10|Idiota.

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Shawn Mendes - Lost In Japan 

Mi cabeza está a punto de estallar como una bomba, no dormir me hace mal, hago una mueca cuando una punzada de dolor atraviesa mis sienes

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Mi cabeza está a punto de estallar como una bomba, no dormir me hace mal, hago una mueca cuando una punzada de dolor atraviesa mis sienes. Entro en el elevador y apoyo mi cabeza en una de las paredes, presiono el botón que da al octavo piso y espero que el elevador suba. Hace algunas paradas en diferentes pisos, las personas entran hablando y sonriendo con total felicidad, y algunos se quedan observando mi cara de fastidio.

Cuando el elevador llega a mi piso me abro paso entre las personas, saliendo del elevador y caminando hacia mi oficina. Estoy llegando tarde, son casi las diez de la mañana, tengo sueño y hambre. Después de que dieron de alta a Owen lo acompañé a su apartamento, donde su chofer —Hugo—. Lo regañó como si fuera su padre. Después me fui a mi apartamento, con la ropa de Owen puesta, porque olvidé que mi ropa estaba en su baño.

Ropa que Hugo llevó esta mañana a mi apartamento.

Mi cabeza palpita y me urge inventar una escusa para Mila. Tengo varias llamadas perdidas de ella y tampoco tengo respuesta sobre los planos, los cuales también están en casa de Owen. Mierda, estoy perdida.

Saludo a algunas personas mientras camino y sonrío de manera forzada, abro la puerta de la oficina y me adentro en ella. Cierro los ojos y me apoyo a la puerta de vidrio, dejando caer la cartera a mis pies. El olor a café inunda mis fosas nasales, un suspiro sale de mis labios y mi estómago se retuerce ante el olor.

—¿Y qué tal quedo?

Frunzo el ceño y abro los ojos, dando con los de Gemma. Quien está sentada en un silla de cuero negra, frente a un escritorio blanco y que mierda. Paseo con la mirada mi oficina, ahora tiene color y personalidad, los muebles que compramos el día de ayer están organizados. El cuadro del puente en invierno está colgado a mi izquierda, cubriendo la pared blanca y, en un rincón hay un estante, con algunas fotografías familiares.

—Tu hermana me ayudó, ella trajo las fotografías, espero que no te enojes.

Camino hasta el estante y tomo la fotografía donde salimos toda la familia, fue el día que me gradué del instituto. Mamá tiene el cabello negro y sus ojos son verdes esmeralda, mientras que papá es de cabello castaño y ojos verdes oliva. Estamos sonriendo. En otras fotografías salimos Less y yo.

Todavía no he hablado con ella.

—¿Entonces? —inquiere Gemma ansiosa.

Volteo hacia ella y asiento con la cabeza, mientras que una pequeña sonrisa se desliza por mis labios.

—Quedo hermoso, ahora sí parece...

—La oficina de una diseñadora. —Termina la frase por mí y sonríe—. Lo sé.

Dejo salir una pequeña risa y tomo una de las fotografías, donde salgo con Chloe de bebé, ambas estamos sentadas en la playa, con sombreros idénticos y trajes de baño del mis color. Mi estómago vuelve a gruñir y devuelvo a su lugar la fotografía.

Déjame amarte ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora