085. La Perdición.

528 60 19
                                    

Llegó.

Cuando abro los ojos, me quiero morir.

(Siempre he querido morir, pero ahora es distinto.)

—No,— Mi voz es suave, y mi campo de flores se extiende ante mi con una figura oscura y solitaria en frente mío.

—Lo siento,— Nico se acerca un poco a mi, pero no intenta tomar mi mano,— No te imaginas cuánto.

—No tú, —Sin saber cómo estoy arrodillada en el piso, abrazando mi abdomen. Voy a vomitar, o rogarle a los dioses que sea un sueño— Tú eres... Tú eres todo lo que quedaba... Mi hermana, es mi madre... Mi madre, la asesina de mi padre... Y mi primer amor...

—Yo sabía todo. Desde que volví a verte. Lo sé.

-Dime que eso es todo, Nico.

Eso no es demasiado terrible, eso era algo que puedo perdonar a pesar de todo.

—Cass... Yo soy tu última opción.

—¿Por esto querías darme las semillas?— Lo miro y siento que me vuelvo loca. Mi agarre en la realidad se está yendo,— ¿Te enteraste que debías confesar algo? Si me iba con mi hermana entonces no había que...

—Siempre lo supe. Estos 15 años que hemos estado juntos he temido que llegará este día y a último minuto...

—Fuiste cobarde.

—Una vez... —Se sienta frente a mi, y no se acerca,—Una vez me preguntaste que hice, porqué me enviaban a los campos de castigo.

—Ya no quiero saber.

—Un verano, —Veo sus ojos llenos de lágrimas,—Un verano, me enamoré. Me enamoré mucho, mucho.

—Nadie se va a los campos de castigo por amor.

Eso es mentira. Algunos si. No él. Es bueno, su amor lo es y no iría por eso.

—Eso crees tú, —Suspira de forma pesada. - Yo... Maté a alguien.

—¿Qué? —Mi rostro pierde color, y siento que la respiración se me va,—¿A quién?

Ha quitado otras vidas, pero está debió ser diferente.

—Yo...

"¿Como haces que un monstruo deje de sentirse tan monstruoso? Le das algo que pueda sostener en la palma de su mano sin destrozarlo. Le das algo dulce, y le dices que lo conserve. Lavas la sangre de sus manos. Dices su nombre, una y otra vez, como si fuera algo absoluto."

—No lo hagas, Nico.

—A una hija de Deméter, —Las lágrimas caen por su rostro,— Te maté a ti, Cassandra.

-o-

Por favor, 

Si pueden, relean el fic completo. Hay pistas prácticamente en cada capítulo de esto, o por lo menos un guiño, un foreshadow 

Granada | Fruta Prohibida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora