Kelsey.
Acaricio el cabello de Phillip con delicadeza, con la intención de que vuelva a dormirse, pero no consigo que cierre los ojos. Poco después de que Axel y Jayden se marchasen, se despertó, y se ha estado negando a dormir hasta ver que su hermano vuelve junto a él.
Lipy se encuentra con su cabeza sobre mis piernas y, a su vez, sus piernas sobre las de Ann. La pelirroja lleva cerca de dos horas mirando una fotografía de ella y su hermana juntas en la pantalla de su móvil, es la que peor está pasando este tiempo de espera en el que no hemos tenido ni una sola noticia de los demás.
Aparto una de sus manos del dispositivo y entrelazo mis dedos con los suyos. Ella posa sus ojos en los míos, tiene la mirada decaída. Me muestra una pequeña sonrisa que dura apenas unas milésimas de segundo para agradecerme mi acto.
El hermanito de Axel se remueve en el sitio, incómodo, buscando una mejor postura. Este termina por posicionarse boca arriba. Con la mano que tengo libre, le aparto el flequillo de la frente y continúo tocando su pelo, suavemente.
—Duérmete, anda —le pido al niño.
Él mueve la cabeza en respuesta negativa y yo suelto un suspiro de rendición. El repentino sonido de la puerta abriéndose y golpeando la pared del pasillo, hace que los tres nos sobresaltemos.
—¡Cierra la puerta! —grita la voz de Axel.
Al instante, Phillip se levanta de encima de nosotras y corre como alma que lleva el diablo hacia la entrada. Cuando llega, este se queda estático en el sitio. Escuchamos la puerta cerrarse de un portazo. Ann y yo nos levantamos del sofá y nos vamos acercando poco a poco a Lipy para ver qué es lo que pasa, ya que la pared del corredor sobresale un poco y nos impide ver lo que ocurre en el recibidor.
Justo antes de que podamos llegar hasta a él, Axel y Jayden aparecen en nuestro campo de visión cargando el cuerpo ensangrentado de Andriu. Ellos dos se agachan con cuidado y la dejan en el suelo. El dilatas se posiciona enfrente de la cabeza de la pelo azul, de rodillas, para después sostenerla entre sus manos y dejarla sobre sus piernas.
Axel se pone a un costado, apretando la herida que Andriu tiene en su abdomen.
—¿Qué le ha pasado? —pregunta Ann en un hilo de voz apenas audible.
Al dirigir la mirada hasta a ella, puedo ver que se ha puesto pálida. Su respiración se ha vuelto agitada y pesada. Cada vez le cuesta más llenar sus pulmones de aire. Su pecho sube y baja con rapidez y su expresión me indica que está a punto de llorar, pero ni una sola lágrima sale de sus lagrimales.
—¡Kelsey, ven aquí! —pide mi novio con desesperación.
Me acerco a ellos y me arrodillo enfrente de él, en el otro costado de la pelo azul. Ella tiene los ojos abiertos, pero los párpados le empiezan a pesar, ya que se nota que está haciendo todo lo posible por no cerrarlos. Estos se mantienen fijos en los de Jayden en todo momento, y los de él en los de ella.
—Rómpele la sudadera —me ordena, sacándome de mi embobamiento.
Él mete sus manos bajo la prenda y presiona la herida desde ahí. Yo las dirijo hacia la parte que está más cerca de la contusión, donde la tela se ve rota debido a la bala que le han metido en el estómago. Meto mis dedos en el agujero de la misma y tiro de ella con fuerza para resquebrajarla.
A pesar de que los hilos están bastante bien cosidos, consigo romperla del todo. Axel me ayuda a apartar la prenda del abdomen de Andriu y, acto seguido, se queda observando el orificio de bala de cerca, para poder ver en qué estado se encuentra.
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Liberación | EN FÍSICO |
ActionDespués de haber conseguido dejar el café atrás, Kelsey Davenport tendrá que lidiar con los nuevos problemas que se le han presentado. Ya nada es lo que parece. Nadie es quién dice ser. Y en nada ni nadie podrá confiar como antes. Ella tendrá que lu...