Minutos después trajeron nuestros alimentos y mientras comíamos platicábamos sobre nosotros. Solo él y yo...
— Nunca imaginé ver un anillo de compromiso en mi dedo.
— Porque no, cuando te conocí eras una niña súper linda.
— ¿Súper linda? Eres el único que tiene ese recuerdo de mi a esa edad. Decían que era un niña malumorada, fría y seria, que jamás me casaría y que nadie se enamoraría de mi.
— Pues es hora de irles a demostrarles que si pudiste.
— No creo que quieras ver a mi tío. - dije jugando con los cubiertos
— Así que él fue quien te decía todas esas cosas... - puso su mano sobre la mía y comenzó a acariciarla
— Esas y peores pero, mejor ya no hablemos de él. Cambiemos de tema. - alcé la mirada y sonreí sin mostrar mis dientes.
Las horas pasaron y nosotros seguimos riendo y contando viejas experiencias. Luego de unos minutos nos dimos cuenta que ya era bastante tarde por lo que decidimos volver a casa, yo fui en mi auto y él en el suyo.
Cuando llegamos a el departamento había otra caja en la mesa, era igual a la que me había llegado hace rato.
— ¿Qué es eso? - dijo Sebas dirigiéndose a la habitación mientras aflojaba su corbata
— No lo sé...
Me acerqué con cuidado y tenía las misma etiquetas de "frágil", con ayuda de un cuchillo de la cocina la abrí y está contenía un olor bastante desagradable.
— ¡Esto huele asqueroso! - dije moviendo mi cabeza a otro lado
Desenvolví un gran papel negro que se encontraba dentro de la caja y tome en mis manos lo que aún no lograba ver por la falta de luz.
— ¡Puta madre!
— Esa boca niña. - regaño y me miró
— ¡Carajo, voy a vomitar!
Me alejé de la caja y tome bocanadas de aire, había una cabeza humana dentro de la maldita caja.
— Que tal malo puede ser ______...
Se acercó a la caja y se alejó al momento.
— ¡Que carajo!
Tocaron el timbre y miré por el picaporte, al ver que no había nada mire a Sebastián, alce una parte de mi vestido y saqué mi arma, él saco el suyo de detrás de su pantalón y me acerqué a la manija.
Mientras él apuntaba yo hacía lo mismo pero abriendo la puerta, al abrirla por completo mire a ambos lados y no había nadie, habían dejado una tarjeta en el piso y la tomé.
Volví a el departamento y la leí.
— "Espero que hayan recibido mi regalo, felicidades futuros señores Urdiales." Atentamente, 27-35-12
— ¿Quien es 27, 35, 12, como sabe que nos comprometimos y porque diablos nos envío una cabeza?
— Es una prueba de que viene por nosotros...
•••
Estaba sentada en el sofá cuando tocaron la puerta. Me paré y la abrí.
— Gracias al cielo que estás aquí. - dije abrazándolo
— ¿En serio llamaste a Eduardo? - dijo Sebastián desde la cocina
— No es buen momento Sebas...
— Solo dime qué pasa _____, vine lo más rápido que pude al oírte preocupada.
— Eso pasa... - señale la caja y la miró no muy convencido
Se acercó y tomo la cabeza en sus manos con cara de desagrado.
— Llamaré a mi equipo, ellos investigarán de quién es y cuál fue la causa de muerte.
Saco el celular de su saco y yo me acerqué a Sebastián.
— Escucha sé que sonará algo loco pero tenemos que confiar en él, hasta ahora es el único que puede ayudarnos... - dije en un susurro
— No pienso confiar en él, casi te mata! Ya olvidaste el disparo que te dió en el hombro por el que estuviste en coma seis meses? - dijo de la misma forma
— No, claro que no lo olvido pero gracias por recordarmelo. - dije cruzada de brazos y rodando los ojos
— Si tú confias en él, apoyo tu decisión pero al menos yo no pienso hacerlo cielo. - suspiré ligeramente
— Estarán aquí en menos de diez minutos, mientras porque no me invitas algo para beber _____.
Habló Eduardo y camine a la cocina sacando uno vasos tequileros y les puse mezcal, siempre es bueno tener licor en casa.
•••
Cuando todos llegaron comenzaron a revisar la cabeza, otros revisaban nuestras cosas para ver si no habían dejado algo más cuando dejaron la caja.
— Señor! - grito una chica con la computadora y Ed se acercó a ella - Según las muestras de sangre que le hicimos nos dice que es, David Cooper.
— Llamen a su hermana, ella debe saber más.
Un celular comenzó a sonar de la caja que había escondido en mi armario hace unas horas, no me digan que...
Eduardo hizo una seña a unos hombres y estos se acercaron con sus armas, uno abrió el armario y saco la caja. El celular dejo de sonar y abrieron la caja.
— Otra cabeza. - dijo el sujeto. - Claramente es de Becky Cooper, su hermana.
— Como llegó esa caja a el departamento. - dijo Eduardo
— Me la trajeron hace un par de horas y...
— ¿¡Y no dijiste nada!? - gritó Eduardo en mi cara
— Hey! Tranquilo si no quieres qué te parta la cara. - dijo Sebastián poniéndose enfrente mío
— Quiero verte intentarlo.
Respondio cínico y Sebastián se abalanzó contra él.
— ¡Chicos detenganse por favor!
Parecían animales peliendo por su presa, se daban golpes bastante feos en el rostro y en partes de el cuerpo. Todos veían y nadie trataba de separarlos.
— ¡Dije que paren!
Grite molesta y dispare al lado de ellos, algunas chicas gritaron y todos se agacharon, la bala los rozo a ambos así que los dos estaban sangrando. Se levantaron y se miraron con odio.
— ¡Parecen niños por dios! ¡Maduren y arreglen las cosas como adultos carajo!
Mientras todos volvían a su trabajo entre a la habitación y me quite el vestido, me coloque mis jeans de siempre y una camisa negra un poco holgada.
— Lo siento, no debí haberlo golpeado.
Pude reconocer su voz en la puerta.
— Demasiado tarde. - amarre mi cabello en una cebolla mal hecha y me di vuelta
— ¿Estás consciente que pudiste herir a uno de los dos cuando disparaste?
Entró, comenzó a quitarse su traje y me senté en la cama.
— Claro que lo estoy, pero no había forma de separarlos, parecían animales Sebastián.
— Si me hubieses disparado que hubieras hecho. - dijo colocándose sus pantalones.
— No fue así...
Aventó la camisa a la cama y recargo sus manos en mis piernas.
— ¿Pero si hubiese sido así? - dijo cerca de mi rostro
Nuestras respiraciones estaban agitadas y nuestras miradas no se despegaban del otro. Lo abracé y pegué su torso desnudo a mi cuerpo.
— No me lo perdonaría jamás. - susurré en su oído
ESTÁS LEYENDO
Totalmente Diferentes (Sebastian Urdiales) [EN EDICIÓN]
FanfictionT/n y Sebastian llevaban vidas de polos opuestos. Ella está acostumbrada al caos y él trata de evitarlo a toda costa. Una situación poco amigable los une y tienen que aprender a tratarse por más mal que se caigan. (CONTIENE FALTAS ORTOGRÁFICAS)