⚜Epígolo⚜

149 18 3
                                    

Cuando supe que había quedado ciega busqué al mejor oftalmólogo, me operaron aunque bueno, nada cambio, ahora solo veo sombras.

Dejé pasar unos meses y hace apenas unos días les hice saber a Sebastián y Santiago que estaba con vida y quería verlos, o al menos oírlos una vez más.

Me encontraba en la habitación de visitas sentada mientras jugaba con mis dedos. Nunca había estado tan nerviosa...

—¡Mamá! - oír a Santiago me alegro el corazón y sonreí

—Hola hijo. - dije sin dejar caer las lágrimas que sentía acumuladas en mis ojos y sin mover mi cabeza de dónde según yo están mis manos.

—¿Se te perdió el sol? - dijo riendo y reí por su broma, aún no saben.

—Hola cariño. - oí a Sebastián a mi lado y traté de tomar su mano. - Aquí estoy cielo, todo bien? - dijo una vez que entrelazó nuestros dedos.

—Tomen asiento, por favor. - dije en un tono algo serio. Sentía la presencia de ambos enfrente mío y suspiré para luego soltar la mano de Sebastián.

Retire mis lentes oscuros con la mirada baja y luego de unos segundos la alcé mirando al frente, podía ver sus sombras.

—Logré salir completa externamente de la explosión, estuve inconsciente un par de días y cuando desperté, resultó que la luz que emitió aquel accidente me dejó ciega. - la voz se me partió y sentí húmedas mis mejillas.

Sebastián Urdiales

Sus hermosos ojos cafés claros ya no brillaban, desilusión y angustia era lo que reflejaban pero bueno, en su lugar me sentiría igual por haber perdido la vista.

Las lágrimas recorrieron sus mejillas y me acerqué a abrazarla.

—No sabes cuánto lo siento amor. - dije sobre su hombro, los sollozos se hicieron presentes y se aferró a mi con más fuerza.

—Tengo miedo Sebastián. - susurro en mi oído y un nudo se formó en mi garganta.

—La _____ que yo conozco es fuerte y nunca tiene miedo, la necesito ahora más que nunca.

—Esa chica fuerte de la que te enamoraste ya no está Sebas, lo siento...

—Mamá somos una familia y te prometo que saldremos de esto juntos. - dijo Santiago tomando mi mano

•••

Narradora

Un par de lágrimas después, _____ optó por irse muy lejos de México con su esposo e hijo y tratar de empezar de cero, sería bastante complicado dejar atrás todo lo que trabajo pero sabía que era lo correcto, sabía que al menos así tendría paz.

Así pasaron las semanas, los meses e incluso años hasta que Santiago encontró a la mujer con la que pronto se casaría, _____ fue valorada por distintos médicos, estaba a punto de perder la esperanza de poder volver a ver pero como todos, ella tiene a una persona que siempre la impulsa a no rendirse, Sebastián...

—¿Que te parece ir con...

—No Sebastián, los siento pero no visitaré un doctor más. Tengo que comenzar a hacerme la idea de que jamás volveré a ver...

_____ había entrado en una etapa de depresión desde que se mudaron a Escocia, su esposo hacia lo que podía para que ella no cayera en el alcohol, como hace unos años atrás. Se podía notar la desilusión en la voz de la Señora Urdiales.

—Anda cariño, por favor...

—Ya dije que no Sebastián. - dijo en un tono más frustrado y se cruzó de brazos

—Escucha, si vamos y dice lo mismo que los demás te juro que no volveremos a ir con otro, te parece?

—¿Tengo otra opción?

—Me temo que no.

—Pues ya que.

Dos noches después viajaron a la ciudad de Chicago y fue valorada por uno de los mejores oftalmólogos. Una gota de esperanza recorrieron los ojos de _____ cuando el doctor dijo que había una muy pequeña posibilidad de que pudiese volver a ver.

—Tendrías que someterte a una cirugía pero...

—¿Pero que? - pregunto en seguida su esposo.

—Hay un noventa por ciento de que no funcione o incluso... Pierda la vida, hace poco comenzamos a usar un sedante bastante fuerte del que muchos no han sobrevivido, en cambio los que sí, no tienen síntomas a largo plazo.

Los señores Urdiales lo pensaron varios días hasta que tomaron una decisión, _____ se sometería a la riesgosa cirugía.

—Te amo _____, no lo olvides. - dijo Sebastián besando la mano de su esposa mientras esta estaba siendo llevada al quirófano.

—Y yo mucho más Sebastián.

Las horas pasaron y los nervios en ningún momento abandonaron el cuerpo del Señor Urdiales. El doctor llegó con el esposo e hijo a la sala de espera.

—Doctor, cómo está mi esposa...









Años después...

El tiempo pasó y Santiago formó una familia, tuvo a su esposa y una hermosa niña a la que llamaron como su maravillosa abuela. Sebastián y _____ se quedaron en Escocia luego de que la operación no tuviera éxito, en un último atentado a _____ por todo lo que hizo en su juventud le costó la vida de su esposo, Sebastián Urdiales perdió la vida y _____ quedó destruida, actualmente vive con una enferma en las afueras de México, su hijo la visita de vez en cuando pero no es lo mismo, ya no tiene a su otra mitad.

Se cumplían dos años desde la muerte de su esposo y decidío ir a visitarlo.

—Ay mi Sebas... Hoy se cumplen dos años desde que te me fuiste, desde que me dejaste sola en la tierra... Perdóname, porque tú no tenías que pagar por todo lo que hice en el pasado, yo tuve que haber muerto en aquel atentado, no tú... Eso sí.., no se me olvida el héroe que fuiste de mi vida, gracias por haber llegado a ella porque si no hubiese sido así, la verdad yo no estaría aquí desde hace mucho tiempo mi Sebas. - las lágrimas adornaron sus mejillas. - Gracias por darme a un hijo espectacular, es un gran hombre y eso lo saco de ti, supiste como educarlo y eso es algo muy grato. Soportaste mis problemas, mis dudas, enojos, tristezas, estuviste en mis malos momentos... Pero también en los buenos, pasamos muchas alegrías juntos. Por desgracia es cierto que las malas acciones tienen sus consecuencias... Soy una anciana bipolar, ciega y viuda, pero eso no impide que te agradezca lo feliz que me hiciste. ¿Que no todos tenemos un final feliz? Es cierto..., Pero no me arrepiento de haber vivido mi vida junto a ti Sebastián.

•••

_____ falleció a la edad de noventa y seis años por causas naturales, todas las propiedades que le dejo a su hijo fueron demolidas y reconstruidas, actualmente son fundaciones para personas sin hogar, indiscapasitadas, animales en peligro de extinción o callejeros.



"No todos tenemos finales felices."

(T h e  E n d)

Totalmente Diferentes (Sebastian Urdiales) [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora