Capítulo nueve

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DATTIA. 

Estaba aburrida (como siempre) y acostada en aquella camilla. Ya quería salir, evantarme y poder caminar por la escuela, ir a las clases, a la sala común, a los recreos, bañarme normalmente, charlar con Ginny por las noches.. el ruido de las puertas me sacó de mis pensamientos, era él. Venía a un paso acelerado hasta que llegó a mi por fin. 

— Sé que en tu interior te sientes tan vacía, y para tí es como una pastilla difícil de tragar.. — Me dijo. — Pero me enamoré de ti, y nunca me recuperaré. Siempre supe que si me enamoraba de ti, nunca volvería a ser el mismo.. Siempre tuve ganas de amarte, y tengo ganas de bailar contigo estar noche. Sé que solo somos la mitad del camino, pero me seguirás todo el camino. — Acarició mi mejilla. — Siempre tuve ganas de tocarte, solo pienso en ti en todo el día. Eres un acto muy difícil de seguir para mí, amame hoy y no lo dejes para mañana.. No sé por donde comenzar, sólo estoy un poco confundido quiero sentir que nunca te irás, que esto nunca parará. — Me abraó con fuerza — Ahora estoy frente a ti rogándote que te quedes, debes quedarte, quédate conmigo esta noche. — Me miró, acarició mi mejilla y me besó tierna y delicida mente, como si fuera la última vez que lo vaya a hacer. 

— Te amo Draco, siempre lo hice. — Dije abrazada a él, tratando de contener mis lagrimas. 

— Yo también siempre te amé. — Dijo como si estuviera intentado ser fuerte. 

— ¿Pronto te marcharás? — Le miré con los ojos llenos de lagrimas, el acarició mi mejila y sonrió. Dejo escapar una lagrima. 

— Los motivos para quedarme son tantos, créeme que me iré para resolver esto pero volveré en un abrir y cerrar los ojos. — Me abrazó con fuerzas. 

— Tengo miedo que te pase algo, tal vez no debamos estar juntos.. — 

— Mírame — Sujetó mi rostro con ambas manos y se bajo a mi altura — Debemos estar juntos ¿De acuerdo? el Draco que has conocido se ha marchado, y ahora lo único que le importa a este Draco.. eres tú. Estaremos juntos, tu solo.. solo no tengas miedo, todo saldrá perfecto. ¿No confias en el maravilloso Draco? — Sonrió haciéndome reír 

— Aquel Draco no se fue del todo, pero no importa. No quiero que cambies para que me gustes, tienes que ser tal y como eres. — Sonreí. 

— Tengo que irme, ¿me esperarás? — Me preguntó, se veía con tanta inocencia y tan decidido. Aquel, era mi Draco. 

— Toda mi vida, si es necesario. —

— ¿No dejarás de amarme? —

— Nunca, aunque quieran matarme por ello. —

— ¿Serás valiente? —

— Siempre, para darte fuerzas. —

— Esa es mi Dattia, la valiente, tierna, justa y decidida. — Me abrazó y besó mi frente con fuerza. — Te amo, y volveré. — 

De un momento a otro el se marchó.. como solo el sabía hacerlo. Dejando un vacío en mi pecho, y en mí. Me senté en la cama a llorar, y a esperar paciente que el volviera. Yo sé que el lo va a lograr.. 

DRACO. 

Dejarla ahí, parada con los ojos llenos de lagirmas y a pesar de sus promesas, llena de miedo fue lo más difícil que he echo en toda mi miserable vida, que ahora cobró sentido. Ella me abrazó con fuerza, y cuando dijo que me amaría a pesar que quieran matarla por ello.. me partió el alma, si es que tenía. Era la persona más noble, simple, hermosa, sincera, tierna, justa, responsable, inteligente, y muchas cosas más que conocí en mi vida.. Ahora que la tengo, no puedo dejarla ir. Tardaré bastante, hay que ser justos que esto me llevará tiempo, pero volveré y seré feliz con ella. Llegué a aquella asquerosa casa, que para mi suerte sólo estaba mi madre y mi padre. 

— ¡Hijo! — Me abrazó mi madre, ella era la única de corazón puro en aquella puta casa. 

— Hola mamá — Traté de sonreír. 

— Me enteré lo de... Dattia. No le he dicho a nadie, tu padre está en el cuarto.. ten fé, que todo saldrá genial. Si la amas, lucha mi cielo. — Me susurró en el oído, eso me dio algo de ánimos.. ella me comprendía, sabía mis sentimientos hacía Dattia, a pesar que esté casada con alguien que es de roca. 

— Padre. — Dije al entrar al cuarto, el estaba de espaldas mirándo por la ventana. — Tengo que hablar algo importante, contigo. —

— Draco — Dijo sobresaltado con una sonrisa, qué asco. — Esperábamos tu precensia, debes acomparme a algún lado. 

— Pero antes debo decirte algo. — Dije frío, como de costumbre.

— Eso después, esto es más importante. Nos esperan. — Mi madre apareció de la nada, con cara de.. sufrimiento. Tomamos del brazo a mi padre, Lucius y aparecimos en un lugar oscuros que pronto reconocí.. la casa del señor tenebroso. Ahí estaba, Bellatrix, Greyback, Mi padre, y otros más con sus estúpidas máscaras. Por suerte, mi tía Bellatrix me enseñó como mantener mi mente protegida para que nadiep ueda entrar a ver, leer o escuchar mis pensamientos ¡Al fin algo sabe hacer bien! 

— Vamos a darle paso al Señor Tenebroso — Dijo cola de rata, ahí estaba Voldemort acercandose a mi con su serpiente colgando. 

— Ya todos sabrán que hoy es el gran día.. El Malfoy menor, será uno de los nuestros.. — Me puse más pálido que lo de costumbre, abrí los ojos como platos y miré a mi madre. Ella tenía los ojos llorosos, no quería que me hagan esto. — Todos levanten sus varitas y comenzemos con el ruital.. — Todos subieron sus estúpidas varas, convocando el signo del señor tenebroso en el cielo oscuro con nubes grises y negras. El agarró mi brazo izquierdo, y levantó la manga. Empezo a pronunciar cosas mientras dibujaba algo con su varita.. joder que era doloroso. Finalmente acabó. — El jóven Malfoy ya es uno de los nuestros.. — dijo con una sonrisa. 

— Felicidades, hijo. — Me dijo mi padre con una sonrisa de orgullo, que tipo tan hipócrita. Mi madre, solo lloraba y el resto me felicitaba.. ¿Se dan cuenta? mi vida se arruinó por completo. Miré mi brazo, y ahí estaba la marca del señor tenebroso.. una calavera y una serpiente saliendo de su boca. Y ahí estaba el puto simbolo que arruinó mi vida para siempre.. ahora, ya no podía estar con ella.. Ya no. Mis ojos aguantaban lagrimas, mis labios presionaban para no gritar y mi puño para no golpearlo. ¡MIERDA! 

DATTIA. 

Estaba con Ginny en el cuarto de enfermería, ella me consolaba y me daba ánimos para que esté bien. De un momento a otro sentí un vacío en mi pecho.

— ¿Qué pasa, Dattia? — Me preguntó preocupada. 

— DRACO. —

Sex with the Enemy [Draco Malfoy] 1era Temporada Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora