Draco.
Y una vez más la noche calló en nosotros. Estábamos en una estación del año donde había días que hacía calor, y otros frío.. y esta era una noche de mucho frío. Ya habíamos terminado de cambiar el color de la nueva sala de estar. A pesar de que era muy Gryffindor para mí, quedada espléndidamente cálido y familiero.
— Draco, esta alfombra es hermosa.. podríamos cambiarla de color roja con algunos detalles dorados como las paredes y frente a la chimenea, a una buena distancia, puede estar la mesa ratona de una madera refinada oscura con dos sofás individuales color rojo ¿Qué te parece? — Pidió mi opinión mientras con determinación observaba la sala.
— Quedaría genial — Le dije sereno con una leve sonrisa de tranquilidad.
— Está bien — Dattia sonrió, hizo un chisquido de dedos y todo se ordenó y cambió de color a su antojo. Abrí grande los ojos.
— ¿Dónde aprendiste eso? — Pregunté asombrado con una sonrisa divertida y ella rió.
— No lo sé Draco, sólo me salió — Sonrió picaramente. Me acerqué a ella y la tomé de la cintura. Estábamosfrente a la chimenea, observando la pared de frente que estaba vacía.. — Le falta algo — Murmuró.
— Tienes razón — Sonreí y le di un golpe a mi varita. — Le faltaba esto. — Un cuadro con una hermosa foto nuestra apareció en tamaño mediano ocupando una parte de la pared, justo en el centro. (Foto en multimedia)
— Draco, está hermosa — Dijo con ternura acariciando mi barbilla. La foto nos la tomó Colin, un niño de Gryffindor que ingresó al colegio un año después que nosotros.
— ¿Te imaginas? Que luego, las paredes de la casa se vayan llenando de fotos de nuestros hijos, de nosotros juntos, y luego una foto familiar de los cuatro.. — Le dije con una sonrisa acariciando su mano.
— Nuestra familia será hermosa — Me dijo. — Será unida, como la que siempre deseaste... y tu madre, vivirá con nosotros, Draco. — Dattia corrió algunas cobijas del sofá y con la mano me llevó para que me sentara junto a ella.
— Pensé que te molestaría que mi madre viviera con nosotros — Dije.
— Narcissa es un amor y me encantaría que viviera con nosotros, que pase tiempo con Scorpius y Scarlett. Pienso que le hará bien que vuelva a esta casa, que es suya, y se pueble de buenos nuevos momentos. — Pasó su delicada mano por mi cabello. — Seremos una familia. —
— Y luego, me preguntas porqué te amo.. — Le dije con brillo en los ojos y la besé. — Se hace tarde y hace frío —
— Vamos a quedarnos — Dijo mientras se paraba y cambiaba las fotos que estaban sobre la chimenea. En un cuadro, estaba Mi madre y yo. En otro, estaba yo de pequeño, y en otro había una foto de Dattia, Potter, La pelirroja Weasley junto a Ron, Luna, Neville, Blaise, Hermione y yo. Una foto en movimiento.. y era realmente muy bonita. Todos reíamos y nos mirábamos unos a otros.
— Qué foto tan.. bonita — Dije con la voz ronca.
— Si, lo es — Sonrió ella. — Vamos a quedarnos, Draco — Insistió.
— ¿Y dónde dormiremos? — La miré desde el sofá impasible.
— ¿Quién dijo que vamos a dormir, Draco? — Ella se sentó en el suelo frente a la estufa, y tiró de mi camisa y provocó que cayera desde el sofá hasta encima de ella. Nos empezamos a besar, y mientras ella se deshacía de mi camisa, yo besaba cada parte de su hermoso cuello. Aquel ahora que tenía, era hipnotizante. Y una vez más, nos estábamos amando frente a la fogata..
Las horas pasaban, y ella se colocó mi camisa. Aún era de noche.
Dattia.
Me coloqué la camisa de Draco y me paré del suelo para asomarme por la ventana. Las ramas de los árboles se agitaban con fuerza.
— Se vendrá una tormenta — Le dije observando por la ventana.
