39 | Desconcierto

900 76 104
                                    


D O M I N G O

Matteo POV

Guardé el segundo patín dentro de mi locker para cerrar este dispuesto a salir de ahí y dirigirme a la mansión de Luna donde ella se encontraba esperándome.

Sus padres habían decidido visitar a Ámbar en el hospital esta mañana y por tanto, ella me había invitado a pasar el día en la mansión, algo a lo que no me pude negar en lo absoluto pues sabía que tan mal estaba mi novia debido a todo el asunto de Ámbar.

Ayer luego de la discusión con Emilia, Luna parecía estar en otro universo, apenas y era capaz de dirigirme la palabra y eso me dejaba claro que seguía sin creer que su amiga hubiera sido capaz de hacerle daño a su prima, por eso, había decidido estar con ella e intentar animarla.

Giré dispuesto a salir de los lockers e involuntariamente, mi mirada cayó sobre el locker de Ámbar haciéndome soltar un largo suspiro.

¿Cómo se encontraba Ámbar ahora? No podía sacarme esa duda de mi cabeza desde ayer. Yo, al igual que todos, no sabía nada de ella, lo único que sabía es que había despertado, pero aun seguía en el hospital y eso era sinónimo de que algo estaba pasando con ella.

No obstante, no tenía el valor para preguntarle a Luna sobre Ámbar, ella se tensaba al simplemente escuchar su nombre, era claro que si yo la cuestionaba sobre su prima podía terminar increíblemente mal.

Negué tratando de borrar todos esos pensamientos que me habían atormentado desde hace dos días para disponerme a salir de los lockers hacia la mansión de Luna.

Sin embargo, al emprender mi camino fuera de estos, una chica que venía en dirección contraria apareció prácticamente de la nada frente mío obligándome a detener en seco para evitar chocar con ella.

—Lo sien...

Corté mi propia frase al momento en que mis ojos se encontraron con los de ella haciéndome percatar que la chica con la cual estuve a punto de chocar era Emilia.

—Perdón...

Solté en seco esquivando su mirada para disponerme a salir de los lockers pero apenas le bastó con que diera un paso para interponerse en mi camino impidiéndome avanzar.

—Necesito hablar contigo, Matteo— Pidió en un tono calmado.

—Que lástima por vos, yo no tengo nada que hablar con vos, ayer dijiste todo lo que tenías para decir, así que... ¿Me disculpas?— Exclamé sin una pizca de amabilidad para intentar esquivarla, pero nuevamente, se interpuso en el medio.

—No, yo ayer no te dije nada, la única que habló fue Luna...

—Y ella dijo toda la verdad... ¿Qué más tenés para decirme? ¿Cómo planeaste todo?— Cuestioné duro cruzando de brazos.

—¿En verdad creíste que lo que te dijo Luna es verdad?— Exclamó Emilia también cruzando de brazos.

—¿Por qué Luna mentiría con algo así? ¿Por qué ella traicionaría a su mejor amiga si no fuera verdad?— Interrogué alterándome.

—Porque Luna es así, Matteo... ¿En verdad no la conocés?— Replicó Emilia incrédula —Luna es capaz de hacer cualquier cosa por obtener lo que quiere y no le importa si eso incluye vender su alma al diablo...

—¿Y qué se supone que quería según vos? ¿Mandar a Ámbar al hospital?— Exclamé demandante.

—Cumplir con su plan...

—¿De qué plan hablas?

—Del plan que hizo para separarte a ti y a Ámbar.

Respondió Emilia ocasionando que frunza el ceño, ayer también mencionó algo acerca de un plan y hoy volvía a hacerlo, ¿en verdad era capaz de inventar una mentira así?

Ella o Yo | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora