Izuku Midoriya III

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En un pequeño consultorio de la gran Western, Izuku se hallaba esperando a Yagi quien había entrado a una habitación ya hace un largo tiempo. El sitio era reconocido por la Doctora que ahí trabajaba, al parecer la mujer era muy buena en su oficio, además de tener los mejores supresores de la ciudad.

Una vez terminados sus asuntos, Toshinori salió del pequeño cuarto y detrás de él la pequeña anciana quien miro de pies a cabeza al joven omega.

–Ten, lleva esto contigo. –la anciana lanzo un pequeño frasco lleno de pastillas al peliverde, torpemente Izuku lo atrapo. –Con mis años de experiencia puedo notar que eres un omega, aun no estas marcado así que ten mucho cuidado. Esas pastillas son los mejores supresores que tengo, no hace falta ser un genio para saber que tu celo es fuerte, tu aroma dulce te delata, en verdad ten mucho cuidado –el joven estaba impresionado por lo dicho, en verdad que aquella mujer era experta en lo que hacía. Hurgo en uno de los bolcillos de su bata y le paso una tarjeta de presentación al más joven. –Mi nombre es Chiyo Shuzenji, ahí está mi número, mi correo y toda la información que quieras sobre mí, cuídalo bien, no todos tienen el privilegio de saber de mi ¿cierto Yagi? ­–el rubio dio una de esas carcajada característica de él.

–Esta mujer ha sido mi médico durante los últimos quince años, que más recomendación que esa. –un pequeño suspiro se escuchó por parte de Chiyo.

–Te daría antidepresivos pero esas cosas solo te deprimirán más, mejor anda con este idiota y diviértete, es el mejor antidepresivo que te puedo recomendar. –el peliverde dejo salir una pequeña sonrisa y seguidamente agradeció por los supresores dados.

Se despidieron de la mujer y se dirigieron hacer turismos, estaban total y completamente libres en la hermosa Australia, el idioma no era un problema puesto el rubio tenía muchas amistades en el lugar. "Sorprendente, Yagi-san es sorprendente" los pensamientos de Izuku eran de completa admiración hacia su acompañante.

En su quinta día de turismo el mayor llevo a Izuku a un bar bastante conocido, ahí le presento a algunos amigos betas jóvenes y guapos.

–Si alguno de ellos es de tu agro no olvides decírmelo joven Midoriya. –le dio una gran sonrisa y seguidamente levanto su pulgar victorioso. El chico sabia las intenciones de Yagi, eran buenas intenciones pero aún no era momento para algo como eso, aun no podía dar ese paso, simplemente regalo una sonrisa a los presentes y dejo aquellos betas en banca de amigos.

En medio de la noche, Izuku pidió permiso para ir al baño, Toshinori no le dio importancia pero unos de los betas en el lugar noto algo extraño.

El peliverde se sentía bien, se estaba divirtiendo, los compañeros de Toshinori, eran agradables y fáciles de conversar, tal situación le hacía olvidar al traicionero alfa. Ya dentro del baño estaba bajando su cremallera cuando de repente sintió un arrimón en su trasero, rápidamente volteó para dar un puñetazo pero el contario lo esquivo fácilmente, le tomo por las muñecas fuertemente para acorralarlo contra la pared.

–Tú emanas un delicioso aroma. –dijo aquel hombre mientras le lamia el cuello.

–Asqueroso. –no podía defenderse, sabía que era un alfa por las fuertes feromonas que yacían de él, su fuerza era impresionante por lo que el forcejeo era inútil, vaya suerte, hace unos días había sido engañado en el altar y ahora sería violado por un completo desconocido. Cerró fuertemente sus ojos esperando el fatídico momento cuando sintió que alguien le desprendía de encima aquel asqueroso sujeto.

Yagi al igual que la última vez había llegado para salvarle, tiro aquel hombre al suelo y empezó a propinarle múltiples puñetazos, aunque la apariencia del rubio fuera la de un hombre demacrado era notable que tenía una fuerza impresionante. Los acompañantes betas irrumpieron en el baño para separar a Toshinori del sujeto, unos cuantos golpes más y de seguro lo mataba. Izuku por su parte estaba impactado por la actuación de Yagi, nunca en su vida lo había visto siendo tan violento, totalmente inmóvil uno de los acompañantes lo tomo de la mano para salir huyendo del lugar dejando al alfa inconsciente en aquel lavado.

Una vez los suficientemente alejados del sitio, Toshinori le dio una bofetada a Izuku, nadie en el lugar sabia el porqué de aquella acción, completamente impresionado el chico automáticamente mando su mano al lugar del ardor y miro confundido al rubio.

– ¿Por qué no te defendiste? –pregunto realmente enojado

– ¿Cree que no me defendí? JA ¡Por supuesto que lo hice! ¡¿Quién demonios querría ser violado?!

– ¡Entonces porque cuando entre al baño parecías estar completamente resignado a que te violaran! –el más joven apretó sus puños y dientes ante lo dicho.

– ¡Es fácil para un alfa como tu decir eso! ¡No sabes cómo sufrimos los omegas con esas malditas feromonas que ustedes derraman por todos lados! –los betas quienes observaban la escena quedaron un poco confundidos por lo que decía el peliverde. – ¡Como un omega podría ganarle en fuerza a un alfa! ¿Qué demonios querías que hiciera? –el mayor se acercó nuevamente al chico para darle otra cachetada.

–Que Inko me perdone por golpear a su hijo, pero en verdad estas diciendo muchas estupideces ¿Omegas, alfas, betas? Qué demonios tiene que ver eso ¿lo viste, no? ¡Viste como golpee a ese alfa sin oportunidad de defenderse! ¡SI UN OMEGA COMO YO PUDO HACERLO! ¡TÚ TAMBIÉN PUEDES!

"impresionante, definitivamente Yagi-san era impresionante" Izuku estaba completamente anonadado ante lo dicho, por su propia cuenta creyó que el mayor era un alfa cuando todo este tiempo había sido un omega, un genial omega. Una gran sonrisa se dibujaba en el rostro del peliverde, seguidamente empezó a reír de la nada asustando a todos los presente.

–Yagi-san definitivamente eres la persona más genial que conozco. –tomo una gran bocanada de aire y la dejo salir. –Por favor Yagi-san, enséñame a no ser tan miserable. –el rubio después de una expresión de confusión dejo salir sus fuerte carcajadas.

–Entonces espero que estés preparado de aquí en adelante Joven Midoriya. –el peliverde asintió fuertemente con mucha determinación.

Ya no sería un lamentable omega.

DESGARRADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora