90//Cuanto tiempo

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— Hola.

Saludo la chica con una sonrisa en su rostro.

— Hola, ahh... Disculpa, una pregunta, ¿Se encuentran Federico Vigevani y Mathias Sellanes?

— ¿De parte de quién? - jadeo levemente la cabeza

— Soy, una vieja amiga. ¿Ellos viven aquí?

— Si, un gusto, soy Nicole García la novia de Fede.

Extendio su mano y la estreche con gusto. Bueno, al menos me alegra saber que Fede no tiene malos gustos, para ser sincera son bastante buenos.

— Portamos el mismo apellido, soy Jocelyn García. - dije riendo

— Genial, bueno pasa. En un momento les digo que bajen.

Se hizo a un lado y entré a la casa, paredes blancas y un desorden, como siempre.

— Disculpa el desorden... - dijo apenada e hizo a un lado una bola de ropa

— No hay problema.

Subió las escaleras y tome asiento en el sofá, me preguntó que habrá sido de su vida cuando Sebastián y yo desaparecimos.

Una de las ventanas daba una espectacular vista a el que parece ser el patio por lo que me paré y comencé a observarlo más de cerca.

— ¿_____?

Voltee encontrándome a Mathias totalmente cambiado, su cabello estaba más largo y parece que no se había rasurado en un buen tiempo, pequeñas arrugas por sus ojos parecían notarse y su condición ya no era la misma.

— Hola...

Sus ojos se llenaron de lágrimas al igual que los míos y corrió a abrazarme, abrazo el cual yo correspondí.

— ¡Dios mío! No puedo creer que después de tantos años vuelvo a verte. - dijo sobre mi hombro.

— Lo mismo digo. - seque las lágrimas que recorrían mis mejillas y me separé un poco

— Ve nada más cómo has crecido, eres toda una mujer _____.

— Ni tanto, traigo tacones.

Reímos y una voz femenina familiar se hizo presente en las escaleras.

— ¿Quien es, Mathias?

— ¡Por todos los diablos!

¿En serio era Agus?

— ¿Disculpa? - me miró rara y luego observo mi rostro con calma. - ____!!

Salto de las escaleras y corrí para abrazarla, hace cuanto que no abrazo a una mujer. Bueno, la última fue la secretaria pero fue por su cumpleaños, en si me desvie del tema...

— Hace cuanto que no te veo princesa, has cambiado demasiado, estás más hermosa mi niña. - dijo sobando mi cabello y examinando cada parte de mi rostro

— Uy te extrañe muchísimo Agus, hace falta una mujer como tú en mi vida. - la volví a abrazar y luego de unos segundos la solté.

¿Ya les mencioné que la quiero como una hermana?

— ¿Y Fede?

Mathias y Agustina se miraron entre sí.

— ¿Pasa algo? ¿Él está bien?

— Si... Es solo que cuando se dió cuenta que no volverías al igual que Sebas, bueno él se molestó mucho y no quiso saber más de ustedes.

Explicó mathi acercándose a mi.

— Está bien, yo también me hubiera molestado conmigo si un día solo... Salgo de casa y no doy explicación de a dónde voy o porque, y... No decido regresar en un largo tiempo.

Sonrió no muy convencido

— Pero cuénteme, que ha sido de ustedes? Cómo estan?

Tome asiento en el sofá e imitaron mi acción.

— Nosotros estamos bien, igual que nuestro hijo... - dijo Agus sonriente

— ¿Hijo? ¿Me voy seis años y ustedes descuidan las pastillas?

— Jajaja, algo así. - dijo Mathias - Esa fue una de las razones por las que dejamos de subir contenido al canal, aparte de que... Bueno, comenzamos a desintegrarnos.

— ¿Cómo que desintegrarnos?

— Bueno, comenzamos contigo y Sebas, luego le siguió Gilbert quien fue a estudiar fotografía a Europa, le siguió Alfred, un entrenador personal que teníamos. Comenzamos a reclutar personas y entre estas apareció un chico, Christian Acosta, creímos que el indicado para seguir con el Team pero embarazo a su novia y tuvo que salir, quisimos volver a intentarlo pero..., No era lo mismo sin ti y Sebastián, eran lo que le daba vida a esto.

Sonreí sin mostrar mis labios y ahí fue donde me di cuenta de el gran error que cometí al aberme encariñado demasiado con ellos.

— Lo siento chicos...

Dije con la cara roja.

— No tienes que disculparte _____, mejor cuéntanos, porque no regresaste?

— Ohh bueno, antes que nada les quiero pedir que me digan Jocelyn enfrente de personas desconocidas. Nicole por ejemplo.

— Ella no es una desconocida, es parte de nuestra familia.

— De acuerdo, parte de la suya, pero para mí sí lo es así que por favor, solo hagan lo que les digo. - sonreí y traté de ser amable

— Está bien, espero que tu cambio de nombre tenga que ver con el porque te fuiste.

— Oh y vaya que si.

Totalmente Diferentes (Sebastian Urdiales) [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora