Capítulo cuarenta y uno.

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Dattia. 

El sol empezaba a iluminar al gran castillo y sus jardines. Abrí mis ojos de a poco y mientras me estiraba pude notar que Draco ya no estaba en la cama. Me levanté y me dirigí al cuarto de baño, aproveché a darme un baño y cepillarme los dientes. Supuse que Draco ya estaría desayunando o en algún lugar de Hogwarts, así que me vestí y empecé a caminar por los largos pasillos del colegio. 

Los de primer año caminaban emocionados y a la vez alborotados por los pasillos mientras se dirigían al desayuno y a lo lejos pude ver a Hannah Abbott que era prefecta de Hufflepuff retando al fantasma perteneciente a la misma casa. 

— ¡Fraile Gordo, deja de asustar a los estudiantes de primer año! ¡Me corren por todos los pasillos! — Le dijo bastante cabreada. La chica estaba roja de furia mientras lo apuntaba con el dedo a Fraile. 

— Vale vale, no te enojes mi dulce prefecta — Le dijo burlón y desapareció rápidamente por unos de los grandes muros. 

— ¡Joder! ¿Qué acaso tengo un cartel que dice "Estúpida"? — Se hablaba a si misma bastante de mal humor.

— Hannah estás roja como una manzana — Le dije graciosa mientras me acercaba a ella. A pesar que no éramos amigas, cuando vinimos por primera vez a Hogwarts, estuvimos juntas todo el viaje. 

— Es que no me hacen caso — Agarró su cabeza en tono de frustración. — ¿Como haces para ser prefecta y no estar cabreada todo el rato? —

— Es que, no le hago tanto como como tú. Que seas prefecta no quiere decir que tengas que tener todo bajo control, Hannah. Eres una estudiante también y tienes una vida, ya si se caen verás que no volverán a correr como unos críos — Dije graciosa y ambas reímos.

— La menor Weasley y Granger ya han llegado, están en el gran comedor. — Me sonrió y se marchó. ¡Al fin habían llegado! ya las estaba echando tanto de menos.. Puse mi cabello a un costado y seguí caminado por los pasillos hasta llegar al gran comedor. Estaba lleno, y por alguna extraña razón, los de primer año de todas las casas estaban revolucionados. 

— ¡Dattia! — Gritó Hermione y la pude ver que me hacía señas con una sonrisa de oreja a oreja. Me acerqué a ella y la abracé, lo mismo hice con Ginny, Ron y los gemelos. 

— ¿QUÉ ES ESE ANILLO TAN HERMOSO QUE LLEVAS DATT? — Gritó Ginny emocionada, más colorada de lo normal y con los ojos abiertos.

— ¡Yo también te extrañé Ginny! — Reí. — No grites, te escuchará todo el colegio. — Tomé asiento en medio de Herm y Ginny. 

— ¡Cuéntanos todo! — Hermione estaba tan emocionada como Ginny. 

— Draco me propuso el matrimonio.. — Confesé ruborizada y esbocé una sonrisa de lado.

— ¡DIOS MÍO, QUÉ AMOR! — Al momento Ginny se paró gritando emocionada. 

— ¡Que te calles Weasley! — La tomé del brazo y la senté nuevamente. — No grites, no quiero que todos se enteren. — 

— ¿Te casarás con Draco? ¿Cuándo? ¿Dónde? — Preguntó Ron con la boca llena de comida. 

— ¿Cuándo aprenderás a no meterte donde no te llaman, Ronald? — Le reprochó Hermione irritada. 

— Les contaré luego, en la sala común. Ahora ustedes dos, ¿me dicen porqué se han ido? —

— Bueno ¿recuerdas el auto muggle encantado de mi padre? — Dijo Ginny y asentí. ¿Cómo olvidarme de aquel auto color turquesa que voló por todo Londres y ocho muggles lo vieron por la imprudencia de Ron y Harry? 

Sex with the Enemy [Draco Malfoy] 1era Temporada Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora