47//Oscuro Pasado

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_____ Herrera 🌵

Esas imágenes se repetían una y otra vez en mi mente, no podía sacarme la cara de ese estúpido. Pero juro por lo que más amo en este mundo que me las va a pagar... Y muy caro.

– Que, ¿Ya te sientes mal por una manoseada que te dieron? - dijo esa estúpida rubia

– Cállate... - susurre entre dientes

– Por favor... - bufo - Apuesto a que a mí me hicieron algo peor.

– Dije que te calles... - volví a susurrar

– No _____, no me voy a callar porque te lo mereces, por perra!

– ¡¡QUE TE CALLES CARAJO!! - jale de mis cabellos con furia y se quedó callada mirándome

Un nudo se formo en mi garganta y lo tragué en seco, juro que ella también me las pagará.

•••

Días después...

Otro día más encerrada en este infierno, otro día más soportando la voz de Karen y otro día más siendo violada por el mismo idiota de aquella vez. Así, no les dije, ya agarró costumbre de tratarme como su juguete sexual.

Entre al cuarto y volví a sentarme como si nada hubiese pasado, como si todo estuviese bien.

– ¿Por qué siempre te viene a buscar ese tipo? - me pregunto Sebastián

– No lo sé. - prendí y apagué mi encendedor

– ¿Te hace daño?

Me quedé unos segundos en silencio y luego enderece mi espalda.

– No.

– _____ sabes que me puedes decir lo que sea...

Arque una ceja y luego mire a la rubia quien prestaba atención a cada palabra de decíamos.

– No hace falta que gastes saliva, de igual forma no va responder a lo que le preguntes. - dijo Karen mirándome incrédula

– Exacto. - dije y volví a mi encendedor

Por primera vez concuerdo con ella. Sebastián negó y volvió a recargarse en la pared, luego de unos minutos abrieron la puerta y woah!

– ¿Papá? - dijo Sebastián sorprendido

¿Qué hace Alejandro Urdiales aquí?

– Hola hijo, me alegra volver a verte. - dijo con una sonrisa

– ¿Qué haces aquí? ¿Cómo es que tú...

– ¿Entre sin que me dijeran nada? Creí que _____ ya te había dicho.

– Prometí nunca hacerlo. - dije llamando su atención

– Querida _____, después de tanto te vuelvo a ver... Con vida.

– Espera, ¿como se conocen? - hablo Sebas

Alejandro me miro y alzó ambas cejas esperando a que yo contestara. Negué y él suspiro.

– ¿Qué están queriendo decir? - volvió a preguntar Sebastián

– Yo trabajé con el tío de _____. - soltó Alejandro

– ¿Qué tú que? - dijo sebas en shock - Pe-pero como...

– Estuve durante mi juventud trabajando con él, hasta que conocí a tu madre y nos hicimos novios. En un descuido creamos a tu hermana y tuve que salirme del negocio, para esto tuve que dar una buena lana, lo bueno era que tú madre no sabía de todo esto así que no estuvo tan ajetreada la cosa. Luego de un tiempo naciste tú y hasta la fecha decidí no decirle nada a tu madre y hermana, solo lo sabes tú así que no se te ocurra hacerme lo mismo que a la familia de ____ porque juro que serás muy mi hijo, pero no voy a responder.

Pude notar los ojos llorosos de Sebastián, quiso hablar pero el nudo en su garganta se lo impedía. Su padre intento acercarse pero él se hizo a un lado, negó mirándolo con decepción mientras las lágrimas recorrían sus rojas mejillas.

– No puedo creer que hayas sido capaz de hacer tal cosa.

– Ahora que estoy viejo y me pongo a pensar, tienes razón. Ni yo me lo creo pero que puedo hacer sí ya lo bailado nadie me lo quita. Todos tenemos un oscuro pasado Sebastián, y el tuyo, es este.

Totalmente Diferentes (Sebastian Urdiales) [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora