Déjame amarte ©

46|Promesas.

VÉRITÉ - Need Nothing

|°°°|

|ANNABET FOSTER|

Intento sostener el teléfono entre mi hombro y mi oreja, mientras hago el desayuno. Estoy ansiosa, es una extraña sensación en mi pecho que hace que mis nervios estén a flor de piel, Owen sigue dormido y quiero aprovechar eso para cocinar. La última vez que me quedé aquí, prácticamente le desprecie el desayuno.

Necesito compensarle muchas cosas a ese hombre por seguir junto a mí.

Despertar ha sido lo mejor que me ha pasado dentro de semanas, fue agradable estar entre sus brazos, aunque parecía que estuviera abrazando a un muñeco, debido a que me tenía prácticamente inmovilizada.

—Eso, una despedida de soltera con todas las letras —dije Chloe en el otro lado de la línea—. Gem cree que es una buena idea, dentro de unos días será la boda, todo es una locura, y Less está algo estresada, debe relajarse.

—No lo sé —musito insegura.

Escucho la voz de Gemma al fondo, ya son muy pocas las veces que la vemos. Desde que salió del hospital se la pasa trabajando en la oficina, se despierta antes que todas y se va temprano, regresa tarde, no habla sobre el tema de su bebé, siempre lo evita a toda costa. Los primeros días estuvieron peor, no quería comer, hablar o hacer algo, tuvimos que prácticamente sacarla a arrastras de la cama. Aunque tampoco he estado ahí para ella. Less es la única que se ha encargado de ambas a la vez, mientras nosotras estábamos siendo consumidas por nuestras tristezas.

Sé muy poco, pero Chad no sabe del bebé y ella no planea decírselo.

—Yo me encargaré de todo, solo debes decir si estás de acuerdo o no, punto y fin. ¿Entonces? ¿Entras o te vas a acobardar? —cuestiona con autoridad. Suspiro y dejo de cortar la fruta para colocarla en un plato hondo.

—Bien, estoy dentro.

—¡Perfecto! —chilla y sonrío—. ¿Anne?

—Uhh.

—Espero que hayas usado protección porque no quiero sobrinos todavía.

Toso con fuerza al atragantarme con mi propia saliva, tomo el teléfono y abro y cierro la boca repetitivas veces. Siento mi rostro caliente por la vergüenza mientras ella se ríe a carcajadas y puedo escuchar en el fondo la risa de Gem.

—¡Cállate, Chloe! —bramo y tapo con una mano mi rostro.

—Oh vamos, no quiero limpiar culos todavía. Así que cuidado con lo que haces, Annabet.

Rio entre dientes.

—No habrá bebés por los momentos.

La escucho suspirar aliviada y me rio a carcajadas, puede ser exagerada cuando se lo propone.

—Es bueno escucharlo. Te quiero cara de nalga.

—También te quiero estúpida.

Masculla algo entre dientes y cuelgo para dejar el teléfono a un lado. Coloco mis manos en jarras y veo el desayuno, está todo bien servido y preparado, tarde pero parece que todo se ve perfecto y en su lugar.

—Hasta aquí me llega el amor de hermanas —lo escucho decir, levanto la mirada y lo veo acercándose a paso perezoso y parece recién duchado, además de que tengo una buena vista de su abdomen descubierto—. Casi me hacen llorar por tanto amor.

Sonrío amplio y me encojo de hombros.

—Es lo que hay.

Ríe entre diente y niega con la cabeza, se acerca y planta un beso sobre mis labios, para luego abrazarme. Cierro los ojos al sentir su calor, huele bien y aspiro profundamente ese aroma.