiración comienza a mezclarse con la mía y siento mi nariz rozar con la suya.
-Tus ojos son tan parecidos a los míos. -Comienza a hablar manteniendo la misma cercanía. -Y me encantan, porque cuando nuestros hijos nazcan tendrán nuestro mismo color de ojos.
Habla tan seguro de sus palabras que hace que me crea cada una de ellas, como si ambos tuviésemos bien claro que queremos tener hijos juntos.
-Tengo tantas ganas de besarte. -Dice rozando mis labios.
Paso mis manos sobre sus hombros hasta que llego a su cuello, y entonces lo digo.
-Y yo quiero que me beses, Nash.
Veo como sonríe antes de que sus labios atrapen los míos.
El beso es lento y delicado, como una suave caricia, no hay prisa alguna, es como si ambos quisiésemos disfrutar cada simple roce.
Me pierdo en todo lo que siento.
Y me asusta, porque nunca antes había sentido algo siquiera parecido a lo que Nash está causando en mí.
Cuando finalmente nos separamos me encuentro con sus ojos mirando fijamente los míos, casi como si pudiese ver a través de estos, llevó mi mano hasta su mejilla y la comienzo a acariciar, Nash cierra los ojos disfrutando de la acción.
-No me creo capaz de dejarte ir algún día, cariño.
Dice y acto seguido vuelve a atrapar mis labios. Esta vez el beso es todo lo contrario al primero, es posesivo y un tanto agresivo, su lengua exige paso y le doy acceso haciéndome jadear.
Paso mis manos sobre su cabello tirando de este, Nash muerde mi labio inferior como respuesta. Sus manos dejan mi cintura para bajar y acariciar la parte trasera de mis piernas antes de que me eleve haciendo que las enrede alrededor de su cadera.
Lo siento avanzar pero no me importa mucho que digamos pues estoy muy concentrada en su boca poseyendo la mía. Mi espalda choca con una de las paredes y encuentro un tanto incómodo las hojas de los arbustos, igual decido ignorarlo.
No sé exactamente cuánto tiempo pasamos así, pero eventualmente Nash deja mis labios y me vuelve a poner en el suelo.
Sus brazos me envuelven y esconde su cara en la curva de mi cuello. -No sabes ni la mitad de cosas que quiero hacerte, y lo mucho que me está costando detenerme y no hacértelas aquí mismo.
Sus palabras mandan escalofríos por todo mi cuerpo, coloco mis manos en su pecho y lo empujo ligeramente para poder verlo a los ojos.
-Nash... -Comienzo pero me veo interrumpida.
-No digas nada cariño, ya hemos roto bastantes promesas como para seguir agregando otras.
-¿Tu pacto con el príncipe Sean ya no existe? -Pregunto con preocupación.
-Hace mucho tiempo que dejó de hacerlo. -Responde y yo trago duro.
-¿Y eso que significa?
-Significa que alguno de los dos terminará muerto.
Lo miro, no pudiendo creer lo que acababa de decir.
-Estás exagerando. -Digo, tratando de quitarle peso a sus palabras.
-No lo estoy haciendo. -Me contradice.
Paso mis manos sobre mis brazos abrazándome a mí misma, ya no me gustaba esta situación.
-Cariño, escúchame, Sean hará hasta lo imposible para que me aleje de ti, no pienso quedarme de brazos cruzados ante eso y darle gusto.
-Pero ustedes son familia. -Digo y Nash ríe sin gracia.
-Estás hablando de alguien que está matando a su padre lentamente, ¿y aún así crees que la familia es importante para nosotros? -Niega un par de veces. -La corona está rota, se rompió ya hace bastantes años.
-No quiero seguir hablando de esto. -Me acobardo, yo ya no quería saber nada más de la monarquía y sus problemas internos, ya bastante tenía con lo que ya sabía.
-Está bien, lo mejor será que regresemos al castillo, ya debe ser muy tarde. -Asiento sin protestar.
Nash acuna mi rostro y me vuelve a besar, le correspondo inmediatamente disfrutando una vez más de lo bien que se mueven sus labios sobre los míos.
-No importa lo que pase más adelante. -Comienza en cuanto se aleja de mi. -De todas maneras vas a terminar casada conmigo, y con cuatro hijos míos.
Sonrió sin poder evitarlo, Nash me estaba haciendo sentir cosas, sentimientos que en algún punto terminarían saliéndose de mi control.
Su mano se entrelaza con la mía y comienza a caminar hacia la salida del laberinto, la profunda oscuridad se vuelve a hacer presente, pero no le doy tanta importancia, sabía que con el ojo azul jamás me perdería. Confiaba en él.
Cuando finalmente salimos del laberinto la luz vuelve a alumbrarnos y seguimos nuestro camino hasta el castillo.
Al encontrarnos en los pasillos que dan hasta las habitaciones de los empleados me detengo, haciendo que Nash se gire hacia mi con una de sus cejas enarcada.
-No tienes que acompañarme hasta mi recámara. -Digo para que sepa que no tiene ninguna obligación a hacerlo.
-¿A que viene eso? ¿Acaso te preocupa que alguien nos vea? -Cuestiona mientras yo muerdo mi labio inferior con nerviosismo.
-No creo que sea lo más sensato. -Nash sonríe ampliamente.
-Oh cariño, por favor, no me des más ideas.
Hola, hola. Estaba leyendo los comentarios del cap anterior de Nash vs. Shawn, y mientras lo hacía lo único en lo que podía pensar era en Civil War xdxd. Mi Nash hermoso, lo amo tanto, creo que voy a cambiar esta fic de Shawn, y en su lugar le voy a poner que es de Nash haha, naaaah, no se crean. Ya es el capítulo #36 y yo siento que aún no he dicho ni la mitad de lo que quiero decir, todavía no llego a lo mero bueno. Los amo. ⚡️
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K I N G #1
Fanfiction"Tu peor error sería dejarte engañar por esa carita de ángel, el futuro rey no es más que la pura maldad andante. Dios tenga piedad de nosotros, los simples mortales." |PRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA "KING"| |Disponible en Físico.|