34|Abeja.

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SUZY (수지) - I LOVE YOU BOY

|°°°|

MARATÓN: 4/5

|ANNABET FOSTER|

—¿Podrías derretir el chocolate para las fresas, linda? —pide Juls con voz amable mientras termina de decorar algunas galletas con forma de carro.

Asiento con la cabeza y tomo las barras de chocolate que trajo Chad, echo las barras en un bol de vidrio y coloco el bol sobre el agua que está en una olla. Mientras, voy moviendo el chocolate a medida que se va derritiendo.

—¿La cachorra ya tiene nombre? —inquiere Juls, mirándome de reojo. Su rostro tiene color y tiene más masa muscular, luce sana, aunque eso no sea completamente cierto y siga estando débil.

—No, pero creo que Timmy quiere que Owen lo ayude.

Se ríe por lo bajo y niega con la cabeza.

—No creo que eso sea una buena idea. —Frunzo el ceño y ella se apresura a explicar al ver que no entiendo—. Owen es pésimo para escoger nombres para mascotas. Hace años, cuando le regalamos un hámster, lo llamó Tofu.

Abro la boca y termino cerrándola, la miro es espera de que se ría y diga que es broma, pero no lo hace y la observo extrañada.

—¿Tofu?

—Tofu —repite sonriendo amplio.

Me echo a reír y ella igual, niego con la cabeza y sigo batiendo el chocolate. Al menos no lo llamó bola de carne, tal y como lo hizo Chloe con su primera mascota. Tenía once años y no tenía, y sigue sin tener, creatividad para colocarle un nombre a una mascota.

—No creo que sea buena idea tener a Anne cerca del fuego mamá —dice Owen entrando a la cocina con algunos bol vacíos y tomando otra bolsa de gomitas para echarla—. Y mira que estoy amando verlas cocinar juntas.

Lo miro mal y él me guiña un ojo para después sonreír.

Idiota.

—¿Por qué? —curiosea Juls.

Le lanzo una mirada a Owen que claramente dice: No lo hagas, prácticamente le estoy suplicando con la mirada que no abra la boca y cuente lo de la cocina. Porque sé que voy a colocarme roja y sé que la vergüenza va a consumirme.

Él se ríe un poco y luego me ve con maldad para decir:

—Porque la señorita aquí presente, incendió su cocina, e irónicamente, lo hizo derritiendo chocolate.

Doble idiota.

Cierro los ojos con fuerza y cuento mentalmente hasta tres para luego abrirlos y verlo sonriendo con diversión. Miro hacia Juls, quién me observa con la misma diversión que brilla en los ojos de su hijo. Siento mis mejillas calientes y muerdo el interior de mi mejilla.

Trágame tierra.

—¿Incendiaste tu cocina? —curiosea.

—Lo hice, pero era una niña.

—Con doce años —añade Owen y el calor en mis mejillas se intensifica.

Voy a matarlo.

Juls se echa a reír sonoramente y rio incomoda, muevo mis labios en dirección a Owen y le digo idiota sin pronunciar ninguna palabra, mientras que él sonríe y hace lo mismo, pero diciéndome bonita. Es un idiota encantador no puedo negarlo. Sonrío y niego con la cabeza.

Déjame amarte ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora