50//Asco

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🔥CAPÍTULO HOT Y NO PRECISAMENTE CON SEBASTIÁN 🔥
(Odienme todo lo que quieran, ya lo escribí. Ni modo)



– No sabes cuántas ganas tenía de verte...

Paso por detrás de mí y susurro en mi oído, masajeó levemente mi cuello.

– Estás muy tensa, cariño. ¿Porque no dejas que te relaje un poco?

No sé qué fue lo que le pasó, antes de..... Hacer lo que hizo. Lo conocía perfectamente y era alguien super agradable, tierno y muy amable. Recuerdo que su esposa era muy carismática y risueña hasta que lamentablemente murió por causa del cáncer. Durante un buen tiempo estuvo muy depresivo hasta que lo llevó a matarla...

– No me hagas daño, por favor. - susurre apretando los ojos

– Dijiste que harías todo lo que yo quisiera. - tomo mis brazos con fuerza y abrí los ojos - ¿Porque no empezar con algo básico?

Me puso de rodillas bruscamente y pues bueno..., Ya se imaginaran que me obligó a hacer.

Sebastián Urdiales ⚡

Abrí los ojos lentamente y lo primero que vi fue a Karen mirándome fijamente, qué rayos?

– ¿En dónde está _____? - me encargué en la pared con dificultad

– Vienes despertando y preguntas por ella, ¿Es enserio? - chillo irritada

– Pues si no quieres no respondas y punto.

– Aish bueno, un tal "Coronel" se la llevó. - dijo sin importancia

– ¿Qué? No... - intenté pararme pero me dolía demasiado el abdomen.

– Déjame ayudarte - se puso un lado de mi y tomo mi brazo.

– Puedo solo..!

– ¿En serio? - dijo sarcástica y me soltó dejandome otra vez cargando todo mi peso.

– De acuerdo no, ayúdame...

Rodó los ojos y tomo mi brazo nuevamente, me acerque a la puerta y comencé a tocar con las pocas fuerzas que tenía.

Un tipo se digno a venir y me habló de mala gana, no me sorprende.

– Que!

– En dónde está _____?

– ¿Quién?

– Ahg, la otra chica castaña! - dije irritado

– Ahh, la gatita.

¿Gatita? De que me perdí...

– Don Eduardo se la llevó. - sonrió

– Y porque rayos sonríes? Está en malas manos.

– Tu chica sí que sabe hacer tratos he?

– De que hablas...

– Hicieron un tipo de trueque, le daban lo necesario para curarte y ella se iría con él.

¡¿Qué ella hizo que!?

_____ Herrera 🌵

Soltó mi cabello y me hizo a un lado, limpie de los costados de mis labios su asqueroso semen e hice mueca de asco.

– Yo sé que te encantó.

– Eres un idiota - dije entre dientes y mirándolo fijamente

– Un idiota que te dejará paralítica por un mes.

Volvió a tomar mi cabello con fuerza y me sentó en la cama.

– Quítate la ropa. - ordenó jadeando

– No lo haré.

– Bien entonces lo haré yo...

Pude sentir su puño impactarse con mi rostro y luego vi oscuro.

•••

Abrí los ojos lentamente y quise moverme pero mis brazos se encontraban atados a la cama, al bajar la mirada me encontré con Eduardo y yo desnuda, mis mejillas se pusieron rojas ya que solo Sebastián me había visto sin ninguna prenda.

– Tranquila pequeña _____, si te mantienes quieta y haces todo lo que yo te pida, prometo que no te lastimarte ni a ti, ni al chico. Entendido?

– Estoy amarrada de brazos Eduardo, como piensas que escaparé.

– Bueno, eres una mujer ingeniosa, ágil y lista. Podrías hacer cualquier cosa.

Se acercó y comenzó a besarme con desesperación, trate de hacer mi cabeza a un lado pero la tomo con ambas manos. Sin previo aviso metió su miembro en mi zona intima y solté un gemido de dolor, entraba y salía de mi rápidamente o con desesperación. El hijo de puta me estaba lastimando, solo en este momento me sentía tipo "50 Sombras de Grey".

Sus movimientos eran cada vez más fuertes y dolorosos, podían oirse nuestros sexos chocar, algo realmente traumante para mis oídos. Dejé de emitir algún sonido, solo mantenía el mismo gesto de dolor mientras apretaba los puños con odio, estoy segura que deben estar totalmente blancos por la presión. Cuando mi querido amigo llegó al orgasmo se quedó dentro de mi y una vez más sentí lo caliente y espezo que era su líquido.

– Volteate!

– ¿Aún no estás satisfecho?

– No, y nunca lo estaré si lo hago contigo princesa.

Me puso en cuatro y otra vez volvimos a lo mismo. Dejé de ser su objeto sexual cuando se cansó y soltó mis muñecas, se acostó a un lado y cubrí mi cuerpo desnudo con la sabana.

– ¿Sabes porque te elegí a ti y no a la rubia?

– Quieres hacer sufrir a Sebas y a mi familia. - respondí sería

– No _____.

Frunci el ceño y lo mire confusa.

– No suelo decir esto pero..... Recuerdas cuando tenías 10 y yo iba a cabalgar contigo?

– Lo único bueno que recuerdo de ti.

– Digamos que cuando me mudé a casa de tu tío con mi esposa, nuestras habitaciónes al estar juntas.... Todos los días te veía y pues la mera neta te me hiciste una niña muy bonita.

– ¡¿Tenías 19 que te pasa!?

– Lo sé, demasiado pedófilo pero hasta la fecha no solo me atraes _____ sino que también tengo sentimientos guardados por ti.

– Solo... No sigas, tampoco quiero saber tus fantasías sexuales.

– Jamás te las diría, pero tal vez te las mostraría...

¡Qué perro asco!

Totalmente Diferentes (Sebastian Urdiales) [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora