LV (4)

69.2K 5.4K 1.4K
                                    








Maratón 2/3






LV. Regalo.







La celebración eventualmente llegó a su fin.

No me volví a topar con Nash y hasta donde sé es que ya se había marchado del castillo junto a Sophia.

-Yo también me tengo que ir, Té. Tengo que regresar a Irlanda. -Nolan se despide dándome un abrazo. -Te voy a extrañar.

-Y yo a ti. -Le digo sintiendo como besa mi frente con cariño.

-Cuídate y pórtate bien. -Es lo último que me dice antes de que se marche.

Iba a echarlo mucho de menos.

Camino dirigiéndome a la salida que daba para el interior del castillo, no puedo dejar pasar por alto que durante toda la noche no me topé a Sky, mañana le preguntaría al respecto.

Cuando ya me encuentro en uno de los pasillos una mano atrapa mi brazo deteniéndome, el heredero aparece en mi campo de visión con una sonrisa ladeada.

-Ve a mi habitación, en un momento te alcanzo. -Dice rápidamente antes de regresar por donde vino.

El nerviosismo crece en mi a medida que hago el recorrido hasta su alcoba, cuando entro no puedo evitar sentirme extraña.

No sé qué hacer, así que opto por sentarme en uno de los sillones en la habitación.

Espero con aburrimiento durante unos momentos, remuevo mis zapatos dejándolos junto al sillón donde me encuentro sentada, me vuelvo a poner de pie y me paseo de un lado a otro en la habitación ya que no tenía nada que hacer. Llevo mis manos a mi cabello y lo suelto, paso mis dedos entre este tratando de acomodarlo, así mismo teniendo una sensación de descanso.

La puerta se abre, me quedo estática en mi lugar, el príncipe cierra la puerta, sus ojos aún no se posan en mi debido a que estos están en la cerradura a la cual le pasa seguro, pero cuando sus ojos se posan en mi sonríe, para luego pasar su mirada por toda mi figura.

—Por favor, deja caer el vestido. —Pide con su voz grave.

Pese a que no me siento muy segura al respecto lo hago, remuevo la prenda con lentitud hasta que esta termina en el suelo dejando mi pecho al total descubierto ante los ojos del príncipe.

Da pasos lentos hasta mi, tomándose el tiempo de disfrutar de la imagen frente a él.

Cuando queda a unos centímetros de mi sus manos se posan sobre mis pechos acariciándolos, gimo cuando pellizca mis pezones antes de comenzar a frotarlos. Una de sus manos deja mi pecho y es sustituida por su boca, muerde mi pezon sensible antes de succionarlo, su mano libre baja hasta el encaje al final de las medias y comienza a jugar con este.

Me tortura por apenas unos instantes antes de alejarse volviendo a tomar un vistazo de mi.

-Te voy a comprar más de estos. -Dice bajando su mirada al liguero. -Y cuando te los compre, quiero que me recibas exactamente como hoy para disfrutarlos.

Sus labios atrapan los míos pero casi de inmediato se aparta con una sonrisa juguetona. -¿Estuviste bebiendo, no es así? -Pregunta y yo muevo mi cabeza en afirmación. -Ahora esto tiene más sentido, ¿bebiste mucho?

-No, solo cuatro copas. -Respondo.

Si bien el alcohol me había afectado, no me encontraba ebria, de lo contrario ya estaría vomitando en todas partes, mi sistema no toleraba que me embriagara.

El príncipe muerde su labio inferior asintiendo antes de retomar su antigua acción.

Sus labios se mueven sobre los míos con fiereza, su lengua se abre paso y jadeo ante la acción. Llevo mis manos a su traje y sin romper el beso lo ayudo a quitárselo, cuando este cae paso ahora a los botones desabrochándolos hasta que quito la camisa del camino.

Su pecho desnudo pega contra el mío, y aprovechando froto mis pechos contra él.

-Maldición Thea, me encanta que hagas eso. -Dice despegando sus labios de los míos por apenas un instante.

Acaricio la piel de su espalda a la vez que sus manos acunan mi trasero mientras comienza a avanzar hasta que mis piernas chocan con la cama.

-Quiero que hagas algo por mi. -Pide separando su rostro del mío.

Su mano deja mi trasero para llevarla a mi rostro, con la yema de sus dedos acaricia la comisura de mis labios con lentitud, mi boca se encuentra entre abierta, por lo que el príncipe introduce su dedo índice. Lo acepto succionándolo antes de que lo retire.

Entiendo la referencia, pero tal parece que el príncipe quiere ser más explícito y entonces me susurra al oído lo que quiere que haga por él. El alcohol en mi sistema me hace más valiente y descarada.

Llevo mis manos a su pantalón desabrochándolo, el príncipe se sienta en el borde de la cama, no me deshice completamente de sus pantalones ni de sus bóxers, por lo que el heredero baja  solo un poco el elástico de su bóxer hasta que su erección sale.

Me inclino para besar sus labios antes de hincarme entre sus piernas.

No sé exactamente qué hacer, pero primero beso su punta antes de pasar mi lengua temerosa sobre esta, introduzco en mi boca solo un poco de su miembro, el príncipe pasa su mano en mi cabello guiando mis movimientos, lo hace lento sin permitir que succioné tanto de él, y lo agradezco porque no me creo capaz de llevarme todo eso sin atragantarme.

Su otra mano toma la mía haciendo que la ponga sobre el resto de su miembro y lo acaricio como solía hacerlo. Cuando he tomado ya un ritmo el príncipe eleva sus caderas mientras dice una gran cantidad de maldiciones, nunca creí que fuese a disfrutar tanto de mis labios sobre él.

Pienso que va a tener su orgasmo, pero en su lugar me retira, lo miro con confusión pero él solo me ayuda a pararme. Se pone de pie igual que yo y se inclina para besarme sin importarle mi acción anterior. Cambiamos de lugar, esta vez me tumba en la cama pero él se queda de pie inclinándose únicamente para separar mis piernas.

El príncipe se recarga de la cama llevando su mano a mi entrepierna y la caricia con deseo, llega un punto en el que ambos necesitamos de más que simples caricias, el príncipe se deshace completamente del resto de su ropa antes de remover el liguero sin dejar una sola prenda.

Me acomoda bien en el centro de su cama antes de posicionarse entre mis piernas. Sus labios atrapan los míos antes de enterrarse en mi con brusquedad, mis piernas se enredan en su cadera y sus manos las acarician con lujuria.

-Eres el mejor regalo que he recibido. -Se las arregla para decir antes de que un gruñido brote de su garganta a medida que se hunde en mi.

Nuestros gemidos es todo lo que escucho, mientras que una vez más el príncipe me proclama suya.






Hola, hola.  ¿Alguien ha notado mi obsesión con "Call me by your name"? Juro que cada vez que cambio mi perfil termino volviendo a poner algo relacionado a esa movie, ¡es mi religión! So, voy a volver a pedir la misma cantidad de votos y comentarios para subir el siguiente cap. Los amo. ⚡️

K I N G  #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora