Déjame amarte ©

19|No puedo.

Finding Hope - Love

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|ANNABET FOSTER|

El sonido de un teléfono sonando me hace gruñir, me hago un ovillo en el lugar y suelto un jadeo cuando el sonido se detiene y después vuelve a sonar. Me envuelvo en la cobija que me cubre y escucho la voz de alguien, creo que ya atendieron el aparato del diablo. Dejo salir un suspiro y cuando me muevo un dolor infernal atraviesa mi cuello, maldigo por lo bajo y me cubro hasta el cuello con la cobija.

¿Qué mierda? Abro los ojos y observo la cobija azul oscuro que me cubre, frunzo el ceño y me siento, sintiendo dolor en mi cuello y espalda, hago una mueca y me levanto del sofá, no tengo mis zapatos estos están a un lado de mis pies. Dejo salir un bostezo y volteo hacia atrás.

Owen está cocinando y hablando en francés con alguien por el teléfono, estiro mis extremidades un poco y doblo la cobija, dejándola sobre el sofá, observo mi cartera y doy con que está abierta, vuelvo la mirada hacia Owen, miro el aparato entre sus dedos y frunzo el ceño al darme cuenta que es mi teléfono.

¿Por qué tiene mi teléfono y por qué habla en francés?

No entiendo nada de lo que dice, pero mi estómago gruñe a lo que el olor de la comida inunda mis fosas nasales, huele muy bien. Me coloco los zapatos y camino hasta la cocina con pasos cautelosos, frunzo el ceño al entender Fleur en la conversación, él sigue enfrascado en hablar y cocinar a la vez, que no se ha dado cuenta de que estoy sentada en una de las sillas, que estoy observándolo con intriga.

—J'aime la voir sourire, si elle savait le pouvoir qu'elle a sur moi, Dieu ... si elle savait que je tombe amoureux. Je suis perdu, Kat. Il n'y a pas de retour et si je l'avais, je ne changerais rien.(1)

Apoyo mi mentón en la palma de mi mano, Owen se ríe y dice algo en voz baja y termina colgando. Deja mi teléfono a un lado de la cocina y tararea una canción, mientras que apaga la estufa, saca dos platos de unos de los gabinetes blancos y parece que va a servir.

—Huele demasiado bien. —Suspiro y él voltea a verme.

Una sonrisa tierna se desliza por sus labios.

—La bella durmiente ya despertó —susurra con diversión, mientras coloca sobre la isla los platos con comida, parece pollo.

—Y el bello durmiente igual —digo con diversión.

Él niega con la cabeza y toma los dos platos de comida, hace una señal con la cabeza para que lo siga y así lo hago, salimos del lugar por una puerta corrediza de cristal que no me había dado cuenta que estaba a un lado del gran ventanal, al salir estamos en una terraza, donde sobre una mesa hay unas velas, dos copas de cristal y una botella de vino.

Él coloca los platos mientras que yo observo el panorama, las luces de los edificios brillan como estrellas, y hablando de ellas, el cielo estaba cubierto por distintas constelaciones y una hermosa media luna decora el cielo oscuro.

—Fleur.

Giro hacia él, esta agarrado del respaldo de la silla, hace una señal para que me siente, sonrío de lado y me acercó hacia él, sentándome y luego de acomodar la silla, él se sienta enfrente de mí.

Esto luce muy romántico.

Meneo la cabeza para desechar esa estúpida idea, no es romántico; es solo una cena al parecer.