03|Pánico.

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Camila Cabello-She Loves Control

—¡Es una bestia! ¡Un bastardo de mierda, eso es lo que eres pedazo de animal! —vocifera Less a todo pulmón

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—¡Es una bestia! ¡Un bastardo de mierda, eso es lo que eres pedazo de animal! —vocifera Less a todo pulmón.

—¡Y usted es una bruja! —grita el hombre de ojos cafés y cabello rubio de regreso, pero no luce enojado, todo lo contrario; parece divertido—. ¡Es una arpía! ¡Un alacrán!

—¿Un arpía? —inquiere Less incrédula y con la mandíbula tensa—. ¿Un alacrán? —Menea la cabeza en desaprobación—. Te enseñaré lo que es ser eso, cabrón —termina de decir para después echarse sobre el hombre y empezar a golpearlo.

—¡Leslie detente! —grito e intento apartarla del pobre hombre (aunque no es tan pobre, quien lo mando a chocarnos) Varios oficiales se acercan rápido y los separan.

—¡Te voy a partir la cara pedazo de animal! —grita mi amiga, zarandeándose con fuerza para que el oficial que la tiene agarrada la suelte.

—¡Suficiente! —vocifera una mujer uniformada acercándose hasta donde estamos—. Esto no es un circo señores y si siguen armando un espectáculo, ordenare que los lleven hacia las celdas y los dejen allí durante toda la noche, por alteración del orden público ¿Entendieron?

Le doy un codazo en el costado a Leslie y ella refunfuña, se acomoda el cabello y la ropa para después decir.

—Entendido, pero...—Observa al hombre que nos chocó—, él tiene que pagar por los daños. El carro es rentado y el dueño ya está en camino.

—Ustedes fueron las que frenaron de golpe en la carretera.

—¡Porqué el semáforo se colocó en rojo, animal! —grita Leslie y la mujer uniformada le lanza una mirada de advertencia, haciendo que ella ladee la cabeza hacia un lado y suelte un suspiro—. El punto aquí es que usted nos llegó por detrás, iba a una velocidad alta y si no fuera por el cinturón de seguridad y las bolsas de aire, nosotras. —Se señala ella y después me señala a mí—. Estaríamos en un hospital con al menos con una herida en la cabeza.

Ninguno dice nada. La mujer que esta uniformada, que se llama Sharon (según la placa que esta colgando de su uniforme) observa a Leslie y al hombre, su mirada va de aquí a allá, se cruza de brazos y con voz monótona y sin emociones dice:

—A cada uno se les tomara las declaraciones. —Ve al hombre, quien tiene una pequeña sonrisa en sus labios, la cual desaparece a lo que la oficial lo ve—, observaremos los videos de seguridad de la calle para saber qué fue lo que ocurrió y nos colocaremos en contacto con ustedes después. —Observa a uno de los oficiales que está detrás de Leslie—. Oficial Gómez, usted tomara la declaración de las señoritas y el oficial Hamilton tomara la declaración del hombre. Y por lo que más quieran, no más escándalos.

Sin decir otra palabra se da la vuelta sobre sus talones, deja caer sus brazos a los costados de su cuerpo y comienza a caminar lejos de nosotros.

Déjame amarte ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora