Capítulo treinta y siete.

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Dattia. 

Draco se puso frente a mi, me estiró su mano y me preguntó si estaba lista. Le dije que si, con una sonrisa.. ¿Qué tenía planeando este chico ahora? es toda una caja de sorpresas, pero ninguna me decepcionó. 

— ¿Haremos una aparición? — Le pregunté mirándolo fijamente a los ojos. El negó con una sonrisa.

— El día está muy bonito y llegaremos antes de la noche, hay que disfrutarlo — Me dijo mientras tomaba mi mochila. 

— ¿Caminaremos? —  Le pregunté levantando una ceja y con una expresión de horror. Draco se echó a reír.

—  Iremos en mi coche, bonita — Me tomó de la mano y empezamos a bajar. — ¿Qué llevas aquí eh? ¿Un muerto? —  Dijo gracioso, por mi mochila.

—  Ropa Draco, ropa —  Dije divertida. — Ya sabes, eres una cajas de sorpresa así que por las dudas me llevo tres prendas. — 

—  ¿Caja de sorpresas? — Levantó la ceja sorprendido y luego esbozó una sonrisa. — Me gusta eso. — 

 Bajamos por las escaleras tomados de la mano. Dumbledore ya sabía que nos iríamos este fin de semana, así que no habría de porque perder tiempo en ir a decirle que nos marchábamos. Salimos fuera de Hogwarts y había un hermoso auto descapotable color gris 

— ¿Esto es tuyo? — Pregunté asombrada y el asintió riendo.

— Ven, vamos — Dijo mientras me tomaba de la mano con una sonrisa cálida y me llevaba hasta el asiento. Dejó mi mochila en la parte trasera, donde había un par de cosas que supongo que el llevaría. Rodeó el auto y se sentó para conducir. 

Nunca había ido a aquel pequeño pueblo, no sabía si estaba lejos,cerca o medio. Draco rompió el silencio en el camino.

— Antes de que me marchara a buscar a Greybakc.. vi como Longbottom te besaba — Dijo sin apartar su vista de la carretera. No parecía enfadado, tampoco triste, estaba normal. Me puso nerviosa aquello.

— Draco.. — Suspiré. — Lo siento. —

— ¿Porqué lo sientes, Dattia? Tu no me recordabas — Me miró. — ¿Tu lo besaste? —

— No. El me besó a mi — 

— ¿Sentiste algo con aquel beso? — Preguntó tranquilo. Me lo quedé observando sin decir nada por varios segundos.. el tragó saliva, todo se ponía tenso. — Sentiste algo.. — Murmuró.

— No sentí nada, Draco.. Es solo qué.. — Pausé aturdida.

— ¿Es solo qué?.. —

— Estaba tan confundida que, por un momento me dejé llevar para ver si aquel beso calmaba lo interior de mi, aun no te recordaba.. y no, no era el aquel chico que encontraba la pasión pura en un beso. — Le expliqué. Draco detuvo el auto un momento, se acercó a mi y me tomó el mentón. Se me quedó viendo a los ojos.. sin decir nada y me besó. 

El resto del viaje permaneció tranquilo, sin palabra alguna pero no era un silencio incómodo.. era todo lo contrario. Con Draco encontraba la paz absoluta. 

La noche calló en nosotros, pero por suerte ya habíamos llegado a Hogsmeade. Muy bonito, y me siento torpe.. esta tarde estuvimos por aquí y no me he dado cuenta. 

Entre tantas casas, más atrás había una que parecía muy cálida, las luces estaban encendidas por dentro. Draco se bajó, rodeó el auto y me abrió la puerta para bajar. Tomó las cosas y entramos a la casa tomados de la mano.

— Mi madre compró esta casa en Hogsmeade para mí, ya que quería que esté lejos de la mansión Malfoy.. Ella decía que era más triste que felicidad en esa casa. — Me dijo mientras dejaba las cosas a un lado. 

— Está muy bonita, es acogedora — Dije sonriendo acariciando las paredes.

— Lo sé, es eso lo que quería ella — Esbozó una sonrisa. — ¿Vino? — Me ofreció con dos copas en la mano.

— Claro — Le dije con una sonrisa. La casa era muy bonita, tenía un sofá grande y dos más haciendo juego con una mesita ratona. Había una estantería de vinos y copas. Muchas fotos de Draco cuando era pequeño, también fotos de Narcissa con él, sola y con su hermana. Ninguna de Lucius.. Había una chimenea y junto a ella un ramos de flores blancas. 

