DESGARRADO

¿Y?

Habían pasado cuatro días desde la llegada de Eijiro a Shodoshima, durante ese tiempo, el alfa estuvo pegado a su querido Omega, le acompañaba a todos lados y no le dejaba solo, además se aseguraba de impregnar todo su aroma a café en el esbelto cuerpo del rubio apenas y tuviera oportunidad.

Durante las grabaciones, el pelirrojo no le quitaba la mirada de encima a Denki, no dejaría que tuviera contacto alguno con Ojiro a excepción del trato profesional.

...

— Revisa esos papeles terminados, Bakugou. —hablo el bicolor. —Solo necesita la firma de Mirio y tuya. Tambien tenemos la lista de los Omegas que se ofrecieron como prueba, esta noche los veremos y escoge...

—Espera, esta noche no puedo, tengo algo importante que hacer. —el ojos carmesí le interrumpio de inmediato

—Ir a que Midoriya te golpee no es algo importante que debas hacer Katsuki. — Aizawa había hablado seriamente. Hace unos días el rubio había llegado al hotel en un estado deplorable, aunque a Todoroki le pareciera gracioso, para el azabache no lo era ni en lo más mínimo. Katsuki tenía un enorme moretón en su rostro y no dejaba de escupir el jugo gástrico. Los múltiples golpes con lo que llegaba cada noche le empezaban a sacar de quicio. —Te quedarás hasta que hayamos visto a todos y cada uno de los Omegas ¿Entendido? —no hubo respuesta por parte del menor — ¿ENTENDIDO?

—Si, maldicion, ya entendí. —Aunque el fuera el dueño de las grandes compañías Bakugou, no podía llevarle la contraria a la momia, le respetaba demasiado. Firmo los papeles dados por Shoto y siguió con el resto del trabajo a regañadientas.

Togata por su parte se encontraba supervisando los detalles finales del laboratorio que se había empezado a construir apenas habían llegado a Shodoshima, ese sería el laboratorio principal de todo el proyecto.

...

Llegada la noche, Eijiro y Denki fueron a Shiro, el pelirrojo tenía una pequeña urgencia de hablar con Izuku. La pareja tomo asiento en la mesa donde se suponía debía estar Katsuki. Esperaron pacientemente y ocuparon al peliverde apenas estuvo libre.

—¿Cómo has estado Izuku? —pregunto el alfa con sonrisa pacífica y reconfortante.

—Eh estado bien Kirishima-kun

—Oh por favor, puedes llamarme Eijiro, como en los viejos tiempos. —Izuku guardo silencio. —Denki me comentó que tienes una hija.

—Mmm así es, es la niña en la barra con el otro empleado, se llama Hina.

El pelirrojo volteo  para mirarla —¿Qué edad tiene?

—Dentro de unos días cumplirá tres años.

—Tres años ¿Eh? —mostró una expresión nostálgica.

—¿Qué hay de ustedes? Ya tienen cinco años de casados ¿Tienen planes de algún cachorro?

—Oh no. — respondió el rubio sin dudar —Tengo un contrato de siete años con la agencia, hasta que este no acabe no tengo permitido tener cachorros...

—Pero esté termina en tres años y apenas culmine tendremos varios cachorros, además podré marcarte como es debido. —el sonrojo en el rostro de Denki se hizo presente, que Eijiro dijera esas cosas sin titubear le avergonzaban y a la vez le enorgullecian un poco.

El alfa al notar el color en las mejillas de su pareja, depósito un suave beso en sus labios. Izuku observaba tiernamente la escena.

Volvieron a la charla y está se extendió por horas, se pusieron al día con sus vidas y hablaron de una que otra trivialidad, pero había algo raro en Midoriya, no dejaba de mirara su reloj y la puerta del café, se veía un poco ansioso.