El picaflor se alejó
Perséfone tiene sentimientos encontrados con los hospitales. Le gusta la sensación de vida que llena el lugar, con los bebes recién nacidos y demás, pero por otro lado ella es una diosa de la muerta, la reina del Inframundo, por lo que no puede evitar percibir la delicadeza de las personas que de están a punto de morir, acaban de hacerlo o lo harán pronto.
Está aquí por la última.
Y es exactamente esa sensación la que la invade cuando entra a la habitación doscientos dieciocho, a las tres de la madrugada.
-Hola,- Murmura mientras entra,- ¿Bianca?
-¿Perséfone?
Su estado es lamentable. No es mucho más que un bulto inanimado en la cama, que respiraba con dificultad.
-¿Cómo estas?
-¿Qué haces aquí?,- La semidiosa la mira desconfiada.
No es su culpa.
-Quería verte,- Responde,- Saber de ti.
-No es cierto,- Bianca la mira fijamente, su tono acusatorio- ¿Qué haces aquí?
-Es increíble lo distintas que han sido sus vidas,- Acaricia las flores que Apolo dejó allí hace un tiempo, flores de su hermana,- Tú estas al borde de la muerte, y él...
Ella morirá por segunda vez y él ya nunca podrá hacerlo.
-Perséfone...-Bianca la mira y luego pregunta con temor,- ¿Perséfone, qué es lo que pasó con Cassandra?
-o-
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Granada | Fruta Prohibida.
Fanfiction"¿Qué crees que dirá mi madre cuando se entere?" "¿Honestamente? Creo que dirá "está pasando otra vez"" O Nico se enamora de la (nueva) hija favorita de Deméter, le hace daño a alguien y termina siendo un dios.