59 | Segundas oportunidades

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M I É R C O L E S

Matteo POV

Me gustaría decir que luego de la charla con Ámbar esta mañana en el Blake todo fueron risas y alegrías. Yo la amaba, o al menos juraba que lo que sentía por ella era amor de verdad, no podía decirlo, nunca había tenido oportunidad de vivir una historia de amor.

Y no podía negar que me dolía saber que luego de todo lo ocurrido, ella podía terminar con alguien más, especialmente alguien como Benicio.

Pero si ella sentía que él podía hacerla feliz, o al menos ayudarla a recuperar su felicidad, entonces no podía oponerme a eso. Lo único que quería en esta vida era que ella fuera feliz. Y ojalá esa felicidad pudiera ser conmigo.

Sin embargo, no estaba dispuesto a estancar mi vida por un amor no correspondido, estaba dispuesto a hacer caso a Ámbar y permitirme ser feliz, y había decidido que al igual que ella, necesitaba un tiempo para mí... Antes de pensar en estar con alguien más.

Es por eso que ahora me encontraba dirigiéndome al Roller donde había quedado con Gastón y Ramiro, una tarde de chicos, algo que hace tanto no tenía.

No obstante, al hallarme camino al Roller, mis ojos no pudieron evitar posarse sobre aquella chica que se encontraba patinando sola en la plaza cerca del lugar e inevitablemente una sonrisa se dibujó en mi rostro a medida que me fui acercando a ella.

Era imposible no reconocerla para mí, incluso a metros de distancia, había patinado tantas veces con ella, y bueno, compartido muchas otras cosas más, que me hacían reconocer su cuerpo a la perfección, se trataba de Luna.

Sin darme cuenta, mi caminata me había llevado a escasos metros de ella, los suficientes que le permitieron que entre su coreografía, sus ojos se unieran con los míos haciéndome detener para admirar el final de esta.

Y no pasó mucho para que eso sucediera, finalizando con una pose digna de ella que hizo que la devolviera con aplausos de mi parte.

—Bravo.

Exclamé sin más haciendo que ella sonría para dirigirse hacia mí rompiendo con los pocos metros que aun nos separaban para quedar frente a frente.

—Increíble tu coreo —afirmé al apenas detenerse ella frente a mí.

—Gracias —contestó convirtiendo su sonrisa en solo una mueca más.

—¿Practicabas para las audiciones de los Red Sharks?

—¿Las qué? ¿De qué audiciones hablas? —inquirió cruzándose de brazos.

—¿Cómo que de qué audiciones hablo? —solté incrédulo—. De lo único de lo que se habla estos días en el Roller.

Luna rió burlona —. No sé si te has dado cuenta pero últimamente no he sido la cliente estrella del Roller.

—Claro —reí también—. Se rumorea que Gary hará audiciones en el Roller para conformar a su nuevo equipo de los Red Sharks.

—Genial.

Dijo Luna para seguidamente patinar hasta una de las bancas donde se encontraban sus cosas y sentarse en ella obligándome a seguirla.

—¿Genial? ¿Es lo único qué tenés para decir?

Cuestioné desconcertado ante su indiferencia. Conocía a Luna, o al menos llegué a conocerla lo suficiente para saber que con una noticia así estaría por los cielos. Su sueño siempre había sido aquel, patinar profesionalmente, y ahora que surgía la posibilidad, ¿no le emocionaba en lo absoluto?

Ella o Yo | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora