36|Consecuencias.

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Charlotte Lawrence - Sleep Talking 

|°°°|

|OWEN JONES|

—¡Dime donde está! —brama por cuarta vez.

—No lo haré.

—¡Maldición, Owen! No hagas esto, dime dónde está ella.

—¿Ahora quieres saberlo? —Sonrío tenso y niego con la cabeza—. Se fue hace horas y hasta ahora te estás dando cuenta que ella no está, que se fue.

—Solo dime dónde está —masculla entre dientes.

—No te diré una mierda. Ella se fue, no quiere estar cerca de ti, ya no.

—¡No tienes el puto derecho de ocultarme dónde está ella, Owen! —vocifera y me empuja—. ¡Es mi novia!

—¿Ahora recuerdas que lo es? —inquiero con calma. Camino por la sala a medida que voy negando con la cabeza—. No seas tan hijo de puta, Chad. Anoche estabas más pendiente mirando a Gemma que no te diste cuenta que Clary se marchó. Estuviste tan ocupado anoche, al parecer. Que al llegar al apartamento no te diste cuenta que sus cosas no estaban, que ella no estaba.

Gruñe y restriega con sus manos su rostro, su piel esta roja por la cólera, sus ojos lucen furiosos, parece un animal enjaulado. Inhala y exhala con fuerza mientras va caminando por toda la sala, maldice entre dientes y niega con la cabeza.

—Por favor, solo dime a dónde se fue —suplica.

Levanta la mirada hacia mí y allí esta esa mirada de dolor, de desespero.

—No. No te diré nada. Es mi última palabra.

—¡¿Por qué me haces esto, Owen?! —brama y se acerca amenazante hacia mi—. ¡Eres mi mejor amigo y parece que me estas alejando de la mujer que amo!

—¿La mujer que amas? —inquiero en voz baja y me acerco a él—. ¿En serio? Si la amaras te hubieras dado cuenta que ella no estaba bien, que estaba sintiéndose perdida, que pasaba la mayor parte de su tiempo trabajando para llenar el vacío que estaba sintiendo en su pecho. Si la amaras, no te hubieras comenzado a fijar en alguien más. Si la amarás realmente, no estarías aquí, pidiendo respuestas, y ella no se hubiera marchado.

—Owen —masculla.

—Owen y una mierda, Chad —lo empujo y él se desestabiliza—. La heriste, Clary no es ninguna estúpida y se dio cuenta que entre tú y Gemma estaba ocurriendo algo.

—Nunca quise...

—¿Qué? —interrumpo—. ¿Nunca quisiste qué? ¿Herirla? ¿Engañarla? Han estado juntos durante años, años —recalco la palabra—, y tú decidiste mandar todo eso a la mierda por alguien más, no tuviste los huevos suficientes para decirle que ya no la amabas, o que no era como antes...

—¡Si la amo!

—¡Pues no lo parece, Chad! —bramo, levantando por primera vez la voz desde que llego—. No lo hace, ni siquiera desmientes que le fuiste infiel.

Cierra los ojos con fuerza y esconde su rostro entre las palmas de sus manos, gruñe y maldice al mismo tiempo. Cuando me ve, las lágrimas están siendo retenidas en sus ojos y aprieta con fuerza sus manos a los costados de su cuerpo.

¿Cuántas veces miré a Clary intentando no echarse a llorar anoche?

¿Cuántas veces vi el dolor en sus ojos?

Ahora él está sintiendo solo una parte de lo que ella sintió anoche, cuando él estaba muy al pendiente de Gemma, mientras que su novia estaba a su lado, observándolo, dándose cuenta de las miradas. No sé cuánto tiempo ha estado él con Gem, tampoco sé mucho, pero cuando Clary me contó lo que creía que pasaba, cuando la vi echándose llorar, lo comprendí.

Déjame amarte ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora