Déjame amarte ©

17|Dulces de miel.

Allie X - Paper Love

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|OWEN JONES|

Lo peor que alguien puede vivir, es ver como la persona a la cual admira y ama con todo su corazón está muriendo, como una enfermedad va debilitando poco a poco su cuerpo, como va consumiendo su alegría y como la vida se desvanece entre los dedos como si fuera agua. La impotencia, las ganas de vender tu propia alma al mismísimo diablo con tal de salvarla.

Pero es en vano, hasta el propio diablo es vil y tramposo.

Ver a mi mamá conectada a varios aparatos, ver como las sonrisas que da son llenas de cansancio, como se resigna a que en cualquier momento puede morir es aterrador. Te hace desear tener una máquina del tiempo para poder viajar al pasado y hacer que detecten la enfermedad antes de que esta avance rápidamente, antes de que su corazón se termine de debilitar.

Miro de reojo a Anne, está observando por la ventana pero sé que está perdida entre sus pensamientos. Su cabeza esta apoyara al vidrio, sus manos descansan sobre su regazo y viste un vestido floreado, donde su cabello largo y sedoso esta hecho en una trenza. Se ve fresca, luce hermosa.

Cuando Kathe me dijo que se había ofrecido a cuidar a Kira me atraganté con la comida, a Anne no le agradan mucho los niños. Solo bastó con mirar sus ojos la noche de la presentación de Less para saber que ella y los niños no van de la mano, una sonrisa se desliza por mis labios al imaginarla junto a Kira. Esta última es curiosa y muy inquieta cuando se lo propone, además de ser muy ocurrente.

Estaciono el auto en la casa hogar, me quito el cinturón de seguridad y Anne me observa curiosa. Hoy la trabajadora social hablará con Timmy, Clary llamó esta mañana para informarme. A Timmy no le gustan los extraños, cuando lo conocí fue difícil que hablará conmigo, ha sido todo un proceso irme ganando su confianza, y sé que no va a querer hablar con la trabajadora.

—¿Una casa hogar? —inquiere en un susurro cuando bajamos del auto y caminamos en dirección a la puerta.

—Así es.

Doy dos toques a la puerta y ella sigue mis movimientos en silencio, su ceño esta fruncido, sonrío un poco de lado y tomo su mano. Se tensa por unos segundos, pero luego se relaja. Sus ojos bajan hasta nuestras manos unidas, frunce más el ceño y muerde el interior de su mejilla, dudosa. Ese gesto hace que mi sonrisa se ensanche. Me gusta tomar su mano. Me gusta saber que estoy provocando cosas en ella, así como ella las está provocando en mí.

—¡Owen! —exclama una de las madres y me abraza, le devuelto el abrazo sin apartar mi mano de la de Anne—. Pensamos que no vendrías.

—Lamento la demora, madre Soledad.

—No importa, niño. La trabajadora social llegó hace cinco minutos y la madre Luz está hablando con ella para hacerte tiempo. —Sus ojos se desvían unos breves segundos hacia Anne y luego vuelven a mi—. Oh, veo que trajiste a tu novia. Pasen, pasen.

Miro a Anne, quien sonríe avergonzada y esta sonrojada. Quiero soltar una carcajada pero me abstengo de hacerlo y muerdo mi labio inferior, no intento desmentir lo que cree la madre. No quiero hacerlo. Jalo de la mano de Fleur, adentrándonos al lugar.

—¿Y Timmy? —inquiero mientras avanzamos por los pasillos.

—Está en su habitación, no quiere salir de allí. —Deja salir un suspiro resignado—. Es un niño inteligente, se dio cuenta que alguien quería hablar con él y se fue corriendo a esconder debajo de la cama.