Son las dos de la mañana, en comisaría no hay casi nadie. Solamente los policías de guardia. Hace media hora que llegamos, con una historia falsa de lo sucedido que relatar. Antes de llamar a la policía, ideamos la mentira que deberíamos soltar al llegar.
El calor del despacho en el que nos encontramos esperando a que llegue nuestro turno de declarar, penetra en mi piel, músculos y huesos. Mi organismo agradece esta sensación. Y puedo asegurar que el resto de mis amigos también.
Todos nos encontramos sentados en una de las varias sillas que hay en el lugar, pero cada uno estamos en una punta de la habitación, sumidos en nuestros pensamientos hasta que Jayden vuelva. Él ha sido el primero en ir a la sala de interrogatorios, con la intención de tantear el terreno y ver quién es la persona que nos hará las preguntas.
No es algo nuevo lo de los infiltrados. Eso es lo que más temíamos al venir aquí. Ellos harán todo lo posible para tapar el asesinato de Andriu, así como los Cobras hicieron con los homicidios de los que a Axel se le acusaba. Es increíble cómo la gente con poder puede mover los hilos a su antojo, para que todo lo que ellos quieran salga a pedir de boca. Lo bueno de esto, es que siempre dejan algún cabo sin amarrar, lo que sentencia su destino, ya sea a largo o a corto plazo. Todo depende de lo atentas e interesadas que estén las personas del cuerpo policial en el caso que están tapando.
Ahora, la personita que más me preocupa es Phillip. Apenas ha intercambiado dos palabras desde lo sucedido, un simple "estoy bien". El niño está sentado sobre las piernas de su hermano, acurrucado contra su pecho mientras disfruta de la calidez que desprende los brazos que Axel tiene a su alrededor. El muchacho se ha mantenido neutro a todo lo que estaba pasando en su entorno.
Ann tiene los codos apoyados sobre sus rodillas, y sus manos entrelazadas sujetan su frente. Ella sigue llorando, veo como las lágrimas chocan contra el suelo.
—No quiero estar aquí —susurra Lipy.
Desvío la mirada hacia a él en el momento en el que le escucho a hablar.
—Lo sé —admite Axel, abrazándole con mayor fuerza.
—Se está repitiendo. Ha vuelto a pasar —prosigue Phillip—. Quiero estar con mamá.
Su hermano le aprieta contra él, para después dejar un largo beso sobre su coronilla. Williams, al notar que les estoy observando, me mira abatido.
Es obvio que Lipy lo está pasando mal desde hace tiempo, y su hermano lo sabe. Estoy segura de que esto tiene mucho que ver con el comportamiento que ha ido presentado estos días atrás. Creo que es hora de buscar a alguien que pueda ayudarle.
La puerta de la oficina se abre de golpe, dejándonos ver a un Jayden consternado y cansado.
—Es un infiltrado —nos hace saber en un tono de voz lo bastante bajo para que solo nosotros podamos oírle.
No hace falta preguntar a quién se refiere, sin duda alguna es el policía que nos interrogará. Los Árticos lo tenían todo muy bien pensado. Jayden cierra la puerta a su espalda y, luego, camina hacia un asiento libre para sentarse.
—Hay una cosa que no entiendo. —La voz de Ann hace acto de presencia.
Fijo la mirada en ella, quien levanta la cabeza para poder vernos. Sus ojos y mejillas están enrojecidas y húmedas debido al llanto.
—Si querían matar a Axel para atrapar a Kelsey, ¿por qué no lo hicieron de igual forma? —indaga.
—Porque ya hirieron de gravedad a Andriu —responde el dilatas—. Tenían todo planeado para un "suicidio". Dos el mismo día y a la misma hora iba a levantar demasiadas sospechas; incluso con gente tapando lo ocurrido. Por eso le dejaron libre.
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Liberación | EN FÍSICO |
AzioneDespués de haber conseguido dejar el café atrás, Kelsey Davenport tendrá que lidiar con los nuevos problemas que se le han presentado. Ya nada es lo que parece. Nadie es quién dice ser. Y en nada ni nadie podrá confiar como antes. Ella tendrá que lu...