Capítulo cuarenta y cuatro.

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Dattia.

— Matar... — La voz de esa mujer hablando en susurro me provocó escalofríos y me desperté de golpe para encontrarme con Hermione y Ginny. 

— ¿Estás bien? — Hermione me miraba preocupada. — Te hemos encontrado desmayada en la biblioteca y te han traido aquí. — Miré a mi alrededor y estaba acostada en la enfermería.

— ¿Qué me pasó? — Pregunté. Tenía la voz ronca y sentía un gran dolor de cabeza.

— No lo sé, dinos tú ¿qué pasó? Te despertaste algo asustada — Ginny habló pero le presté muy poca atención.. la voz de aquella mujer volvía a sobar, como si saliera de las paredes. Era lejana, como un susurro y te provocaba pavor.

— ¡Dattia! — Hermione chilló y la miré.

— ¿Escucharon esa voz? — Pregunté. 

— ¿Voz? ¿Qué voz? — Me miró sorprendida y luego cruzó miradas confusas con Ginny.

—  Me encontraba caminando por los pasillos del colegio  y todo estaba en silencio y aquello no era algo que se podía apreciar durante las horas de clases, ya saben. Así que caminé tranquila saliendo de las mazmorras y escuché una voz que me llamaba.. era una mujer y me hizo dar un salto. MIré a mi alrededor y no había nadie.. por alguna extraña razón me dirigí a la biblioteca pero, ya no recuerdo más nada. Solo desperté aquí y esa voz.. la acabo de escuchar hace unos minutos atrás — 

— Tal vez era alguna de primer año haciendo una broma Dattia — La pelirroja me miró intentando sonreír aunque mi relato le había causado escalofríos, ya tenía los cabellos de sus brazos de punta. 

— No. Era como si proviniesen de las paredes.. fue extraño, no fue ninguna broma. Me sentí mal y ya no recuerdo que pasó después — 

— Oír voces que nadie puede oír no es buena señal Dattia, ni siquiera en el mundo de los magos.. — Dijo Hermione con un poco de preocupación pero también de terror en su voz. 

— ¿Cómo te sientes Señorita Same? — La Sra. Pomfrey interrumpió aquel silencio misterioso con una voz tan chillona que nos hizo sobresaltar.

— Mejor pero me duele un poco la cabeza. — Le dije. 

— Bueno ahora te atraeré algunos de mis remedios y se te irá por arte de magia — Dijo como si comentara un chiste lo cual a nadie le causó, y al notarlo se marchó con mala cara. — Ah, Señorita Granger y Weasley será mejor que dejen descansar a la Señorita Same. — Dijo con expresión de "Se van ahora."  Sin chistar se levantaron y me dedicaron una mirada de preocupación, yo solo me encogí de hombros. 

Draco. 

Empecé a caminar de un lado a otro en la sala común de Slytherin, pensando ¿Porqué Dattia agarraría ese libro? ¿Porqué estaba tan extraña? pero ninguna respuesta se me venía a la mente y eso me ponía bastante cabrón. 

— ¿Me dirás de una puta vez que te tiene los pelos de punta Hurón? — Blaise me miraba divertido con las piernas cruzadas sentado en el sofá color verde esmeralda con plateado. 

— Me alegra divertirte Blaise. — Le eché una mirada molesta. 

— Venga sé que quieres decirme, si no lo largas explotarás — Dijo esbozando una sonrisa. Me conocía perfectamente. Lo miré arqueando una ceja y me senté en el sofá de frente bajando un poco mi tono de voz.

— Me la he encontrado a "Dattia" — Hice comillas con los dedos. — En la biblioteca. — 

— ¿"Dattia"? — Imitó mi acción con cara de confusión. 

Sex with the Enemy [Draco Malfoy] 1era Temporada Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora