J U E V E SLuna POV
Tic, tac. Tic, tac...
El sonido del reloj en mi habitación comenzaba a volverse perturbador yendo al son de mis latidos que cada vez parecían acelerarse más y más.
No tenía idea cuánto tiempo llevaba sentada en la misma posición sobre la orilla de mi cama, sólo sabía que era lo único que había hecho desde que había llegado a casa del Blake: sentarme y pensar.
Pareciera imposible que tuviera algo más que pensar ya que era lo único que había hecho durante los días anteriores, pero cada vez que creía que había visto el asunto desde todas sus perspectivas posibles, mil y un nuevos pensamientos invadían mi mente para seguir atormentándome.
Giré mi cabeza para hallar la prueba que se encontraba a un lado mío, aquella misma que había estado posada ahí por las últimas horas y que tanto me rehusaba a realizar.
Sé que le había prometido a Nina hacerla lo antes posible, pero no podía, simplemente no podía. Sabía lo importante que era, sí, de eso no me cabía absoluta duda. Pero a la vez sabía que todo mi futuro pendía de lo que esa estúpida prueba dijera.
Ni siquiera la primera vez que me realicé una me encontraba igual de nerviosa que lo estaba ahora, ni siquiera por haber sucedido dos años atrás, cuando apenas era una estúpida nena de catorce años, y cuando no tenía absoluta idea quién podría ser el padre de aquel supuesto bebé.
Pero todo era tan diferente en ese momento, y desconocer quién podría ser el padre era algo que prefería antes que ahora que sabía perfectamente de quién se podría tratar.
Tomé la prueba entre mis manos sintiendo mi corazón acelerarse a todo lo que daba. No tenía valor para hacerla, no lo tenía, porque en mi mente no cabía ni una ligera posibilidad de que este pudiera salir negativo.
Luego de aquel primer susto opté por las pastillas anticonceptivas porque no estaba dispuesta a volver a pasar por aquellos terribles días de angustia y preocupación. Y por dos años enteros así fue, viví y disfruté libre de preocupaciones, porque además de eso y tal como le había hecho recordar a Nina, no estaba con nadie a menos que se cuidaran.
Pero Mariano y Matteo no eran nadie, con ellos todo era diferente, yo confiaba en los dos plenamente, tanto para evadir mis propias reglas y todo pudo haber sido perfecto de no ser porque mis problemas fueron capaces de cegarme y olvidarme de tomar mis pastillas de salvación.
Había sido tan estúpida y me odiaba por eso, más porque aunque me mostré completamente segura ante Nina que Mariano podría ser el padre, la realidad era que él tenía exactamente las mismas posibilidades que Matteo tenía de serlo.
Estuve con uno un día después de estar con el otro, y con ninguno me había cuidado, esa era la realidad, la realidad que tanto me impedía realizar aquella prueba, porque sabía perfectamente que cuando saliera positiva, estaría esperando un hijo de alguno de ellos dos, y no podía ser así.
Por más que deseara que fuera de Matteo para evitar que mis padres y que todo el mundo se enteraran de mi vergonzoso pasado con Mariano, no era capaz de arruinarle la vida más de lo que ya lo había hecho.
Matteo me había hecho sufrir, sí, me había roto el corazón, me había dejado por Ámbar, sí, pero nada se comparaba a todo el daño que yo le había causado y que ahora, comprendía.
Por mi culpa Simón lo mandó al hospital, por mi culpa había sufrido tanto, por mi culpa había sucedido todo lo qué pasó como para que ahora le arruinara la vida con un bebé producto de algo que jamás debió suceder, porque por más que ambos lo hayamos disfrutado y hayamos sido irresponsables, lo nuestro nunca debió pasar.
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Ella o Yo | Terminada
Fanfiction¿Quién es mejor de las dos? ¿A quién eliges? En un mundo paralelo, las primas Luna Benson y Ámbar Smith, son y siempre han sido las mejores amigas, inseparables y tan iguales, el destino les tiene preparada la prueba mayor, al cruzar en su camino a...