37|Remordimiento.

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Never tear us apart - Bishop Briggs

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|ANNABET FOSTER|

—Entonces, ¿esa bola de carne es el bichito? —inquiere Less, mirando con detenimiento la pantalla donde se muestra el bichito.

Ese apodo se lo coloco Less al bebé, y todas le decimos así, es raro. Pero creo que Gem prefiere llamarlo así por los momentos, ya que cuando están Chloe o Andrew cerca, ninguno sabe de qué estamos hablando.

La doctora ríe un poco, en realidad todas lo hacemos.

—Lo es, el bebé ya dejo de ser un embrión para empezar a ser un feto. Ya estas empezando las siete semanas. En esta etapa, el esqueleto del bebé comienza a formarse, y sus órganos y tejidos comienzan a madurar. Y los latidos de tu bebé ya son oíbles, débiles, pero lo son.

—¿Puedo escucharlo? —curiosea en un hilo de voz Gem.

La doctora asiente y explica lo que va a hacer, pero no entiendo mucho de medicina. Le sube el volumen a algo y el silencio rodea el lugar, luego unos débiles y rápidos latidos comienzan a escucharse. Gemma sonríe mientras llora en silencio, su mano aprieta la mía con fuerza y Less coloca la suya sobre las nuestras.

—Ese es el latido de tu bichito, Gem —musito en voz baja.

—Lo es —afirma ella.

La ginecóloga nos explica lo que está ocurriendo con el cuerpo de Gem y le prescribe algunas vitaminas, luego le da una hoja para llevar el control natal. Es la primera ecografía de muchas que se va a hacer de ahora en adelante. Antes de salir del hospital, pasamos por el baño debido a los vómitos de Gem.

—¿Deberíamos comprar algo de ropa ancha? —curiosea Less mientras maneja—. Porque estas creciendo y pronto todos se darán cuenta que estas embarazada y no podrás ocultarlo de Chad.

—Todavía me queda mi ropa y tengo ancha, esa fue la que empaque para el viaje.

—¿Estas seguras de ir al viaje? —inquiero y volteo hacia ella, quien está sentada en el asiento trasero con las piernas estiradas—. Has estado cansada estos días y no duermes bien debido a las nauseas.

Niega con la cabeza.

—Estaré bien, solo serán tres días y volveré. Además de que no es mucha la distancia de aquí hasta allá. Iremos en avión, lo cual solo serán treinta y siete minutos de vuelo. En poco tiempo estaré de regreso.

—¿Se lo dirás? —cuestiona Less, estacionando el auto.

Me quito el cinturón de seguridad y Less hace lo mismo, Gem no responde la pregunta mientras bajamos del auto en dirección al apartamento. Los últimos días ha estado pasando la mayor parte del tiempo con nosotras, le hemos dicho que se quedé a vivir con nosotras pero ella no quiere dejar sola a su mamá, y cuando va a su casa por ropa, solo Less la acompaña, no deja que yo lo haga y no entiendo la razón o motivo.

No me pasa desapercibida la culpa en su rostro o como me aparta la mirada, como se hace pequeña ante nosotras, como si tuviera miedo que en cualquier momento la señalemos.

Tono como a veces se hace un ovillo y cierra los ojos con fuerza, esperando gritos o insultos de nuestra parte.

—Creo que aún no —musita adentrándose al apartamento—. Digo, todavía está herido porque Clary se marchó. —Eso último lo dice con culpa—, no creo que sea buena idea decirle: ¡Oye! ¿Recuerdas cuando nos acostamos? Bueno, dejaste tu semilla en mi estómago y está creciendo.

Déjame amarte ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora