Una sucesión de imágenes pasando a gran velocidad en la pantalla del portátil de Marshall, aparece ante nuestros ojos, mostrándonos el vídeo que Dorian grabó el día del crimen. Mi jefe y yo observamos con mucha atención el aparato, viendo una imagen borrosa de Charlie hablando alegremente con el anciano.
—Se desenfoca y enfoca cuando le da la real gana —comenta la voz del anciano al ver esta acción reproducida en su cámara de vídeo, haciendo que el rostro de Charlie no se vea para nada nítido en unos cuantos segundos.
—Ya lo veo, la lente del objetivo no se está quieta —interviene el padre de Axel señalando con su dedo hacia nosotros, hacia el cristal de la cámara—. Le has dado un buen golpe.
—¿Crees que pueda tener arreglo? —inquiere Dorian, moviendo un poco la cámara, ya que la imagen que nos muestra se tambalea levemente.
—¡Charlie, hoy te toca fregar a ti!
Una voz femenina hace acto de presencia en el lugar, haciendo que el nombrado gire su cabeza hacia atrás un poco; esa es Margott.
—¡A la orden! —grita él de vuelta, entre risas, para después volver la vista a su vecino—. Sí tiene arreglo, pero te va a costar mucho dinero —le hace saber asintiendo con la cabeza, al mismo tiempo que la lente decide enfocar su cara por pocos segundos—. Conozco a alguien que puede arreglártelo por un buen precio. Si me la dejas, en un par de días la tendrás como nueva.
—Pues no se hable más. —Ríe el anciano acercándole la cámara a Charlie.
Las manos del padre de los hermanos Williams se elevan hacia la máquina, pero un estruendo proveniente del salón que se encuentra a su espalda, le impide continuar con la acción. Él se da la vuelta de inmediato, para observar lo que pasa.
—Dorian, escóndete —le ordena este.
En ese momento la cámara vuelve a desenfocarse, a la vez que esta se mueve y hace un ruido al chocar contra algo, que supongo que es el alféizar de la ventana; aquí es donde Dorian ha debido de obedecer a su vecino. Ahora la imagen se centra en la silueta borrosa de Charlie corriendo hacia el salón, dejando la puerta de la cocina abierta, lo que nos permite a nosotros ver parte de la situación.
La lente vuelve a enfocarse, mostrándonos a los tres hombres que murieron aquel día, apuntando con sus respectivas armas al padre de Axel y a Margott, quien corre a coger a Phillip entre sus brazos para protegerlo.
—Devuélvenos lo que nos has robado —espeta uno de ellos, con voz amenazante.
Los arañazos y las roturas del cristal del objetivo, no ayudan para nada a ver con claridad los rostros de los presentes debido a su lejanía, pero ninguno de ellos nos interesa a Marshall y a mí, solo esperamos impacientes a que la asesina haga acto de presencia.
—Bajad las armas y vayamos a otro lugar a hablar de esto. —Intenta tranquilizarle el padre de Axel, con voz calmada.
Charlie es tirado al suelo a causa de un puñetazo en su cara de parte de uno de los tres hombres, en cuanto esas palabras salen de su boca. Los llantos de Phillip resuenan por todo el lugar, mezclándose con las voces y gritos de todos los presentes. En apenas un minuto, el padre de los hermanos dirige su mirada hacia la izquierda, donde supongo que se encuentra su hijo ya observando lo que pasa.
—¿Dónde está la asesina? —me pregunta Marshall sin apartar la vista de la pantalla de su portátil, completamente atento a lo que sucede.
—Tal vez está en un punto ciego de la cámara —opino—. Escondida tras la pared de la cocina.
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Liberación | EN FÍSICO |
ActionDespués de haber conseguido dejar el café atrás, Kelsey Davenport tendrá que lidiar con los nuevos problemas que se le han presentado. Ya nada es lo que parece. Nadie es quién dice ser. Y en nada ni nadie podrá confiar como antes. Ella tendrá que lu...