Nunca Te Abandonaré ||SinRin||

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-Vamos Unnie, corre más rápido, solo nos quedan diez manzanas. -dijo Umji sin dejar de moverse.

Deje de correr y tome mis rodillas mientras respiraba.

-Lo dices como si fuera sencillo- tome aire con cada palabra- No corrí por una semana en la que me dediqué a comer Cómo una morsa, crees que mi estado físico regresara tan fácil?

-Admitelo Eunbi, la realidad es que no puedes correr porque estas vieja.

Apretó la botella de agua mineral que llevaba en su mano y antes de que salpicara en mi rostro, umji ya habia echado a correr entre risas.

-Pero ...-abrí la boca mientras pasaba mi antebrazo por mi cara.- Y el honorífico donde quedó niña irrespetuosa - Rodé los ojos-Deseo que te caigas como tu novia Yewon.- murmure mientras la veía alejarse.

Limpie mi rostro y me reincorpore regresando al camino, pero esta vez caminando.

Ya que iba a caminar, saque mi teléfono y mis auriculares colocandomelos.

El tramo Hasta la casa de Yewon estaba siendo mucho más rápido de lo que esperaba y Hasta el momento todo era agradable.

La música, el paisaje, la persona que me saco el auricular...No, espera.

Mire a la persona que había realizado esa acción esperando que fuese Umji que había decidido volver acompañarme pero para mi sorpresa, y no de la buena, no era ella.

Hubiera deseado que sea cualquiera menos la que tenía en frente con una sonrisa ladina y para nada inocente.

-Hoseok -fue inevitable no escupir su nombre.

-Wow, porque tanta agresividad con mi nombre- colocó las palmas de sus manos frente a él como signo de defensa.

-Aish -Rodé los ojos. Detestaba que se pusiera en aquel lugar de victima- No tengo tiempo para ti, permiso.

Di un paso al costado y me dispuse a retomar mi camino ignorando a toda costa al que dejaba atrás. No tuve tiempo de alejarme lo suficiente que sentí como jalaba de mi muñeca volviendo mi vista hacia el.

-Vamos, deja la amargura un momento SinB, se que no es un gusto verme pero yo si estoy feliz de verte- no abrí la boca en absoluto desconfiando de sus palabras.- Está bien, deja esa cara, es normal que mi comportamiento del pasado haya generado desconfianza en ti pero que te parece si comenzamos otra vez y te llevo Hasta donde quieras ir en mi auto, como en los viejos tiempos?-señaló un lujoso coche de color negro, con algunas decoraciones propias.- ¿Ves? Ese es mi auto, confía en mi.

No, las personas no cambian.

-No -respondí cortante- tienes razón, ya no confío en ti, pero si es cierto que quieres comenzar otra vez, déjame a mi y a mi familia en paz, renuncia a cualquier negocio con mi padre y vete de nuestras vidas.

Hoseok río. -Está bien, no pierdo las esperanzas, te demostrare que soy un nuevo hombre.

-Vete a volar.

Volvió a reír- Te extrañe mucho.

Me dejo desconcertada con una sola frase.

Sonrió y se dio la vuelta caminando con una tranquilidad que me enfermaba.

Sin perder más tiempo, di media vuelta y retome mi camino, quisiera decir que con la misma tranquilidad de antes pero esto se sentía más como un mal presentimiento.

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Un nuevo día, un nuevo ánimo.
Desperté aspirando el dulce aroma del Shampoo de vainilla de Yerin, rozando mi nariz en su cuello mientras una leve sonrisa se formaba en mi rostro aumentando mi agarre en su cintura mientras ella continuaba durmiendo.