— Toma — Me dio la copa y me guió hasta el sofá para que me sentara con 

— Gracias — Le sonreí. — Me encanta esta casa —

— A mi también.. y estar aquí contigo hace que me encante más — Bebió un poco de su vino e hice lo mismo.

— ¿Cómo está Narcissa? — Le pregunté interesada.

— Está bien, se encuentra en la cabaña que te mostré. Está más segura allí, y para no estar tan aburrida le hace compañía mi tía. — 

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— Si, recuerdo que ella esta en la cabaña.. — Murmuré y luego miré mi copa de vino. — Siempre te ibas a visitarla antes de que.. de que me hagas perder la memoria. — Una lágrima cayó por mi mejilla pero Draco la secó rápidamente.

— Amor de mi vida, mira profundamente en mis ojos, allí encontrarás lo que necesitas.. — Dijo mientras sostenía mi rostro con sus manos. Me perdí en aquellos ojos plateados llenos de amor, de calidez. Draco puso su mano en mi corazón. — Dame tu vida, la lujuria y las mentiras, el pasado que te preocupa que vea.. Antes huías de mi. — Dijo y luego acarició mi mejilla. 

Draco se puso de rodillas, sacó un pequeño estuche rojo con forma de corazón, lo abrió y dentro había un hermoso anillo de oro con diamantes. Sonrió al ver mi expresión.. mis ojos se llenaban de lágrimas de felicidad. 

— Eres mi amada.. Querida, soy tuyo. La muerte no nos separará.. es por ti que morí. En lo bueno y en lo malo, siempre estaremos juntos.. Mi amor nos une y eso te une a mi. — Sus ojos brillaban de emoción. — Te vestiré de blanco, serás mi novia y mi vida.. Has sido mi amante, mi novia.. Déjame convertirte en mi esposa, beberás de mis labios y probarás una nueva vida.. You're my beloved, Loved i'm yours. — Limpió una lágrima que recorría su mejilla. — Señorita Dattia Same ¿Quiere usted ser mi esposa? — Pausó. — ¿Quieres ser completamente mía? — 

..

Hace un tiempo atrás no estaba preparada para esto, pero ahora siento que lo estoy.. Quiero ser suya, completamente suya. Las lágrimas caían por mi rostro. Mi voz colgaba de un hilo, le sonreía.. a penas podía hablar. Me paré y aparté las lágrimas. 

— Si, quiero — Le respondí con la voz cortada. Draco se levantó enseguida, limpió mis lagrimas.. acarició mi mejilla y me besó con amor, ternura, pasión, felicidad, alegría, emoción. ¡Acepté ser su mujer! .. Me alzó por los aires riéndo.

— Te amo, juro que te amo y que no te arrepentirás de esto — Murmuró en mis labios.

— Desde que te besé por primera vez, supe que no me arrepentiría de esto, Draco.. — Murmuré y lo besé, pera esta vez yo. En primer año, ambos cruzamos miradas y nos sonreímos.. todo cambió cuando el quedó en Slytherin y yo en Gryffindor, allí todo se congeló sin haber empezado. Supe ese día que nadie escoge su amor, ni el momento, ni la persona.. solo llega. A pesar de ambos tenes dieciocho años.. nos amábamos como si tuviéramos la experiencia de una vida completa. 

Confiaba en el completamente, confiaba en su palabra, en su mirada, en su ternura.. y nuevamente nos estábamos amando junto al fuego. Las manos de Draco recorrían mi espalda mientras besaba mis labios e ingresaba en mi. Nosotros no sólo hablábamos de amor.. si no que también lo eramos, y lo hacíamos. 

¿De qué servía hablar de amor, si no lo hacíamos? .. 

Era como si en mi piel se sellara cada beso que me daba, cada caricia que pasaba. Nuestras piernas se mezclaban tanto como nuestras respiraciones. 

— Señora Malfoy — Murmuró en mis labios mientras me colocaba el anillo de compromiso, ya que no nos casaríamos ahora. 

Pasamos el resto de la noche amándonos.. solo como el y yo sabíamos hacerlo. 

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CAPÍTULO CORTOOOOOOOOOO

Sex with the Enemy [Draco Malfoy] 1era Temporada Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora