DESGARRADO

Fin del juego

El proyecto entre las compañías asociadas se detuvo.

Shoto se hallaba tumbado en cama aun recapacitando sobre el aroma a lavanda que tanto le gustaba. Pensó repetidas veces lo sucedido, estaba seguro que el olor provenía de Izuku y no de otra persona. Entre divagaciones recordó su primer día en Shodoshima, aquel momento en el que el joven peliverde ingresaba a un hotel acompañado de un hombre de cabellos negros, ese día, el lavanda era extremadamente fuerte y excitante, era un olor hipnotizante y atrayente para todos sus sentidos, se concentró tanto en el esmeralda que ignoro por completo al ojeroso que lo acompañaba.

Ahora todo encajaba

Los momentos en que sentía el pequeño aroma en Izuku era porque el dueño de la esencia había estado mucho tiempo a su lado, sin mencionar los días en que el lavanda era más fuerte y dulce, Shoto trago en seco y amargo al pensar la causa del aumento de dicho aroma en el pequeño peliverde.

Se sintió tonto y aterrado.

Todoroki no salía de su cuarto desde el encuentro con el iris aqua. Tenía miedo, era consciente del comportamiento salvaje que había tenido aquel día, el hecho de pensar que pudo atacar a un omega, el cual ni su nombre sabia, le helo el cuerpo por completo, tal conducta le parecía lamentable, y para aumentar el desastre en sus pensamientos, la fragancia a lavanda era latente cada día a los alrededores del hotel, lo sabía, sabía que aquel sujeto merodeaba apropósito por los alrededores del hotel buscando una oportunidad para que le poseyeran, prácticamente le estaba invitando a tomarlo. Era desagradable pensar que ese tipo de omegas existirán, lo rechazaba una y otra vez en sus pensamientos, pero... aunque tal conducta lo hiciera sufrir por la constante exhalación de tan exquisito aroma a lavanda, su cuerpo deseaba llenar aquel omega, quería ser su alfa, anhelaba realizarle una desastrosa marca en la parte trasera del cuello, quería hacerlo suyo.

Lo pensó una y otra vez, se masturbo una y otra vez pensando en el rostro sonrojado del sujeto tirado en el suelo ante el celo latente de aquel día, se lo imagino una y otra vez con las piernas abiertas recibiendo su virilidad, termino en su mano una y otra vezpensando en el azabache y no en Izuku.

La confusión, el amor y el odio le poseían.

...

Eran aproximadamente las tres de la mañana y Dabi por su parte se encontraba jugando de cama en cama, sabía que había encontrado a su destinado y el solo pensar en eso, le excitaba enormemente. "Tendré un nuevo juguete" pensó.

Después de acostarse con una línea beta, fue a pasear por los alrededores del hotel donde se hospedaba Shoto. Aunque el bicolor se encontrará en el séptimo piso del edificio, Dabi podía sentir a la perfección aquellas feromonas con olor a sandía de su destinado. Sonrió sádicamente, le encantaba ese aroma, le fascinaba. Definitivamente tendría sexo duro con ese alfa.

Sigilosamente ingreso a la casa que compartía con los otros omegas y fue su sorpresa al encontrar a la pequeña Hina saliendo del baño, se detuvo en seco y espero algún movimiento de la niña, pero está parecía estar medio dormida, tanto así que no noto la presencia del mayor. El azabache suspiro aliviado, no quería que nadie supiera de su llegada, solo estaba ahí para buscar un cambio de ropa.

– ¿Te quedarás?

El ojeroso sonrió de medio lado al escuchar la voz que salía de la oscuridad. – Solo vine por ropa. — respondió mientras giraba su rostro para conectar miradas con Izuku.

—Ya veo... —su tono era un poco cabizbajo. — Está bien que salgas a jugar, pero me es difícil responder las preguntas de Hina, siempre está preguntando cuando regresaras. Además, también está el café, no has trabajado durante semana y media y es difícil acomodar los turnos que dejaste vacíos.