Magui los alcanzó al mediodía y a Carolina no le gustó que se acercara a Ian y lo tomara del brazo. ¿Qué derecho tenía?
A ella la miró con una sonrisa que por primera vez le pareció falsa. Sus labios sonreían pero sus ojos escondían una intención.
Ian habia terminado con ella... ¿o no?—Papá quiere hacer una fiesta ahora que termines el documental, para que lo muestres a los invitados. Habrá mucho ganadero millonario entre ellos y si lo piensas, amor —se dirigió a él. Carolina se puso ceñuda—. Tal vez te surjan ofertas interesantes.
Ian notó la tensión de Carolina. Ahora que conocía un poco más a Magui y sus intenciones hacia Carolina, sentía ganas de obligar a la capataz a irse con él y sí le haría la oferta. Estaba seguro de que aceptaría sin dudar.
—Magui, sabes por qué hice este documental. Cuando se acabe ésta semana viajaré, me salió una propuesta interesante.
Magui sonrió forzadamente y de nuevo Carolina notó ese gesto falso.
—Mi amor, papá está muy complacido con tu trabajo y cuando le diga que...
—Magui, deja que el señor cumpla con su trabajo y se vaya. A menos que haya algo más importante que pueda hacerlo cambiar de opinión acerca de ese viaje tan largo. Quizás quiera hacer algo antes de irse.
Magui la miró seria.
—Es cierto, ¿te refieres a que papá se entere de nuestro compromiso?
Carolina frunció el ceño.
—¿Compromiso? —dijo sintiendo que le movieron el piso—. ¿De qué hablas?
—Magui, ya habíamos hablado de eso —le recordó él.
—Cariño, Carolina debe saber. Además, dime que no se pondrá loca de alegría cuando sepa que además de que su mejor amiga está con un hombre tan perfecto como tú, su madre que creía muerta está en el pueblo.
Carolina perdió el color al escuchar esa noticia.
—¿Qué...? ¿Qué dices?
—Carolina, ¿la has estado viendo y no sabes quién es?
—Magui, no sigas —le advirtió Ian.
—¿Cómo que mi mamá está en el pueblo? Ella se largó y se murió... —su voz tembló—. Ella... —ya no pudo continuar pues sintió que las piernas se le doblaron.
Ian fué en su ayuda. La tomó en brazos y Carolina se aferró a su cuerpo con desesperación, escondiendo la cara en su cuello.
—Vamos a otro lugar donde puedas descansar un momento.
—Es que no es posible... ¿De quién habla Magui? Estoy mareada...
—Debes relajarte primero y luego averiguamos de que se trata.
Ian la miró con reproche. Era una mujer cruel.
Magui se les quedó viendo. Al verlos marcharse, confirmó que los rumores eran ciertos. Ian y Carolina estaban enamorados. Aunque eso ya lo había confirmado al ver el documental. En el aparecía Carolina vista desde un ángulo que solo quien la amara podría retratarla.
Sintió una gran angustia en el pecho. Si Ian la convencía de irse ya no la vería nunca más. No le iba a permitir que la apartara de la mujer que amaba.
Apretó los labios y unas lágrimas escaparon de sus ojos. Carolina sería suya. Pero antes debía hacer una visita.Ana miró a la hermosa mujer sentada ante ella en la sala de su casa.
—Digame en que puedo ayudarla —dijo sentándose enfrente.
ESTÁS LEYENDO
¿QUÉ HARÍAS POR AMOR?
Romance¿FINGIRÍAS SER ALGUIEN MAS PARA PERDER AL AMOR DE TU VIDA? Todo comenzó con un chat. Carolina se hizo pasar por su mejor amiga para conseguir una cita con el único hombre que le recordaba que era mujer... Después de todo, él nunca pondría sus ojos...