El sonido de mi teléfono móvil provoca que todos mis sentidos se fijen en él, despertándome al instante. Tras apartar las sábanas de mi cuerpo, acompañando la acción con un sonoro gruñido, estiro mi brazo hasta dar con el aparato que hay sobre la mesita de noche. Una vez en mi mano, lo descuelgo y me lo llevo al oído.
—¿Diga? —contesto con somnolencia, a pesar de que he intentado con todas mis fuerzas que no fuese así.
—Kelsey, siento llamarte tan temprano, pero debo ponerte al corriente de esto para que vayas avisando a Axel con tiempo. —La voz de Marshall entra en mis oídos, resonando por mi cabeza durante pocos segundos.
No sé por qué, pero esto no me da muy buena espina.
—¿Qué es lo que pasa?
Deslizo las piernas por el borde del colchón, incorporándome en el acto de la cama. Mantengo los ojos pegados en el suelo, esperando la respuesta de mi jefe con impaciencia y cierto miedo en mi interior.
—Es sobre el juicio —responde, haciendo que se me corte la respiración en ese momento.
El pensamiento de que quizás se lo hayan rechazado o que se lo hayan atrasado durante más tiempo de lo previsto golpea mi mente con fuerza, consiguiendo ponerme más nerviosa que antes. Ahora mismo no nos conviene ninguna de esas dos opciones. Cuanto antes pueda estar Phillip con su hermano, mejor.
—¿Es algo malo? —indago con la esperanza de que me diga todo lo contrario a lo que pienso.
—Depende de cómo lo mires. —Es lo único que me dice.
Esa respuesta no me ayuda en nada a calmarme.
—Han adelantado el juicio todo lo que han podido. Será dentro de cinco días a las seis de la tarde —añade.
Justo en el momento en el que escucho esas palabras, un sonoro suspiro de alivio sale de mis adentros. Aunque sé que es un plazo de tiempo bastante corto, es bueno que no lo hayan retrasado por tantos meses como suelen hacer. Lo malo de esto es que vamos a tener que ir más rápido de lo previsto para tenerlo todo preparado para cuando llegue el día.
—Joder, ya me estaba asustando. —Me llevo una mano al pecho.
—Lo siento, Kelsey —se disculpa soltando una breve risilla—. Dile a Axel esto y que se vaya buscando un buen abogado que esté dispuesto a trabajar lo más rápido que pueda.
—De acuerdo. —Asiento con la cabeza.
—Hasta luego.
—Adiós.
Dicho esto, cuelgo la llamada. Antes de bloquear la pantalla del móvil, me fijo en la hora: las seis y media de la mañana. Una mueca de cansancio se hace presente en mi rostro, pero bueno, es lo que hay. Así que, sin perder más tiempo, le mando un mensaje a mi madre para que venga lo antes posible aquí y se quede a cuidar del hermano de Axel mientras yo no estoy; voy a ir a avisarle ahora mismo, el tiempo es oro en estas situaciones.
Hecho esto, dejo el dispositivo donde estaba y, luego, salgo de mi habitación. El renacuajo de Phillip aparece en mi campo de visión, durmiendo en el sofá y con Sparkie a sus pies. Ayer volvió a insistirme para quedarse a dormir en el salón. No le entiendo, se está más cómodo en la cama.
Meneo la cabeza y me río levemente al recordar nuestra pequeña batalla para ver quién se quedaba el sofá; si es que no tiene remedio este niño. Con los pies a arrastras, me dirijo hacia el baño para asearme antes de irme a ver a Williams, sin embargo, cuando entro y pongo la vista al frente, me acuerdo de que ayer me cargué el espejo.
—Ah —murmuro.
Tengo que comprar un espejo nuevo, vaya.
🐈
ESTÁS LEYENDO
Liberación | EN FÍSICO |
ActionDespués de haber conseguido dejar el café atrás, Kelsey Davenport tendrá que lidiar con los nuevos problemas que se le han presentado. Ya nada es lo que parece. Nadie es quién dice ser. Y en nada ni nadie podrá confiar como antes. Ella tendrá que lu...