Kelsey.
Unas voces susurrantes logran despertarme del sueño en el que me había sumido hace pocas horas. Abro los ojos y lo único que percibo es la oscuridad que inunda la habitación de Axel, aunque las luces de las farolas de la calle y de la brillante luna, se cuelan entre los agujeros de las persianas y soy capaz de darle profundidad al cuarto.
Respiro hondo y me doy la vuelta hasta quedar boca arriba. Estiro mi brazo derecho para poder tocar al chico que duerme a mi lado, pero no hay nadie, su lado de la cama está completamente vacío. Frunzo el ceño y giro mi cabeza hacia esa dirección. Solo están las sábanas blancas y arrugadas. Me incorporo hasta quedar sentada y agudizo el oído para ver si puedo escuchar esos susurros que han interrumpido mi plácido sueño. Se oyen lejanos.
Deslizo las piernas por el borde del colchón y apoyo las plantas de mis pies en el suelo. Tras levantarme, me encamino hacia la salida de la habitación con pasos lentos y torpes. La puerta está cerrada, pero puedo divisar un poco de iluminación colándose por el estrecho hueco de la parte baja. Una vez que estoy cerca, la abro y salgo al pasillo.
Mis ojos van a parar a la habitación de Phillip, su puerta también está cerrada y la luz proviene de ahí, al igual que las voces. Suspiro y me acerco allí. En cuanto la abro, Axel aparece tumbado junto con su hermano en la pequeña cama. Mi novio sostiene uno de los libros de Harry Potter y Lipy lee en un tono de voz bajo las palabras que hay escritas en las hojas, aunque se ve que tiene sueño. Le echo un vistazo al reloj que hay colgado en la pared, a mi derecha, y veo que son las tres de la mañana. ¿Qué narices?
—¿Qué hacéis? —inquiero confundida.
Los dos chicos ponen sus ojos en mí.
—Leer —contesta Axel de forma obvia.
—Oh, Kelsey. Dile que me deje dormir —suplica su hermanito con cara de pena.
Mi novio dirige la mirada hacia a él con los ojos muy abiertos.
—¡Oye, mocoso! —se queja.
—¿Pero se puede saber qué os pasa? —insisto desde el umbral de la puerta.
—Axel me ha despertado a propósito para que lea con él —me explica Phillip con cansancio—. ¡Tengo sueño!
Arrugo el entrecejo aún más confundida. ¿Axel le ha despertado para leer? Pero si a él no le gustan esos libros... ¿qué bicho le ha picado?
Niego con la cabeza muy lentamente y cojo una bocanada de aire.
—Deja dormir a tu hermano y vuelve conmigo a la cama —le pido acompañando mis palabras con un gesto de mi brazo.
Él se relame los labios y mira a Lipy de reojo, quien no duda en obligarle con la mirada a que me haga caso. Williams vuelve la vista a mí y se dispone a poner una excusa para no obedecerme.
—Pero solo quedan cincuenta páginas...
—¡Dios, Axel! —exclamo exasperada—. Tienes mucho tiempo para terminar el libro.
Mi novio se incorpora y pone un pie en el suelo, el que está más cerca del borde de la cama. Este traga saliva y abre la boca para decirme algo, pero acaba por cerrarla y no decir nada al respecto. Sus ojos se alternan por los míos, como si estuviese buscando la forma de explicarme lo que sucede por esa cabecita suya. Sin embargo, al ver que no tiene intención alguna de continuar la conversación, decido hablar yo.
—Además, si a ti no te gustaba esa saga —agrego como recordatorio.
—Pues ahora sí. —Es lo único que dice.
ESTÁS LEYENDO
Liberación | EN FÍSICO |
AcciónDespués de haber conseguido dejar el café atrás, Kelsey Davenport tendrá que lidiar con los nuevos problemas que se le han presentado. Ya nada es lo que parece. Nadie es quién dice ser. Y en nada ni nadie podrá confiar como antes. Ella tendrá que lu...