Todos sus instintos se encontraban al borde de la locura, pupilas dilatadas, respiración entrecortada, caninos a plena vista, corazón latiendo como loco, conciencia al límite, Aizawa estaba sufriendo, apretaba su pecho tratando de aguantar la extrema excitación de su celo, una sola invitación y se convertiría en un alfa salvaje en busca de un Omega para derramar toda su lujuria.
Encerrado en el pequeño salón trataba con todas sus fuerzas de no traspasar esa humillante línea que ningún alfa debería cruzar, pero sus esfuerzos fueron en vano, el hilo que lo mantenía cuerdo fue roto al sentir el glorioso aroma a canela acercándose a la habitación, empezó a gruñir cual animal, la saliva de apetito desbordaba de su boca al igual que sus fuertes feromonas. Su corazón aumento de ritmo a la par que su respiración, podía sentirlo, podía sentir a su presa detrás de aquella puerta de madera, su manzana de edén se movió bruscamente por la cantidad de saliva tragada en el instante "canela, canela, canela" resonaba una y otra vez en su mente, moviéndose por inercia abrió la puerta y una gran cantidad de feromonas de parte de aquel hombre que suplicaba con su aroma que le preñaran fue suficiente para dejarse controlar por la bestia en su interior.
Había cruzado la línea.
Sin pensarlo se abalanzó contra el rubio, desesperadamente destrozo su camisa y mordió los pezones en el huesudo pecho.
Yagi apretó las hebras negras del hombre encima de él, nunca en su vida lo había visto pero su cuerpo le suplicaba estar a su lado. No podía negarse.
Llevados por el celo ambos cedieron a sus instintos, Shouta palpo sobre la tela en el redondo trasero del Omega, el lugar estaba completamente húmedo, su virilidad no lo aguantaría más, despojo al rubio de su vestimenta inferior y trago en seco al ver el desastre que yacía ahí abajo, era una completa droga visual para sus instintos; el lubricante producido por el omega se derramaba por los muslos del mismo a montones. Delicioso, se veía delicioso. Relamió sus labios y de repente fue jalado por el cuello de su camisa para ser aprisionado por los labios de su víctima. Yagi tenía la enorme necesidad de besar a su atacante, lo tomo de la prenda y se unió a él en un profundo, húmedo y lujurioso beso.
No sabían sus nombres, ni sus edades, ni ocupaciones o procedencia pero sus cuerpos se pedían desesperadamente uno del otro.
Un delgado hilo de saliva daba culminación al beso, en ese instante por unos cortos segundos, los azulejos hicieron contacto con los ojos negros que estaban a punto de poseerlo. Por primera vez Aizawa había visto el rostro de su pareja, un hombre rubio completamente sonrojado, con un pequeño camino de saliva saliendo de la comisura su boca y unos hermosos iris azules al borde de las lágrimas, era el paisaje que grabaría a fuego en su pupila.
Sus cuerpos ardían por completo, sus partes inferiores palpitaban, Aizawa sumido por completo en el celo libero su erecta virilidad derramando líquido preseminal de la punta, preñaría a ese omega. Le abrió las piernas y las elevo un poco para dar una violenta entrada a su falo, estaba apretado, caliente y húmedo, todos un regocijo para su pene.
Yagi había arqueado su espalda por la repentina entrado de aquel alfa a su cavidad, más fue su excitación al sentir el movimiento de caderas del azabache arremetiendo contra su próstata, gemidos repletos de placer empezaron escapar de sus labios. Las feromonas del alfa con aroma a chocolate nublaban sus sentidos.
...
Izuku acomodo a Dabi en el sofá y le ordeno a Tamaki que llevara a Mina a la habitación de Hina, dio un suspiro y miro el techo de su hogar, segundos después volvió la mirada a Dabi, se acercó al sujeto y acarició su cabello, al reincorporarse para buscar a su hija una jeringa cayo de su bolsillo, había sacado tres inhibidores pero solo había utilizado dos, había olvidado por completo a Toshinori.
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DESGARRADO
Fanfictionel día más importante de su vida, el hombre a quien más amaba le fue infiel