— Me gusta la lluvia, y la tormenta también. Por alguna razón me da mucha tranquilidad — Dijo Draco mientras se ponía su pantalón negro y dejaba lucir sus abdominales.
— A mi también. Más que nada, me gusta dormir escuchando el ruido de la lluvia — Me acerqué a el. — ¿Tienes hambre? —
— Un poco — Masculló y luego acarició mi cabello. Le di un golpe a mi varita y una rica pasta acompañada de una botella de Ron, aparecieron en la mesa ratona. — Qué maravilla — Dijo Draco con una sonrisa y ambos nos sentamos a cenar.
— ¿Sabes qué hora es? — Le pregunté y luego tragué un poco de Ron.
— 06:23 am. —
— Qué raro que aún no haya amanecido — Fruncí el ceño.
— A las siete ya saldrá el sol.. o tal vez este nublado — Acarició mi mano.
— Seguramente esté nublado. Ya se a largado a llover — Señalé la ventana y Draco asintió. Me levanté del sofá y me quedé mirando el fuego arder en la chimenea. Los brazos de Draco recorrían mi espalda con cariño.
— ¿Qué tienes? — Murmuró.
— No lo sé.. me he puesto a observar la fotografía y.. no quiero dejar Hogwarts, Draco. Tantos años compartidos con.. todos — Dije algo amargada y apenada.
— Seguirás viendo a todos tus amigos, si eso te preocupa.. cariño — Empezó a masajear mis hombros.
— Pero ya no será nada como en estas épocas. En Hogwarts compartimos todos, somos unidos y luego una vez que terminemos.. seguiremos siendo amigos pero ya no será lo mismo de siempre. — Le dije y una rebelde lágrima recorrió mi mejilla. Draco se deshizo de ella enseguida.
— Tienes muy buenos amigos, Dattia y esta relación es para siempre, créeme. — Acarició mi mejilla.
— ¿Sabes? Después de todo, las veces que luchamos, los riesgos que corrimos, las alegrías, las penas.. es algo tan valioso para mi. Desde el primer año que entré a Hogwarts, con Harry y Ron tuvimos que enfrentarnos a todo tipo de peligro, pero eso hacia cada año más interesante.. y luego, el resto de los chicos, y mi amor, mi deseo por ti.. también hacia mi año interesante. — Pausé. — No quiero que acabe. —
— ¡Pero mira nada más! ¡Te emociona que te secuestren mortífagos, que corran por todo Hogwarts con tus dos amigos para matar, no sé, un Troll! — Dijo gracioso y no pude evitar reír. — Esa hermosa sonrisa quiero que tengas siempre — Besó mi frente.
Sin darnos cuenta, entre risas y besos el sol escondido entre las nubes apareció. Un día de frío y aburrido. Ya habíamos terminado con la nueva sala de estar, así que tocaría otras partes de la casa..
— ¿Por dónde arrancamos ahora, eh? — Preguntó Draco con sus brazos en la cadera en el marco de la puerta de la sala de estar. La sala principal, estaba a penas entrabas a la Mansión y daba vista a la derecha, la puerta de la sala de estar, en frente había una enorme escalera, luego había una gran mesa con muchas sillas, había un estante grande con muchos libros, muebles con fotografías, cuadros de pintores colgados, una chimenea, y más al fondo una nueva puerta que llevaba a la cocina.
— Podemos empezar a arreglar la cocina, ¿Qué te parece? — Le pregunté y el asintió. Con ansias fuimos hasta la cocina.. Era grande, había una pequeña mesa de cristal con dos sillas haciendo juego. El lavador, el refrigerador, estantes para poner por ejemplo, cereales y demás. Estaba todo algo sucio.
— ¡Para esto existe la magia! — Draco sacó su varita y todo se limpiaba por si solo, así solo dejando el trabajo de cambiar los azulejos, pero también utilizando magia.
Y así las horas pasaban mientras con Draco, le dábamos vida a otra parte de la Mansión.
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Sex with the Enemy [Draco Malfoy] 1era Temporada Terminada.
Teen FictionOdio, amor, pasión, dolor. Lo que empezó como un juego, terminó con amor. 2da temporada: Haunted: If I Stay