Totalmente Diferentes (Sebastian Urdiales) [EN EDICIÓN]

56//Shh

Trataré de empezar de cero en Canadá, quiero recuperar estos últimos 3 años, no recuerdo cuando fue la última vez que hice algo que yo realmente quisiera. Solo órdenes, dolor, muerte y más muerte. Estoy segura de que perdí a los únicos amigos que me quedaban, el Team debe estar odiándome en estos momentos.

Y digo "trataré" ya que la razón por la que me iré será para seguir con el narcotráfico, lamentablemente una vez que entras no hay vuelta atrás, ni modo, es la vida que me tocó vivir. Al salir de la ducha me cambie y maquillé. Si quiero empezar de nuevo debo ser otra persona y porque no comenzar siendo madura. (Multimedia)

Baje y fui a la cocina, dejé mi bolso sobre la barra y me acerque al refrigerador para sacar una manzana. Estaba a punto de cerrar la pequeña puerta cuando me voltean y siento como unos brazos me rodean todo el cuerpo.

– Uy no sabes cuánto te extrañé pequeña! - susurro una voz masculina, me alejo y pude ver a un sonriente... ¿¡Eduardo!?

Mi primer reacción fue darle un golpe con el puño en la mandíbula.

– ¡Oye que te pasa!

Mierda... Solo es Gustavo.

– Lo siento, lo siento, yo.... Creí que eras alguien más.

– Tranquila, está bien. Qué buena forma de volver a verte. - sonrió y me dio un cálido abrazo.

De acuerdo para que no se hagan otras ideas solo déjenme decirles que ya no le gusto a Gustavo. En el tiempo que yo no estuve fue a una fiesta de sus amigos en la que se metió con una chica, tres meses después le marca para decirle que está embarazada y cuando por fin nace la cría, le hacen una prueba de paternidad que sale positivo. Durante siete meses toma su puesto de padre, está chica se entera que la familia de él está en lo mismo que la mía y antes de poder escapar le dan cuello. Dejan al hijo con su padre y un año después conoce a Estefanía, su actual pareja y esposa con la que tiene otro hijo. Desde que llegué me había estado marcando para contarme toda su vida, que la verdad me da igual, y pues en ese lapso comenzó a llamarme “Mejor Amiga", hasta eso, sigue siendo patético.

– También me alegra volver a verte. - me separé y le devolví la sonrisa

– ¡Oye pero si parece que creciste mujer! - se burló mientras ponía su mano en mi cabeza y la pegaba a un poco más abajo de su hombro.

Siempre he sido mucho más bajita que él así que siempre seré su burla.

– Ja Ja Ja - dije sarcástica - No me dio risa idiota. - alce una ceja

– Ta bueno pues, ya. - rió - Porque no mejor me cuentas cómo te a ido. - miro mi bolso - Olvídalo creo que vas de salida.

– Así es, me gustaría contarte todo pero en unos minutos pasan por nosotros para ir al aeropuerto.

– ¿Nosotros? ¿Aeropuerto? De qué me perdí...

– Tengo que moverme, ya sabes... Por el negocio. Me iré un tiempo a Canadá.

– Quien más va?

– Te acuerdas de Sebastián? El chico del que te conté...

– Si claro, el que primero fue tu novio y ahora es tu ex pero quieres que vuelvan porque aún lo amas...

– Shh!!

Enterré "levemente" mis largas uñas en su brazo e hizo una mueca de dolor.

– Cierra la boca, te pueden escuchar..!

– Si ya ya lo siento. Pero bueno aja, entonces te vas a Canadá con tu ex. Qué padre no?

Rodé los ojos y me llegó mensaje donde Louisa ya estaba afuera.

– Ya me voy, me dio gusto verte de nuevo Gus. - lo abrace y besé su mejilla - Cuando quieras estés bienvenido en Canadá junto con tu familia. - sonreí

– Gracias _____, adiós y buen viaje.

Tomé mi bolso y salí de la cocina, en el sofá se encontraba Sebastián mirando a Gustavo fijamente molesto. Podía notar que estaba celoso, de algo me sirvió estar casi dos años con él.

Pase enfrente suyo y chisque los dedos a lo que me miro rápidamente.

– Ya llegaron por nosotros. - dije caminado a la puerta - Ah y por cierto, es casado y tiene hijos. Deja tus celos a un lado por fa. - sonreí falsamente y abrí la puerta para luego oír un bufido por parte de él.

Como si no te conociera, Urdiales.