18 | El juego comenzó

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M I É R C O L E S

Matteo POV

Un bostezo más salió de mi boca, era evidente que todo el Blake estaba en las mismas, parecíamos estar en piloto automático, la diferencia era que todos mis compañeros estaban así por haber estado hasta tarde en la fiesta, mientras que yo estaba así por no haber pegado un ojo en toda la noche.

Pero, ¿quién podía culparme? Desde el momento en qué pasó lo de Luna y Benicio, corrí en busca de Ámbar, y cuando por fin di con ella lo único que me pidió fue espacio. Intenté convencerla, pero se veía tan mal que opté por hacer lo que me pedía.

Eso no me impidió de llenarla de mensajes con la esperanza de que contestara uno sólo, pero lamentablemente eso no ocurrió, y ahora me encontraba con un pequeño ramo de flores en la mano, lo único que me importaba ahora era hacerla sentir mejor, porque no dudo que ella estuviera sufriendo como nunca antes.

Sin embargo, ella no aparecía por ningún lugar, tanto que comenzaba a cuestionarme si asistiría hoy al colegio, de lo contrario sabría que las cosas estaban muy mal.

La campana estaba por tocar y ni un sólo rastro de Ámbar, tal vez debería ir al aula, eventualmente ella llegaría a ese lugar. Suspiré y me dispuse a caminar, pero al querer dar un paso mi mirada cayó sobre ella, y por más que intentara desaparecer no sería posible.

–Matteo...– Pronunció Luna haciendo una ligera mueca al caminar unos pasos hacía mí –¿Podemos hablar?

–Yo no tengo nada que hablar con vos– Respondí en seco intentando esquivarla, pero se interpuso en mi camino.

–Por favor, te lo pido... Un minuto.

–No Luna, entendelo, no quiero hablar con vos, no tengo nada que hablar con vos.

–Yo sí tengo– Soltó logrando que su voz se cortara –Por favor, déjame que te explique cómo fueron las cosas.

–No hay una explicación Luna, todo es muy claro... Vos y Benicio traicionaron a Ámbar, la engañaron, y por no sé cuánto tiempo.

–Sí, sí, es verdad... Es verdad todo lo que dijiste de mí... Es verdad lo que todos dicen de mí– Fruncí el ceño... ¿Acaso Luna estaba aceptándolo? –Pero tenés que conocer toda la historia para entender que yo no soy una mala persona.

–¿A qué te referís?

–Hace tres años Benicio llegó al Blake, y desde el primer instante él y yo tuvimos una conexión muy especial. Poco a poco fui sintiendo cosas por él hasta que nos besamos por primera vez. Pero después Ámbar se hizo amiga de él y en cuestión de semanas se hicieron novios... Ámbar me quitó a mi primer amor, me lo arrebató y no le importó nada.

–Me estás mintiendo– Musité incrédulo y ella negó.

–Es la verdad... Lo único que hice al besar a Benicio fue tener lo que debió ser mío, aunque sea por un momento... Jamás quise lastimar a Ámbar, no pensé que se enteraría...

–Pero lo hiciste... Y no sólo la lastimaste a ella... Me lastimaste a mí– Frunció el ceño confundida –Anoche me dijiste que sentías amor de verdad por mí... Y me sentí terrible por lo que te dije, pero al parecer era todo mentira, si amas a alguien no besas a otro a sus espaldas.

–Sí, yo sé que me equivoqué, pero quiero demostrarte que estoy arrepentida...

–Eso ya no importa Luna, no importa lo que hagas yo nunca te voy a perdonar por haber traicionado a Ámbar.

–Matteo por favor...

–Se acabó Luna, yo estoy enamorado de Ámbar y la pequeña pizca de sentimientos que tenía por vos se apagó al verte con Benicio. Se acabó todo entre nosotros.

Ella o Yo | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora