Yo, más que nadie, sé
Cada vez que siente mucho, hace que rosas florezcan. Son rosas hermosas, fragantes, y con espinas muy afiladas y que han dañado la piel de varios dioses.
Mientras está en el Olimpo, Nico se dedica a sacar las flores una por una, y así se dio cuenta de que no eran exactamente iguales.
Las flores que han salido antes eran las que estaban justo debajo de la ventana, y esas habían aparecido cuando estaban haciendo el amor. Las de ese rosal son flores grandes, de un tono de rojo no tan profundo, y es donde hay más rosas.
Luego están aquellas que aparecieron cuando le dijo que encontró a su padre. Esas son de un rojo encendido, más pequeñas pero igual de hermosas, el rosal, en todo caso, no tiene demasiadas flores.
Las rosas de su tristeza son las únicas que siempre han sido diferentes a simple vista. Capullos fuertemente cerrados, con varias espinas que llaman más la atención que el resto de flor.
Las de su enojo son hermosas. Rosas de un profundo color rojo, enormes, tanto que apenas ves las espinas igual de grandes que hay, espinas ocultas bajo bellas flores.
También hay un rosal que aparece una y otra vez en el lugar donde estaba su foto juntos. Ese, asume Nico, debe tener que ver con el amor, porque no se va jamás. Rosas bellas, sin espinas. De varios tonos de rojo y rosa.
—Necesito tiempo,— Dice ella,— Y distraerme un poco.
—¿Qué propones?— Le pregunta él, besando su frente,— Te daré lo que sea que quieras.
—Vamos a darnos una ducha.
-o-
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Granada | Fruta Prohibida.
Fiksi Penggemar"¿Qué crees que dirá mi madre cuando se entere?" "¿Honestamente? Creo que dirá "está pasando otra vez"" O Nico se enamora de la (nueva) hija favorita de Deméter, le hace daño a alguien y termina siendo un dios.