Déjame amarte ©

33|Patos al agua.

Charlotte Lawrence - Young & Reckless

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MARATÓN: 3/?

|OWEN JONES|

—Enviaré lo que necesitan en el psiquiátrico mañana a primera hora —dice Clary mientras anota algo en su tableta.

—Gracias por esto.

Eleva la mirada de la tableta y la fija en mí, sonríe un poco y coloca su mano sobre la mía.

—No te preocupes. Todo estará bien.

Resoplo.

—Han pasado años y parece empeorar, su locura esta elevada.

—Es la culpa, Owen. La culpa hace que nos volvamos locos y tengamos miedo de intentar algo nuevo por miedo a volver a herir.

—Lo suyo no es culpa, es remordimiento por lo que hizo —digo brusco y ella asiente con la cabeza.

El remordimiento de sus acciones lo llevó a la locura, sus pecados lo atormentan, lo vuelven loco y le roban la escaza cordura que aún le queda. Veo hacia Timmy, está viendo televisión junto a Kira, no sé qué fue lo que le dijo Anne hace unas horas, pero parece volver a ser amiga del enano a su lado.

Dentro de unas horas será el cumpleaños de él, será su primer cumpleaños celebrado, el primero de muchos, de eso me encargaré yo. Será feliz junto a su nueva familia, nunca volverá a estar triste.

—Ya me tengo que ir, debo terminar algunas cosas para mañana —susurra con pesadez. La veo tomar su bolso y despedirse de los niños, la acompaño hasta su auto en completo silencio.

—¿Estás segura de lo que harás? —cuestiono cuando quita la alarma.

Abre la puerta del auto y lanza el bolso hacia el interior, se da la vuelta para mirarme.

—No, pero sé que es lo que necesito hacer —se abraza a sí misma, cubriéndose del frio de la noche—. Sé que no lo entiendes, pero es lo mejor Gus.

Sonrío y me cruzo de brazos.

—Solo dices Gus cuando te quieres salir con la tuya y no quieres que te detenga.

—¿Y lo estoy logrando? —curiosea divertida.

Me encojo de hombros.

—No voy a detenerte, tu lo dijiste, no lo entiendo y si crees que es lo mejor, lo respeto. Aunque sigo creyendo que esta no es la mejor opción.

Sonríe con lágrimas retenidas en sus ojos, se acerca y me abraza. Le devuelvo el abrazo y acaricio su cabello. Ella es mi hermana, mi mejor amiga y siempre voy a querer lo mejor para ella, aunque eso signifique que voy a tener que aceptar sus drásticas decisiones.

—Te quiero mucho, Gus.

—Y yo a ti, Clary.

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—Deja de comerte las gomitas, Chad. —Gruño por decima vez.

Revolotea los ojos y me ve aburrido, agarra otro puñado de gomitas y lo introduce en su boca, mirándome desafiante. Golpeo la parte trasera de su cabeza y se echa a reír, para después toser.

—Ya, ya, en unos minutos voy y compro más, gruñón.

—Imbécil.

—Cabrón.