12|Olvídelo.

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The Weeknd - Call Out My Name

—Necesito que mañana me entregue los diseños de los apartamentos —manifiesta Mila mientras vamos caminando por los pasillos del edificio, ella tiene su mirada fija en la tablet entre sus dedos y no se fija por donde está caminando—

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—Necesito que mañana me entregue los diseños de los apartamentos —manifiesta Mila mientras vamos caminando por los pasillos del edificio, ella tiene su mirada fija en la tablet entre sus dedos y no se fija por donde está caminando—. También necesito otros diseños, en su escritorio se encuentran las instrucciones y ya le envíe al correo los planos del lugar. —Se detiene y gira su rostro en mi dirección—. ¿Tiene alguna duda?

—Pensé que íbamos a trabajar en los diseños de los hoteles.

—Primero deben viajar hacia los lugares correspondientes para observar el entorno, así el diseño ira de la mano con la esencia del lugar.

—¿Y eso cuando será? —inquiero.

—Cuando el joven Chad y el joven Owen digan. —Asiento con la cabeza, comprendiendo lo que dice—. ¿Alguna otra duda?

—No.

—Perfecto. —Aferra la tablet a su pecho—. Feliz día, Anne.

—Igual —murmuro confundía. Ella nunca me llama por mi diminuto, siempre utiliza mi nombre Annabet o mi apellido. Eso es raro.

Sus ojos escudriñan por unos segundos mi rosto y luego empieza a caminar, alejándose de mi campo de visión. Abrazo mi cuerpo y giro sobre mis talones, para ir hacia mi oficina. Doy varios pasos y me detengo de manera abrupta, Owen y Chad vienen en mi dirección, están charlando y la mirada de Owen está sobre el teléfono entre sus dedos. Están algo lejos, el primero esta sonriendo mientras observa de reojo a su amigo y niega con la cabeza.

Observo hacia los lados con nerviosismo, buscando una salida, en un acto desesperado tomo la perilla de la oficina que está a mi lado izquierdo y me adentro en el lugar, cerrando rápidamente la puerta y apoyando mis manos sobre ella.

—¿Qué haces?

Doy un respingón y volteo asustada hacia la persona, Gemma me observa con una ceja arqueada y con una sonrisa burlona en sus labios, está sentada detrás del escritorio y sus lentes se resbalan un poco por el tabique de su nariz.

—Me escondo.

—¿De qué?

—No es un qué es un quién.

La sonrisa en sus labios se ensancha y abre la boca para responder, pero dos golpes en la puerta me sobresaltan, giro hacia ella y coloco el seguro al reconocer la voz de Chad.

—¿Te estás escondiendo de él? —La escucho murmurar.

—De Owen. —Cierro los ojos y muerdo el interior de mi mejilla.

Desde que regresé de Vancouver lo he evitado a toda costa, no recuerdo mucho sobre lo que ocurrió, pero sé que estuve ebria, también recuerdo haberle contado sobre mi tatuaje y haber llorado. No puedo verlo a los ojos, no quiero hacerlo, no quiero ver la lastima o la curiosidad en sus ojos por saber porque intente hace años suicidarme.

Déjame amarte ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora