DESGARRADO

Rotos

Holis.
Antes de empezar aclarar y excusarme. Ya que gracias a mi incompetencia y falta de atención confundí la clase de Iida.

Iida es alfa.

Lamento mucho mié error en caps pasados, ya lo corregí y lamento si esto causa alguna inconformidad o desilusión... Y de paso disculparme por los errores que tenga este cap 😅

...

Salió tarde de su ofician cansado y con un enorme dolor de cabeza. Habían pasado varias semanas sin poder dormir cómo era debido gracias a la constante aparición de aquel chico bicolor en sus sueños, el mismo chico que quería olvidar completamente desde lo ocurrido aquella noche en la que se entregó inocentemente.

Tomo el ascensor y se encontró con uno de sus trabajadores el cual le recalco su mala apariencia de las últimas semanas; simplemente sonrió en respuesta, aunque sabía de la preocupación de sus empleado, no podía evitar sentirse decaído... Lo sabía, sabía más que nadie lo demacrado que estaba y odiaba que se lo resaltaran, odiaba que se lo dijeran puesto le hacía recordar al causante de su desgatado aspecto.

Llego al estacionamiento y bajo del ascensor lo más rápido posible, busco entre el bolsillo de su chaqueta las pastillas para el insoportable dolor de cabeza que su doctor le había recetado; puso tres en su boca y las masco como si de dulce para niños se tratase; era agrio, simplemente sintió la agriedad de la medicina bajando por su garganta mientras las punzadas en su cabeza seguían sin calmarse.

"no soy bueno, doy asco, debí soportarlo, no fui suficiente"

Se repetía una y otra vez en su mente día tras día; una completa tortura para su casi aplastada autoestima y sus desordenados sentimientos. El estar triste y enojado era lo único que podía sentir.

Se aproximó su auto y dejo caer las lleves al percatarse de una presencia apoyada en una de las puertas de su vehículo que lo miraba intensamente. Trago saliva, estaba completamente asombrado por tan repentina aparición, pero aun así, no podía evitar sentirse enojado al verlo igual o peor de desgastado que él. Cambio su expresión a una más seria y empuño una de sus manos buscando valor para sus palabras... — ¿Qué hace aquí Todoroki-san? —hablo con tono neutro sin despegar la vista del alfa.

—Momo me dijo dónde encontrarte. —respondió mientras caminaba hacia el contrario. —Yo... yo quería saber si te encontrabas bien desp... —Un puñetazo en su mejilla izquierdo lo silenciaron al instante. Cayó al suelo e instintivamente poso su mano en la enrojecida piel de su rostro.

— ¿Qué si estoy bien?... —sonrió y le miro con tristeza. —Después de casi tres semanas vienes a preguntarme si estoy bien... Sí, estoy bien, después de que me abanderas fui al doctor y me dijo que gracias al cielo no sufrí un desgarre. Gracias por su gran preocupación joven heredero Todoroki. —recogió sus llaves y siguió su camino hacia el auto dejando en el suelo al joven alfa que parecía no querer levantarse.

—Iida... —hablo aun en el piso al escuchar la puerta del vehículo abrirse. — Lo siento...

—Yo también lo siento. —Abordo el auto y arranco sin más observando al alfa en el suelo a través del retrovisor. Condujo por el camino habitual hasta llegar a un semáforo en rojo; apretó el volante y las lágrimas empezaron a caer irreverentemente. La tristeza, la culpa y el enojo lo dominaban

Era jodidamente frustrante tener tantos sentimientos a flor de piel y no poder poseer el que más deseaba; el odio, quería odiarlo, quería repudiarlo... pero no podía, era demasiado ingenuo para poder tener tal sentimiento maligno hacia una persona que le había lastimado.

Una jodida mierda.

Al día siguiente su rutina fue la misma; desayunar, bañarse, ir al trabajo, reuniones, comer, seguir trabajando y al final de la jornada, ir al estacionamiento en busca de su auto. Exactamente rutinario por la exención del sujeto esperándolo cerca de su vehículo con decoración violeta en la comisura de su labio.