Tercera Parte: Mortal.

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Yo te amaba

Como Ícaro amaba al sol

Muy Cerca,

Demasiado.

Lo hace inmediatamente después de que ella lo pida. Le da la impresión de que estaba esperando su señal, impaciente.

—Lo siento. Nosotros...—Nico sabe que Will no quiere ni verlo, ni oírlo, pero no quiere quedarse ahí sin decir nada,— Nosotros eramos sólo amigos, nunca fue intensión nuestra... sabes cómo son los sentimientos y hace un tiempo que lo nuestro era--

—Ustedes no eran amigos, —El rubio se voltea y lo mira enfadado,— Nunca pudieron ser "amigos"--

Will, de un momento a otro, tiene el mismo aspecto que Rachel cada vez que recita una profecía, y Nico se alarma, pero no se mueve.

—Estarán enamorados hasta que eso los mate a los dos,— Nico siente que la piel se le eriza,— Van a pelear y van a tirar... Y van a odiarse el uno al otro hasta que los haga temblar, pero jamás van a ser amigos,— Nico quiere decir que no, que nada de eso es así como él, quien sea que sea, lo dice,— El amor no es cerebro, niño...— Esos terroríficos ojos se clavan en los de Nico, y da un paso hacia atrás,— Es sangre. Sangre gritando dentro de ti para hacer su voluntad.

Will cae al piso, violentamente, y antes de que Nico pueda acercarse, parecer ser plenamente consciente de lo que acaba de pasar.

— Vete de aquí,— Murmura, sin mirarlo,— Ahora.

—¿Estas bien?

—No,— Sus ojos claros se clavan en los de Nico,— Pero, ¿Sabes qué? No importa.

—Will, lo siento, yo--

—Yo quizá me enamore de una perra, pero por lo menos soy lo suficientemente hombre para admitirlo.

—¿Qué estas diciendo?— Le molesta que la llame perra. Lo enoja, profundamente.

¿Se había comportado él como una perra? Claro, si quiere creerlo, había engañado a su pareja con una mujer que conoció hace unas semanas, pero eso era él. Él le debía fidelidad y estaba en una relación, Cassie no le debía nada.

—Te pedí mil veces que me dijeras si sentías algo por ella, y me aseguraste... Me dijiste, me juraste, que no, que eras gay... Pero la verdad no tienes las pelotas suficientes para decirme la verdad sin estar seguro de que ella te aceptaría o no.

—Lo siento mucho, Will. Lo nuestro ya no era lo mismo, no estábamos realmente felices pero sé que no es una justificación real para lo que hice... Siempre recordaré nuestro buenos días, realmente te quería pero... Estoy enamorado.

— La conoces hace tres semanas. Tú mismo lo dijiste.

Se miran el uno al otro, en silencio por unos segundos.

—Ella no es una perra. Aquí el del error más grande fui yo, yo fui quien estaba contigo y decidió esto.

—¿No es una perra?— Arquea una ceja,— Dime eso al final del verano, cuando Demeter la reclame de regreso, y te quedes sólo y enamorado.

...

—¿Estás bien?— Cassandra levanta la mirada al oír la voz de Nico.

Los dedos de él acarician su nuca. Ella sonríe, mirándolo a los ojos, y besa la mano libre, que descansa junto a su rostro.

—Nada,— Se acomodada, aún más cerca de él, oyendo los latidos de su corazón,— Es sólo... Quizá esta no fue la mejor cosa que pudimos haber hecho, ¿Sabes?

Granada | Fruta Prohibida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora