013. Jason: Mejor Amigo.

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El picaflor, por otro lado, también tenía virtudes y defectos.

Jason está de pie, estático en la sala de su casa. Piper, Thalia y Nora no están, salieron a hacer la compra, pero el padre de las niñas debió quedarse en casa porque tenía cosas del trabajo que hacer.

-Hey, -Nico está de pie, en la sala también.

-Hola,-Jason intenta guardar la compostura por un segundo, pero la pregunta no se esconde en su mente demasiado,- ¿Qué haces aquí?

Nico contiene el aire un segundo, sin querer romper la calma.

Nunca les dijo. Jamás dijo que había pasado, sólo intentó escapar de eso y, finalmente, se entregó.

Jason está viejo. Las arrugas surcan su rostro, y se ve más subido de peso. Varias canas blancas como la nieve se pierden entre las hebras de cabello rubio y sus ojos azules parecen aún poder ver hasta el alma de Nico. Se ve tan cansado que a Nico le sorprende que ese sea el mismo Jason que solía obligarlo a hacer ejercicio y comer tres veces al día. Nico ve como la edad lo ha cambiado tanto, que ya no parece el mismo Jason.

Es aterrador.

Nico está igual. Su rostro sigue siendo el de un muchacho de diecinueve años, a pesar de poder alterar eso. Su cabello negro, al igual que sus ojos, nunca se habían visto tan oscuros, y a Jason le da la impresión de que el icor que recorre sus venas lo hace brillar en esa eterna juventud.

Es aterrador.

-Jason,- Siente que sus ojos duelen, pero no sabe por qué,- Jason, yo...

Sus manos teñidas de rojo, la sangre seca debajo de sus uñas.

De pronto, lo está abrazando. Nico lleva las manos a sus ojos, y nota que está llorando.

No recuerda haber llorado antes, siendo un dios, pero Jason no duda ni un segundo en abrazarlo cuando ve a Nico, su mejor amigo, llorando.

-Jason,- Dice, con la voz rota,-Hice algo malo.

-o-
Estoy en negación con lo de Jason. No quiero hablar de eso.

Granada | Fruta Prohibida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora