72//¿Lo amas?

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Comencé a abrir los ojos y el dolor permaneció un rato más después de que me levanté. Todo estaba como cuando me desmayé, la charola en el piso con toda la comida, yo en el mismo lugar pero tenía una cortada en el brazo izquierdo, estoy segura que no fue el plato.

Un olor de perfume masculino llegó a mis fosas nasales, no es el que usa Sebastián... La vitrina de las escaleras tenía una quebradura en una esquina, los barandales son cafés obscuro pero logré ver un líquido recorrer está.

Espera un segundo.... Cuando desperté Sebastián no lo hizo, algo muy raro de él ya que tiene el suelo ligero. Baje, prepare el desayuno y me desmayé. Abro los ojos, sigo en mi lugar pero con una herida en el tobillo, eso quiere decir que Sebastián nunca despertó, la vitrina está rota y posible sangre en los barandales. Oh mierda!

Me levanté, camine rápidamente a la puerta y note que el cerrojo estaba forzado.

– Sebas... - dije en un susurro y corrí a las escaleras.

Al llegar al cuarto y abrir la puerta vi que no estaba en la cama. Dios es malo, muy malo. Tome mi celular y le marqué al suyo, comenzó a sonar dentro el armario, me acerque con cuidado y al abrirlo solo estaba una mochila, saque lo que traía dentro y en esta estaba su celular con una nota.

"No te debiste haber metido con la familia de mi hermano, no sabes lo que haces y ahora sufriras las consecuencias pequeña. Me quítaste a alguien que amaba, es mi turno."

No, no no no. ¿¡Que hice!?

•••

– Ya estoy aquí, ¿para que me pediste que viniera? - se tiró en el sofá

– Matt, necesito que me ayudes. Cometí un gran error y ahora tengo que pagarlo.

Me comenzó a punsar el brazo y me queje para luego también tirarme en el sofá.

– Hey, estás bien? Que te paso!?

Nunca lo había visto tan preocupado por mi.

– Solo... Fue una pequeña cortada que me hice accidentalmente. No te preocupes, nada grave.

– Déjame verlo.

– Ya te dije que no es nada grav...

– ____...

Me quite la chamarra y la gasa que le había puesto solo encima.

– Santo cielo, lo desinfectaste cuando pusiste la gasa?

– No, pero este no es el punto.

– Eres más importante tú, lo demás puede esperar...

– No matt, no sé cuánto tiempo vayan a tener vivo a Sebastián... No lo pienso perder.

– ¿Sebastián? ¿Tienen a Sebastián? ¿Quien, quienes?

– El hermano de Clay, después de lo que hicimos ahora busca venganza. Dijo que me quitara a alguien que amo así como lo hice con él.

En su rostro pude ver una expresión de tristeza.

– De acuerdo, te ayudaré a encontrarlo.

– Gracias... - sonreí y me lance a abrazarlo

– Pero con una condición...

– Claro, que pasa. - fruncí el ceño confunda ya que nunca pide favores

– Que me dejes curarte esa herida.

Sonreí de lado

– De acuerdo.

•••

Me encontraba sentada en unos bancos de la barra de la cocina y Matt estaba a un lado limpiandome la herida. Estábamos en completo silencio hasta que el decidió romperlo.

– _____, te puedo preguntar algo?

– Por supuesto.

– Bueno, cuando me dijiste que el hermano de Clay, puso que te quitaría a alguien que amas y... Se llevó a Sebastián. Quería saber si tú..... ¿Realmente lo amas?

Fruncí el ceño por su pregunta y lo mire.

– Claro que lo amo, de no ser así creo que no te estaría pidiendo el favor de ayudarme. Gracias.

Me puse la chamarra y salí de la cocina dejándolo completamente solo.

Totalmente Diferentes (Sebastian Urdiales) [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora