28//Esto no es juego.

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Maratón 3/?

– ¿Que? A ver, Alberto ¿estas consciente de lo que estas diciendo?

– Por supuesto. - seguía mirándome - Que dices pequeña _____, aceptas?

– Yo...

– No! No la vamos a involucrar en nuestros negocios, es una niña, por dios!!

– No te metas Arturo. - dijo con calma

– Me meto porque es mi sobrina y...

No pudo terminar ya que un sujeto lo tomo del cuello y puso una navaja cerca de su yugular.

– Entonces, aceptas.... O tu tío muere. - sonrió con malicia

– No hagas esto... - dije con los ojos llorosos.

– 1....

No quiero pasar el resto de mi vida huyendo de la policía

– 2....

Pero tampoco quiero perder a mi tío. El tipo hizo presión en su cuello sacando una gota de sangre

– 3.

– Acepto. - dije rápidamente.

Soltaron a tío Arturo y el otro aplaudió. Se levanto de la mesa y se acerco hasta donde estaba yo.

– Buena elección, pequeña. - hizo a un lado un mechón de cabello y me dio un beso en la mejilla. - Salio muy buena tu comida Flor, felicidades.

•••

Después de que se fueron subí a mi habitación, genial, acabo de arruinar mi vida por salvar la de mi tío.

– Se puede? - era mi tío parado en la puerta

– Pasa. - estaba acostada en mi cama de cabeza

– Lamento que hayas tenido que aceptar por mi culpa. - se sentó en la cama

– Ya no importa - me senté quedando frente a él - Como esta tu cuello.

– Esta bien. No fue muy profundo, pero igual duele.

– Tengo miedo. - baje la mirada y mis ojos se cristalizaron

Alzo mi barbilla y me miro a los ojos

– Tranquila _____, estaré contigo en todo momento, quiero que sepas que pase lo que pase nunca te voy a dejar sola.

– ¿Lo prometes?

– ......Lo prometo. - beso mi frente y luego me abrazo - Ve al coche, quiero mostrarte algo.

•••

Se detuvo enfrente de una gran bodega, bajamos del coche y yo mire lo grande que es.

– ¿Qué hacemos acá? - pregunté mientras avanzaba.

– Acá mi pequeña _____, es donde se envía o recibe la mercancía.

Habían varias avionetas en fila, todas tenían en letras negras y grandes el apellido "Herrera".

– Eran de mi padre, o son tuyas. - toque una de ellas

Suspiro algo indeciso

– Tu padre.

Seguí mirándolas y a todo el lugar, cuando ya había visto todo me acerque nuevamente a mi tío

– Porque me trajiste a aquí.

– Pues bueno, como ya vas a empezar a chambear con nosotros, es hora de que vayas viendo, escuchando y aprendiendo todo lo que debe saber un buen traficante.

– Te recuerdo que yo no pedí meterme en esto, si acepte fue para salvarte la vida.

– Y estoy muy agradecido, pero sea la razón por la que hayas aceptado a ellos no les va a importar, lo único que quieren es negociar y saben que eres buena para eso.

– Pero tío...

– Otra cosa - me interrumpió - De ahora en adelante no me llames tío, dime Señor o Arturo, entendiste?

– Si, Arturo.

•••

– Escucha _____, tu bien sabes que esto es delicado, cuando vuelvas con tus amigos actúa normal, nadie puede enterarse de esto, y si se lo dices a alguien, no solo corres peligro tu, si no también esa persona. Entre menos gente sepa mejor, así que aprende a cuidarte la boquita.

– Si alguien se llegará a enterar, que pasara con esa persona.

– Bueno pues.... Deberás quererla mucho porque te damos tope junto con el o ella, así que tú sabes.

Desvió su mirada de la carretera y me miro

– Esto no es un juego _____.

– Lo se.

Totalmente Diferentes (Sebastian Urdiales) [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora