88//Perfecta

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Sebastián Urdiales ⚡

— Vamos contesta...

Es la enésima vez que le marco a ____ y no me responde, ¿tan mal debió acabar lo nuestro?

Lo sentimos, el número que usted marco no se encuentra disponible.

¡Demonios!

Tiré el celular a la cama y jale mis cabellos, mi vista comenzó a nublarse por las lágrimas y estas comenzaron a salir sin control. Estoy consciente de que fui un gran estúpido, me perdono dos veces, nunca fue alguien que pidiera sexo y eso la hacia especial, rara vez era cursi, no le gustaban las citas en público pero si entre nosostros dos solamente, extraño que juegue en mi cabello con sus dedos o qué me mire tan lindo que me sonrojaba, extraño cuándo susurraba cerda de mi cuello y erizaba mi piel, la extraño demasiado.

Era tan.... Perfecta, pero la perdí.....

_____ Herrera 🌵

Los tres días que llevo en este hotel han sido los más eternos de mi corta vida, no he tenido comunicación con absolutamente nadie.

La puerta de la habitación se abre y ni siquiera me molestó en voltear, ya se quien es.

- Hola linda, cómo estás?

Eduardo entró sonriente al cuarto y lo mire con repugnancia. Maldito estúpido.

- Está bien, escucha en tres horas sale nuestro vuelo a México, te aviso para que empaques tus cosas y te puedas arreglar. Cuando lleguemos a la Ciudad iremos a ver a alguien que quiere negociar y necesito que estés presentable cariño.

Di un corto suspiro y recosté mi rostro sobre la almohada nuevamente.

Me dió una nalgada y antes que pudiera golpearlo salió corriendo de la habitación por lo que solo alcance a tirarle una almohada.

— ¡Idiota!

Me levanté y me metí a la ducha, yo calculo una media hora dentro de el agua, siempre que me ha gustado así que ya se imaginarán como traía la piel de anciano.

Cuando termine comencé con la ropa interior, el maquillaje, luego el peinado y por lo último la ropa, (Multimedia). Tomé mi maleta y empecé a meter las cosas que había ocupado, ropa y calzado.

— Don Eduardo dice que si ya está lista porque ya casi nos vamos.

— Claro...

— ¿La ayudo con su equipaje?

— Por favor.

Baje mi maleta de la cama y se la entregué a el guardia. Dejé toda la habitación en orden y salí de esta. Cuando llegue al lobby le entregue la llave a la recepcionista y me senté junto a Eduardo.

— Te ves bien. - dijo en un susurro

— Solo dime cómo se llama el tipo a el que veremos.

— Para que quieres saber.

Lo mire sería y me crucé de brazos.

— Para saber si lo conozco y podamos hacer buenos negocios.

— Mmm, me gusta esa idea. Bueno, se llama Dilan Jiménez y vive en los pinos, es no sé qué cosa de el presidente, necesita dinero urgente y me contactó para saber que quería a cambio si se lo daba.

Me dió el iPad y mire todas las fotos que tenían de el fuera de su casa, en los parques, plazas, etc.

— Para que necesita dinero si gana una fortuna robándole a el país.

— Lo mismo pensamos nosostros.

— Ok y ya pensaste que le vas a pedir a cambio por darle el dinero?

— Aún no, pero admito que su hija no está nada mal.

— Eduardo...

— Está bien, nada de secuestros a familiares. - dijo alzando las manos inocente

— Señor, ya llegaron.

Aviso uno de los guardias y tomamos nuestro equipaje. Cuando llegamos a el aeropuerto nos dirigimos a la pista para abordar el jet, antes de subir me llegó un mensaje y saqué mi celular.

— Que haces.

— Tomo mi celular, algún problema?

— Ah, si. Te pueden rastrear y encontrarnos a todos.

Me lo arrebato de las manos y lo tiró a el piso, lo aplastó con el pie y este saco unas chispas.

— ¡Acaso estás..!

— Es por nuestro bien, querida. Y tranquila, ya te daré otro mucho mejor que esa basura.

— Agh..!

Gruñí molesta y subí a el avión a regañadientes.

Totalmente Diferentes (Sebastian Urdiales) [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora