Totalmente Diferentes (Sebastian Urdiales) [EN EDICIÓN]

40//¿Sorpresas?

«Dedicado a MaferFloresFarias 😚💜»

– De acuerdo, entonces necesito que me acompañes a mi despacho para que comencemos a tratar tu primer envío. - sonrió y se paró

– Claro, voy en un segundo, tengo que ir al tocador - dije con una sonrisa y camine hasta el baño.

Al cerrar la puerta me recargue en ella y mis lágrimas comenzaron a salir, me deslice sobre esta mientras tapaba mi boca para que nadie me escuchara. Cómo no deje que mataran a mi tío con tal de no meterme en este lío, ahora tendré que pagar las cosecuencias con muerte y soledad, que estúpida!

Sebastián Urdiales ⚡

Estaba acostado en la cama de la habitación de _____ mientras veía mis redes sociales, tocaron la puerta y desvié mi mirada.

– Has tu maleta Urdiales, nos vamos de fiesta - dijo divertido Alberto

– De fiesta a dónde para que tenga que hacer maletas.

– De fiesta a casa de un amigo, tiene piscina y una enorme terraza, además de que invitó a chicas muy lindas.

No volveré a cometer ese error.

– Gracias, pero no, mejor me quedo aquí.

– Como quieras, eres un aguafiestas igual que Tania. Espero que disfruten la casa solos

– Espera ella se quedará?

– Si, ¡aburrido! - dijo casi gritando

– De acuerdo iré, dame 10 minutos.

– 5, rápido te esperamos abajo.

Rodé los ojos y me pare rápidamente, en una mochila metí mi traje de baño y otra muda de ropa por si acaso. Iba saliendo de la habitación hasta que tuvo que aparecer la persona más despreciable del mundo.

– Que quieres Tania. - dije frustrado solo de verla

– Oí que irás - hizo un puchero

– Hay algún problema con eso?

– Si.... Resulta que yo esperaba que la pasáramos demasiado bien aquí solitos los dos. - trato de tocar mi cuello pero la tomé de la muñeca fuertemente

– Ya te dije que te alejes, no lo volveré a repetir.

– Y si no quiero, qué? Me vas a castigar? - hablo como estúpida

– No sabes de qué puedo ser capaz Tania, así que no me provoques. - la solté y salí molesto de la habitación

Estoy seguro de que estoy más rojo que un tomate, pero es que esa mujer me pone así, por su culpa _____ me rompió la nariz.

••

Cuando llegamos a la fiesta y entramos a la casa tenía razón Alberto, era una macro fiesta y habían chicas por todos lados, claro que ninguna se comparaba con mi _____. Fuimos a la parte de atrás y hay es donde estaba la fiesta, alcohol, cigarrillos, drogas y condones por todos lados, espero salir sobrio de aquí...

Había dejado mi mochila en una de las mesas junto con la de Alan, me acerque un poco a la piscina y mire toda esa gente bebiendo y casi teniendo sexo ahí adentro.

– ¡QUE COMIENCE LA FIESTA!

Grito un chico y justo cuando me voltee vi como Alberto y Alan venían corriendo hacia mí con intensión de tirarme al agua, intenté quitarme pero fue demasiado tarde, lograron empujarme y juro haber sentido que caí encima de alguien. Ups!

•••

– Ten - dijo Alan extendiéndome una cerveza

– No bebo.

– Mmm, aquí aprenderás, una no le hace mal a nadie, anda tómala.

Dudosamente la agarre y la abrí, _____ toma está cosa así que debe saber bien. Tomé un poco e hice una mueca de desagrado, esto sabía asqueroso, no se como ella puede tomarlo e incluso tomarse una botella entera. Alan y Alberto comenzaron a reírse por mi reacción y siguieron bailando y besando a chicas que estoy seguro no volverán a ver.

Mi celular comenzó a sonar y lo saque de la mochila, justo en el cierre en el que venia logré sentir el collar que le había comprado a _____, se lo daré viendo regrese. Justo era ella queriéndome hacer una videollamada, conteste y me alejé un poco por el ruido.

– Hola! - dije mientras la miraba

– Hola.

Se oía diferente, siento que no es ella.

– Estás bien?

– Claro. - sonrió pero pude notar lo falso que era - Quería verte y oír tu voz...

– Yo también, cuando volverás? Te tengo una sorpresa

– Tal vez mañana esté por allá, que sorpresa?

– Si te digo ya no lo será.

– Jaja, es cierto. - sus ojos se notaban oscuros - Yo también te tengo una sorpresa. - dijo sería

– Segura que estás bien? - comenzaba a preocuparme

– Ya te dije que si Sebas, tranquilo. - dijo con voz suave

– De acuerdo....

– ¡Sebastián deja ese celular y ven para acá! - grito Alberto desde afuera

– Ese es mi hermano? - dijo arqueando una ceja

– Sip, me trajeron él y Alan a un lugar de mala muerte - reí y ella también, no se oía como otras veces, estoy seguro que le pasa algo. - Tengo que irme, te amo.

– Y yo a ti. - dijo y colgó la videollamada